Elkarrekin Donostia destacó ayer el “retroceso” que ha sufrido la capital guipuzcoana en algunos asuntos como la creación de vivienda o la generación de residuos. La portavoz de la coalición, Aitzole Araneta, criticó que Donostia “sigue siendo la ciudad guipuzcoana que más residuos genera por habitante y también en la que menos se recicla”.
Asimismo, también lamentó que el número de coches que circulan por las calles “no ha disminuido nada respecto a antes del covid”. En este senido, Elkarrekin Donostia fue el único grupo político –con excepción del PNV, que lleva Movilidad– que no criticó los cambios de tráfico. Araneta aseguró que el Gobierno municipal “ha tenido miedo a las posibles reacciones de ciertos sectores sociales o a que la medida sea impopular”, por lo que habría dejado “en el congelador” las iniciativas que tenía previstas para cerrar el Centro al tráfico.
La coalición de izquierdas también lamentó la situación de la vivienda y dijo: “Estamos peor que hace cuatro años”. Asimismo, abogó por la intervención del sector público en los precios del alquiler.
La situación de los barrios, “la precariedad, la imposibilidad de emancipación de los jóvenes, el cambio climático y las violencias que creíamos superadas como las ejercidas contra las mujeres, las comunidades LGTBI y personas de distintos orígenes, demuestran que vivir en Donostia va a ser más difícil”, dijo Araneta.