Accidentes de tráfico, incendios forestales, personas desaparecidas, alertas meteorológicas, desmentidos de informaciones falsas... El equipo de profesionales en emergencias de Vost Euskadi está acostumbrado a lidiar a diario con sobresaltos. Son catorce voluntarios que a través de las redes sociales informan y comunican a la población cualquier alerta que surja, incidentes relevantes a los que, ahora, se suma una nueva emergencia: la delincuencia del bulo y la mentira que campa a sus anchas por Internet. "Son los más peligrosos. Ponen en marcha verdaderas operaciones de ingeniería social y lanzan campañas basadas en mentiras, verdades a medias y falsas informaciones tras las que se esconden fuertes interese políticos y económicos", alerta Jokin Zubieta, al frente de Vost Euskadi.
Este último año han estado muy atareados con el coronavirus y, aunque la situación se ha relajado en los últimos meses, no bajan la guardia. "Al principio fue un horror, no dimos abasto", recuerda Jokin. Ahora, han vuelto las emergencias del día a día ya que, con el final del estado de alarma y de las restricciones de movilidad, emergen otras urgencias casi desaparecidas durante los meses más duros de la pandemia, como accidentes de tráfico, desparecidos, etc.
Twitter, Facebook, Instagram, el canal de Telegram y un servicio gratuito de alertas por Whatsapp, en el que más de tres mil personas se han dado ya de alta a cambio de recibir información sobre incidencias relevantes (desaparición de personas, alertas por meteorología adversa, desmentidos de informaciones con riesgo potencial para la población...) son los canales utilizados por los voluntarios para trasladar información a la ciudadanía.
Pero también han puesto en marcha un servicio de mensajes pensado para comunicarse con ciudadanos que no se conectan a Internet, bien porque son personas mayores, bien porque están hartos de "todo el ruido" que rodea las redes sociales y han decidido informarse solo de lo más relevante a través de canales oficiales. Su última iniciativa ha sido activar un servicio de voz (podcast) para personas con dificultades para leer, atendido por ocho voluntarias que cuelgan en la web las comunicaciones mediante audios.