Emma Jiménez comenzó sus estudios musicales en el Conservatorio de Bilbao. A los 8 años había terminado sus estudios de solfeo y a los 12 terminó los de piano, convirtiéndose en la pianista más joven en obtener el título. Un récord, por cierto, que sigue ostentando a los 83. Todo un portento de la música que, sin embargo, abandonó su carrera de concertista al contraer matrimonio con el pianista Joaquín Achúcarro -aunque volvió a los escenarios en compañía del violinista Félix Ayo y también, de forma esporádica, junto a su marido.

Emma Jiménez ha visitado hoy los estudios de Onda Vasca con Txema Gutiérrez para reflexionar sobre su trayectoria y sobre lo que exige una carrera de pianista: "Yo he elegido esto. Si me casaba, era para estar con mi marido. En esta profesión, cada concierto tiene que ser mejor que el anterior, porque si no, no te vuelven a llamar. Esta es una profesión de autónomos. Tienes que tener una salud de hierro, tienes que sacrificar todo...a mi no me compensaba. No es que me sacrifiqué, es que no me compensaba".

Jiménez también ha recordado al recientemente fallecido violinista Félix Ayo, amigo y compañero de escenarios durante 25 años: "A mi me falta que Sestao le haya dedicado algo a Félix. Joaquín lo ha intentado y yo también. Como soy de allí, parece que estoy queriendo que me den a mi algo, y yo no quiero nada para mi, pero creo que Félix es la gran figura de Sestao, ha sido mundialmente famoso, único".