El modelo vasco de desarrollo humano sostenible se erige en la espina dorsal de la etapa como lehendakari de Iñigo Urkullu, que el pasado 15 de diciembre cumplió diez años en Ajuria Enea. Una hoja de ruta con un gran peso social y enfocada al crecimiento económico, que enlaza a su vez con el modus operandi de Naciones Unidas en favor de la sostenibilidad y que supone un eslabón más de la cadena iniciada por el lehendakari Agirre y caracterizada por su perfil internacional.
Este armazón teórico y conductual tiene una ligazón íntima con los objetivos de Agirre Lehendakaria Center, creado también hace una década con el fin de exportar la “transformación socioeconómica” experimentada por Euskadi en las últimas décadas. Con motivo de su aniversario, Bizkaia Aretoa acogió ayer unas jornadas de reflexión con representantes del mundo académico, político, social e institucional, de la CAV y a nivel internacional, y con la presencia destacada del lehendakari ohia Juan José Ibarretxe y de la rectora de la UPV/EHU Eva Ferreira.
En el discurso de clausura de esta mezcla de simposio y evento público, Iñigo Urkullu reivindicó que el modelo vasco de desarrollo humano sostenible “ha demostrado su eficacia a lo largo de estos diez últimos años”, ya que gracias al mismo “Euskadi ha seguido creciendo” a pesar de “diferentes crisis” como la económica, la sanitaria y la provocada por la guerra en Ucrania. Puso como ejemplo el incremento del PIB en un 30%, el aumento de las exportaciones en un 57% y la creación de 120.000 nuevos puestos de trabajo.
“Nos encontramos entre los países europeos con menor desigualdad social”, apostilló, y aludió a la perspectiva global de este modelo. Lejos de caer en la autocomplacencia, el mismo “crea riqueza y equilibrio social, crea colectivamente y crea para repartir”. Se trata, por tanto, de “un modelo de éxito que queremos compartir para seguir aprendiendo y mejorando”.
Beneficios hacia adentro y hacia afuera, sumados a un afán de proyección al exterior y un componente humanista que casan con la decisión de Naciones Unidas de ubicar en Euskadi la sede permanente del Secretariado de la Coalición Local 2030, que se inauguró el pasado 31 de octubre en Bilbao con la presencia de la vicesecretaria general de Naciones Unidas y presidenta de su Grupo de Desarrollo Sostenible, Amina J. Mohammed. En ese acto, dijo que este organismo “posibilitará las transiciones energética, digital y verde y azul necesarias para el desarrollo sostenible”.
De forma previa, en julio de 2019 el lehendakari tuvo la oportunidad de intervenir en la sede de Naciones Unidas para presentar el autogobierno vasco y el propio modelo de desarrollo humano sostenible, un discurso que estableció “una línea de continuidad con el camino abierto por el lehendakari Agirre”, dijo Urkullu con motivo del último Alderdi Eguna.
La visión internacional del lehendakari Agirre, que “recorrió Europa y América defendiendo tanto la causa de la democracia como la causa vasca”, tienen un reflejo directo en las motivaciones para la creación de Agirre Lehendakaria Center en 2013. Urkullu destacó ayer que este organismo desarrolla proyectos de innovación en 15 países que persiguen la “transformación integral de las comunidades locales para favorecer el progreso social de sus habitantes”. Una actuación que se enmarca en los valores del “humanismo y justicia social, el pragmatismo realista y la vocación abierta de proyectar Euskadi en el mundo”.