Este sábado se disputará en San Mamés la final de la UEFA Women´s Champions League entre el Fútbol Club Barcelona y el Olympique de Lyon. Es una de las finales más esperadas, que junta a dos de los clubes más laureados de la historia en un escenario que estará lleno hasta la bandera. Sin embargo, esta final no será la primera que se juega en Euskadi... y el Olympique lo sabe bien.
Anoeta, sede por coronavirus
Tras el estallido de la pandemia, la UEFA tuvo que buscar nuevas sedes para sus competiciones, con el objetivo de no perjudicar a las anfitrionas elegidas con más de dos años de antelación. Encontró la formula de realizar una final-four en territorios cercanos entre sí para que los equipos pudieran disputarla en una burbuja. En la Champions masculina fue Lisboa, en la Europa League fue Colonia, y en la Champions League femenina... Euskadi. San Mamés y Anoeta fueron las elegidas para cuartos, semifinales y la gran final.
Wolfsburgo y Lyon fueron las dos finalistas de aquella edición. Eran hasta el momento los dos equipos con más finales disputadas, con 9 para el Olympique y 5 para las alemanas. Era el clásico de las finales de la última década. De hecho era la cuarta que disputaban entre ellos, con saldo positivo para las francesas al imponerse en 2 de las 3 anteriores. Y la de Anoeta no fue una excepción. El Olympique fue muy superior y con 3 golazos se llevó la orejona un 30 de agosto en San Sebastián. Anoeta se vistió de gala, y nunca mejor dicho. El estadio fue cubierto por lonas moradas con el logo de la competición para tapar los 40.000 asientos vacíos debido a las restricciones que impedían a los espectadores acudir a eventos deportivas. Un evento histórico para Donostia sin ojos que lo presenciaran.
Una final que no aparece en la web de la UEFA
Por alguna extraña razón, esta final no aparece en la web del organismo que organiza la competición. Es cierto que fue una edición especial, pero es incomprensible su ausencia en la lista de todas las finales. La de Anoeta fue la segunda celebrada en el Estado, puesto que en 2010 se disputó en el Coliseum Alfonso Pérez. Por tanto la de San Mamés será la tercera, que espera romper el récord de espectadores con un Barça - Lyon que promete.