Algunas de las normas de uso se utilizan ya en muchas comisarías desde hace años, pero Euskadi acaba de aprobar un reglamento que establece al detalle las normas de uso de armas de fuego y otros elementos de seguridad. Un reglamento que comenzó a elaborarse en 2017 a petición de las propias jefaturas de policía, y que tras permanecer años atascado, fue retomado en marzo de 2022 y aprobado el pasado 17 de octubre. Este documento persigue "eliminar las interpretaciones" en cuanto al uso de armas.
Se le ha llamado 'modelo de procedimiento de dotación de medios técnicos y defensivos y de retirada de armas para las policías locales en Euskadi'. "No trata sobre suministro de armas, ni imposición en la tenencia de las mismas, sino de que dispongan de un procedimiento de referencia, basado en buenas prácticas de organización y el conocimiento adquirido en su uso en los últimos años”, dijo Erkoreka, quien subrayó la importancia de establecer criterios uniformes para todas las policías locales.
“ Queda expresamente prohibido el tiro al aire, un disparo disuasorio, algo ya interiorizado desde la academia ”
Unos criterios que en el caso de las armas estarán sujetos al "principio de excepción, proporcionalidad, congruencia y menor lesividad”, dijo. El documento establece claramente cosas ya de sobra conocidas por los agentes de la Policía local y la Ertzaintza, como la prohibición de realizar disparos intimidatorios, el tiro al aire para ser más exactos, aspectos en los que se incide especialmente en la academia de Arkaute, según ha podido saber este periódico.
“Este procedimiento aleja de la praxis diaria cualquier uso inadecuado, interesado o particular de unos medios que deben proteger tanto a los trabajadores como al resto de la población”, dijo Erkoreka en la comisión de Seguridad del Parlamento Vasco. Se regula el uso del arma de fuego reglamentaria y munición, chalecos de protección, chalecos antibalas, chalecos anticorte y antipunzón; los propios grilletes, las defensas personales o bastones, guantes anticortes e incluso el propio silbato.
"Especial diligencia"
En cuanto al arma de fuego, "serán de una marca y modelo determinados por la jefatura correspondiente". No podrán ser portadas fuera de la jornada laboral o actividad privada. Serán asignadas a cada agente, que deberá cuidarla “con especial diligencia” y se establecerá un mecanismo que permite la “sólida trazabilidad del porte de la misma”, explicó el representante de los jefes de la policía local, que ejerce en Basauri.
“ Este procedimiento aleja de la praxis diaria cualquier uso inadecuado, interesado o particular" ”
Asier Erkoreka - Representante de la asociación de Jefes de Policías Locales
Es decir, cada agente tendrá un expediente propio que recogerá todas las incidencias, la hora a la que coge el arma, a la que la deja, su uso si lo hubiere, las revisiones, la formación recibida, etcétera. Asier Erkoreka explicó que el hecho de que las pistolas lleven todas aguja percutora “permite, en caso de disparo, una trazabilidad y estudio de dónde, cómo y qué arma ha podido realizado el disparo”. EH Bildu, en concreto, sí aplaudió este aspecto.
Reglamento de uso
Munición. Las pistolas dispondrán con una munición con calibre de 9mm semiautomática y con aguja percutora, descartándose cualquier otro tipo de accionamiento de disparo y se dotará de un cargador de repuesto. No podrá utilizarse ninguna munición que pueda causar lesiones innecesarias, con causas de mayor potencia a la requerida o Flobert, que en vez de pólvora contiene fulminante de mercurio. Y los chalecos de protección deberán ser similares al uniforme.
Funda de seguridad. La funda que deba portarla deberá tener todas las medidas d seguridad para extracción involuntaria o pérdida accidental de la misma.
Tenencia y retirada. Las armas siempre se depositarán en armeros y búnkeres que cumplan la normativa y tendrá que haber una persona responsable del armero. Se prohíbe fuera del servicio o particulares.
Armas de uso propio. Como mayor garantía, también se ha recogido la tenencia y retirada de las armas particulares de las agentes que pudieran estar amparadas en la licencia de armas A, la que proporciona el ser agente de autoridad y tener de un carné profesional, particulares son para su actividad de caza, tiro deportivo o cualquier otro tipo de arma para cuestiones de seguridad. Reguladas.
Revisión anual de las armas. Se les realizará por el propio servicio de la Policía local, revisión del estado del arma, que disponga de la dotación de munición y que se disponga el número de serie y guía del arma sean las correctas, es decir que no haya usos personales o personalizados.
Sala fría con paredes absorbentes. Como garantía para los agentes, las armas deberán ser manipuladas en la zona fría, durante la recogida y depósito en los armeros, que dispondrán con paredes y suelo con material que absorba el proyectil en caso de que se produzca un disparo fortuito. No puede permanecer más de una persona en su interior. Es una especie de cajón, para que cuando se hace ese uso al comienzo y final del servicio sucedan accidentes.
Procedimiento de retirada. Se establecen las condiciones en las que los agentes dejarán de disponer del arma reglamentaria, como de las particulares, si las tuvieran. Situaciones que se pueden dar en cumplimiento de una medida disciplinaria o resolución judicial, un riesgo grave por un trastorno de conducta, una incapacidad temporal superior a 90 días, tanto derivada de una enfermedad común como accidente laboral); o situaciones administrativas como jubilación, excedencia, pérdida de condición de funcionario o fallecimiento.
Restitución del arma. La restitución del arma se recoge con las garantías debidas tanto del punto de vista de salud, disciplinario o administrativas y cualquier variación en la tenencia o revisión de las armas deberá ser comunicada a Intervención de la Guardia Civil.
Grilletes. Dispondrán de seguro de bloqueo, que impida una apertura intencionada por parte de la persona detenida, como evitar que se produzca un exceso de apriete o no pueda autolesionarse. Siempre será un medio técnico temporal y solamente para un comportamiento violento de la persona a controlar, la posibilidad de huida o de autolesión.
Bastones: nunca flexibles. La propia jefatura las dotará y decidirá cuáles. Nunca podrán ser utilizada en la actividad privada. Y no podrán ser nunca flexibles, para evitar una mayor lesividad.