Sergio Fernández ha dicho que uno de los problemas de esta temporada fue que fallaron las relaciones personales, ¿está de acuerdo?
–Bueno, no lo sé. Habría que hablar de en qué han fallado las relaciones personales. Para mí, en el inicio de la temporada no se creó una identidad de grupo, de equipo. Eso es lo que yo siento. Luego se intentó crear y pienso que íbamos en la dirección correcta pero Pitu tuvo muy mala suerte en situaciones específicas de partidos. Siempre lo hemos hablado entre nosotros. Betis, Cádiz, los dos penaltis de Joselu... eran seis puntos más por lo menos que cuando le echaron estaríamos fuera del descenso con tres o cuatro puntos de diferencia y hubiera cambiado muchísimo la situación. Y luego llegó un final muy bueno con todo lo contrario. Desde el principio saliendo las cosas bien. Teniendo esa pizca de suerte yo creo sobre todo en San Mamés y Villarreal que nos dio puntos, confianza, nos metió en una buena dinámica y el equipo aguantó. Para mí el equipo ha estado muy bien, ha aguantado de una manera espectacular lo que es el día a día en una situación muy mala.
¿En qué sentido?
–Porque teníamos muchas restricciones. Mi obsesión era que nos juntásemos en el vestuario. Con mascarillas o como pudiésemos pero estar todos juntos para convivir. Estábamos en seis, siete vestuarios y no te enteras si un compañero está bien o está mal, si ha dormido, si tiene problemas... No te enteras de la vida personal de la gente y eso no une el grupo como ha podido unirse otros años. Y eso para nosotros era importante y no ha podido ser. Después todo lo que se ha hablado alrededor del equipo, lo he dicho alguna vez, ha sido gente muy cobarde, mezquina, que ahora está escondida detrás de las mentiras. Y el equipo ahí demostró una madurez tremenda, lo habló a la cara desde el principio, se pasó página y no afectó para nada.
¿No crispó el ambiente dentro del vestuario?
–Para nosotros no. Lo que crispó fue todo lo de alrededor que al final afecta a los jugadores. Y, como he dicho, hoy a esa gente no se le oye por ningún lado.
¿Echó a alguien de menos en su despedida?
–No. Mira, se ha hablado de eso pero los compañeros me han escrito el 90%. De este año, de los anteriores, todos los técnicos prácticamente, compañeros de otros equipos, rivales... Lo que ocurre es que todos están de vacaciones. Hacen bien. En cuanto se acaba una temporada tan dura al día siguiente todos se van. Antes nos quedábamos a hacer comidas, cenas..., ahora al día siguiente todo el mundo tiene vuelos para irse. Así que la verdad es que no he echado en falta a nadie. Todo lo contrario, me ha sorprendido gente que me ha escrito para preguntarme qué tal estaba.