Acaba de llegar de Bruselas, donde se ha reunido con el comisario europeo de Empleo para hablar Formación Profesional. ¿Algún compromiso concreto?
La Comisión Europea tiene la estrategia 2021-2027 dotada con 400 millones de euros para reforzar la preparación de los y las profesionales que la sociedad europea necesitará en un futuro muy próximo. El objetivo es crear cien plataformas europeas de centros de excelencia. En Euskadi tenemos el CIFP Miguel Altuna, ubicado en Bergara, y Tknika, Centro de Investigación Aplicada de FP Euskadi. Tknika lidera las Plataformas europeas de Excelencia EXAM 4.0 y LCAM 4.0, en materia de Fabricación Avanzada 4.0. Queremos seguir contribuyendo en la consolidación de esa red y por eso en noviembre Donostia va a acoger el congreso internacional de FP con los 27 estados miembros de la UE, donde contaremos con la presencia del comisario Nicolas Schmit. Ser un referente europeo en FP es un honor, pero también un reto para seguir creciendo.
¿La FP tiene margen para crecer sin mermar la empleabilidad?
En la actualidad, la Formación Profesional tiene en Euskadi una empleabilidad del 87% y se eleva hasta el 91% en el caso de la FP Dual. Además, los datos nos dicen que en diez años el 65% de los empleos cualificados en Europa van a requerir de una titulación de FP. La FP vasca ofrece a las empresas un currículum muy flexible y es muy importante la capacidad de adaptación a nuestro entorno económico y productivo.
Sin embargo, las patronales siguen quejándose sobre la falta de mano de obra cualificada.
Nosotros tenemos un contacto muy estrecho con cada una de las patronales y en ese sentido siempre intentamos adecuarnos a lo que demandan. Tampoco es fácil, pero la FP ofrece mayor capacidad de adaptación que la universidad donde los cambios son más lentos. No obstante, en este ámbito se están dando pasos muy interesantes con la estrategia Universidad-Empresa que ofrece 47 grados duales. La evolución demográfica va a hacer que la formación sea clave los próximos años y siempre vamos a estar cerca de las empresas para dotarlas de lo que no trasmiten que necesitan.
A estas alturas la chavalería y gran parte del profesorado disfrutan ya de unas merecidas vacaciones. ¿Qué nota le pone al curso?
Me viene a la cabeza el dicho: el día es muy largo, pero el año es muy corto. El curso se nos ha hecho muy largo porque a veces se nos olvida que nos fuimos a vacaciones de navidad con 460 aulas cerradas y la vuelta arrancó con una gran incertidumbre. Todo ello ha generado mucho trabajo en los centros y tengo que hacer un gran reconocimiento, sobre todo, al personal docente por haber estado minuto a minuto en las aulas dándolo todo por sus alumnos y alumnas con la presión añadida de gestionar la pandemia. Tenemos que ser conscientes de que el Gobierno vasco ha puesto muchos recursos –160.000 ordenadores, 1.264 docentes extra, 112 millones adicionales cada año– que el sistema educativo ha devuelto con creces a la sociedad al garantizar la presencialidad porque la presencialidad ha tranquilizado a las familias, ha ayudado a conciliar, ha ayudado a desarrollar la economía…
Más allá de la pandemia, que los nuevos currículums de la reforma educativa (LOMLOE) no se hayan aprobado hasta mayo ha provocado un estrés añadido ya que el profesorado que se ha visto obligado a adaptar las programaciones del próximo curso a contrarreloj. ¿No se podía haber hecho mejor? Al final, parece que siempre pagan los mismos.
Como sabe, el nuevo currículum deviene del desarrollo de la LOMLOE, por tanto de Madrid. El 50% es competencia del Ministerio de Educación. Y una vez tenemos ese currículum común nosotros desarrollamos nuestro propio currículum. Hay que decir que en ciertas etapas nosotros teníamos nuestro currículum antes de que el Ministerio nos trasmitiera el suyo. Entendiendo el estrés y los nervios que generan estos cambios, lo que queremos trasmitir al profesorado es que el cambio de modelo no se hace en dos o tres meses por mucho que se apruebe un decreto en un día, se hace en años. Por eso creemos que el Pacto Educativo que se ha firmado en el Parlamento Vasco sea lo más amplio posible porque nos garantiza la estabilidad y certeza que el sistema necesita los próximos años.
O sea, que el mundo no se acaba en setiembre, adaptarse a la LOMLOE es un proceso.
Eso es. Como le digo, no es un cambio de la noche a la mañana. Quizás en algunos casos habrá que trabajar con los temarios del año pasado. Da igual, lo importante es que el trabajo por competencias, por ámbitos y que el alumnado vea que lo que aprende será útil en su día a día ha llegado para quedarse. A partir de ahí, lo que corresponde a las direcciones de los centros –y nos corresponde a la Administración– es ofrecer certidumbre, formación al profesorado y recursos para desarrollar los nuevos currículums para bajarlos a la realidad de las aulas.
¿Qué sabe de la nueva selectividad? Parece que a mediados de mes presentarán el borrador.
La última reunión que tuvimos hace unas semanas en Madrid pregunté a la ministra cómo estaba esta cuestión –igual que otros consejeros y consejeras– en el sentido de que no quisiéramos tener noticias de la nueva selectividad a través de los medios de comunicación.
¿Aceptaría que fuese una prueba única para todo el Estado, como reclaman las comunidades gobernadas por el PP?
No tiene ningún sentido. Toda prueba que se aleje de la evaluación continua, que se aleje del ser y saber del alumno o alumna pierde calidad. Se podría decir y discutir mucho de la EVAU, algo que ya se hizo. Pero no tiene sentido si lo que se pide es homogeneizar la EVAU porque cada centro y comunidad escolar responden a una realidad concreta. Hay que entender que hay un ámbito compentecial que hay que respetar, además de que la futura selectividad deba responder al nuevo modelo de aprendizaje por competencias. Y antes de eso debemos comprobar que el nuevo modelo de evaluación encaja en Bachillerato para que luego el profesorado de Bachillerato y de la universidad acuerden que la prueba responde a lo que necesita el sistema.
La crisis de natalidad genera gran incertidumbre, sobre todo en la red concertada, por la amenaza del cierre de aulas e incluso el cierre de los colegios más pequeños. ¿La decisión de bajar la ratio de alumnos por aula obedece al intento de evitar ese escenario de cierres?
El descenso de la natalidad hace que –como sistema educativo– nos resituemos, tanto en el ámbito de la pública, como de la concertada. Lo que pretendemos es revertir los efectos de la bajada de la natalidad, como los cierres de aulas, y en la medida de lo posible aumentemos la calidad y el servicio. ¿Cómo? Bajando los ratios.
Es decir, ven la crisis de natalidad como una oportunidad para mejorar el servicio.
Pretendemos mejorar las condiciones para tener menos alumnos por aula, trabajar la codocencia…. Pero, como digo, no sólo en la concertada. También lo estamos llevando a la pública tras el acuerdo suscrito con todos los sindicatos, excepto ELA: bajar los ratios aún más el curso 2023-2024, desdoble de aulas, contratación de profesores de inglés a partir de los tres años… Lo que nos permite la bajada de la natalidad es usar los recursos que ya tenemos de otra manera para obtener mejores resultados entendiendo que la educación es el eje vertebral de las políticas de Gobierno para el futuro de este país.
En el mismo Consejo de Gobierno aprobaron la renovación de los conciertos educativos para el próximo sexenio por cerca de 700 millones de euros. ¿Entiende las críticas que el presidente de Ikastolen Elkartea, Koldo Tellitu, deslizó contra su Departamento en el pasado Araba Euskaraz?
Bueno, la verdad es que no. Pero aquí todos somos muy libres de evaluar las acciones como se quiera. O no me explicado bien o no se ha entendido bien, pero creo que se ha hecho una mejora importante bajando los ratios y posibilitando que haya unos desdobles con menor número de alumnos. Eso es un dato objetivo. Conciertos. Hemos aprobado una orden que enmarca los conciertos para los próximos seis años que tiene un año de vigencia porque en estos momentos dependemos del Pacto Educativo aprobado el 7 de abril en el Parlamento Vasco del cual penden una serie de elementos que son muy importantes: un decreto de concertación, un decreto de planificación y un decreto de admisión. ¿Por qué? Porque a partir de enero de 2023, es decir, para el curso 2023-2024 se van a establecer cupos de alumnado vulnerable que deberán matricular los centros concertados y públicos para que respondan de una manera equilibrada a la vulnerabilidad.
Ahora van casando las piezas. En cualquier caso, y por razones opuestas a las de Tellitu, la bajada de las ratios y el blindaje de la concertación han despertado gran “preocupación” entre las familias (Ehige) y las direcciones (Heize) de los centros públicos, quienes le acusan de “favorecer a los centros concertados”. Han empleado, incluso, términos como “rescate económico de la concertada”. ¿Es un rescate a la concertada?
—En este país tenemos que superar esta dicotomía pública frente a concertada. Nos tenemos que poner más allá de todo esto y pensar que hay unos alumnos que están en la pública y otros alumnos que están en la concertada. Este Gobierno prioriza la red pública, y así está establecido en su programa de Gobierno. Y una vez dicho esto, todos, todos los alumnos y alumnas tienen el derecho universal a la educación. Y yo lo que no acabo de entender cuál es el problema si hemos cerrado un acuerdo con los sindicatos de la pública para organizar los recursos para los próximos años y, a su vez, estamos atendiendo a una situación que afecta a la concertada. Es cierto que hemos bajado de 34 a 28 estudiantes en la concertada para desdoblar un aula, pero esto en la pública lo tenemos desde hace diez o doce años, donde se necesitan 24 para desdoblar. Lo único que creo es que cada uno de nosotros nos tenemos que preocupar y ocupar de lo importante, pero no en comparación con el otro. Porque los de la concertada me pueden decir que les estamos dando más a la pública y viceversa. Este Gobierno prioriza las políticas en la escuela pública, tal y como se establece en el programa de Gobierno y en el propio Pacto, pero también, también, tiene una serie de obligaciones y tiene que responder con calidad y como se merecen los padres y madres que han elegido para sus hijos e hijas la concertada. Además, es por ley, por ley, estamos obligados nosotros y cualquier otro partido de la oposición que estuviera en el Gobierno.
Todo lo anterior liga con lo que, en mi opinión, es la clave del Pacto Educativo y de la futura Ley vasca de Educación: la creación del Servicio Vasco de Educación y la publificación los centros concertados que asuman una serie de obligaciones para combatir la segregación del alumnado vulnerable. ¿Es así?
Sí, pero no. Hay centros públicos, centros concertados y privados (puros). Todos los centros que reciben fondos públicos –públicos y concertados– y cumplan una serie de normas de admisión serán los que integren el nuevo Servicio Vasco de Educación. La publificación no es para los centros que cumplan una serie de condiciones de admisión. Solo se publificará un centro si la Administración entiende que se corresponde con las necesidades de planificación escolar y el Gobierno puede elevar a ley la necesidad de que un centro se publifique, a través de una cláusula adicional para que tenga su desarrollo normativo. Pero esta posibilidad no será para centros en crisis, para un centro que se ha metido en una deuda de seis millones o para un centro que unilateralmente quiera publificarse, no.
Vale. Y por otro lado está el tema de la “gratuidad real de la enseñanza” y ofrecer una “financiación análoga a la pública” a aquellos centros concertados que no segreguen. Supongo que esto no será de un día para otro ni para setiembre. ¿Qué horizonte manejan?, ¿qué condiciones deben cumplir?
Tres años. Todos los centros que reciban fondos públicos deben responder a la vulnerabilidad en el mismo porcentaje que exista en su municipio o zona. Por ejemplo, imagine que en Barakaldo hay un 20% de población vulnerable y hay un centro que acoge un 2% de ese alumnado y otro un 38%. Lo que queremos hacer es equilibrar y decirle al que escolariza un 2% que guarde un número de plazas que te voy a decir yo para equipararse al otro centro y a la media que tiene Barakaldo. En definitiva, se trata de un ejercicio de cohesión social. Por eso es importante la implicación de los ayuntamientos. Todos aquellos centros que quieran pertenecer al Servicio Vasco de Educación tendrán que cumplir una serie de criterios.
¿Cuáles y cuándo se harán públicos?
Ya están definidos y publicados.
Vayamos entonces a ese 2025. ¿Una ikastola podrá pedir a las familias la aportación para ser socias del centro, podrá cobrar cuotas por las extraescolares, por el comedor, por el bus?
Para que un centro educativo pueda cobrar (una cuota) nosotros se lo tenemos que permitir previamente, ya sea público o concertado. El Departamento de Educación será el que se lo permita y lo publicaremos. En nuestra página web tendremos un listado con todos los centros autorizados que cobren una cantidad de dinero porque se han ido de excursión un fin de semana o por otra cosa. Fuera de esto los padres no tendrán por qué pagar nada que no quieran.
¿Y prevén conceder becas para que el alumnado más vulnerable pueda acceder a servicios como el jantoki o el bus de estos centros concertados?
Sí. Le tenemos que dar una salida a todo lo del transporte y el comedor porque es un espacio de encarecimiento que hay gente que no puede pagar. A eso también le tenemos que dar solución, vamos a ver. En estos momentos estamos en la gratuidad total de la enseñanza pero tenemos que trabajar en comedor, transporte e infraestructuras. Vamos a ver cómo lo organizamos para que la enseñanza en Euskadi sea gratuita para todo alumno o alumna que curse sus estudios en un centro de su elección del Servicio Vasco de Educación.
Pues le queda un camino por delante. ¿Mantiene el primer trimestre de 2023 como fecha para aprobar la Ley?
Este otoño aprobaremos el proyecto de ley en Consejo de Gobierno para aprobar la Ley en el Parlamento Vasco en primavera de 2023, mayo abril.
¿Cree que la proximidad de las elecciones autonómicas pueda poner en peligro el respaldo del 90% de la Cámara Vasca al Pacto Educativo?
Por eso quiero terminar en el primer semestre de 2023.
¿Qué sintió cuando el Pacto Educativo obtuvo un apoyo tan abrumador y trasversal en el Parlamento?
Pues mucha emoción, pero de la de verdad.
Y de pacto a pacto. Plantea un Pacto contra la segregación para 2023. ¿Cuál seria el objetivo con el que se daría por satisfecho?
Este acuerdo contra la segregación es pieza clave, nuclear, del Pacto Educativo. Me daría por satisfecho si los grupos parlamentarios y los principales agentes educativos entendieran que este acuerdo como un instrumento necesario para la cohesión social de nuestros municipios y ciudades. Soy consciente de que va a ser un tema delicado porque, en definitiva, vas a decir quién puede ir a estudiar a un sitio o a otro y vas a establecer esos parámetros de admisión. Pero si queremos trabajar por la cohesión debemos trabajar juntos. Por ahora yo me siento respaldado por los grupos y por los agentes sociales pero sé que es un problema complejo. Ya en setiembre presentaremos los primeros documentos de trabajo.