La relación entre el Baskonia y la Copa del Rey es especial, y no hay más que darse una vuelta por Badalona durante los cuatro días que dura el torneo para darse cuenta de ello.
Los aficionados gasteiztarras, que no se pierden una Copa ni aunque su equipo no logre el billete, ya se hicieron notar el jueves tanto fuera como dentro del pabellón con sus bufandas, sus camisetas y el inconfundible sonido de la Fanfarre Biotzatarrak, a pesar de que el cuadro azulgrana no se estrenaba hasta el viernes.
Lo viven de forma especial, una pequeña pausa en su calendario dedicada al baloncesto y al equipo de sus amores. Buena muestra de ello es que el Baskonia es junto al Valencia Basket y al Joventut uno de los únicos clubes que tiene una carpa dedicada en los aledaños del Palau Olímpic de Badalona.
La denominada como Araba Etxea, punto de encuentro de los seguidores vitorianos, comenzó a recibir a los primeros visitantes alrededor de las 11.00 horas y los bares de alrededor se fueron tiñendo poco a poco de azulgrana.
La txaranga se encargó de subir los decibelios, y animar a los primeros cánticos, pero cuando realmente estalló la carpa fue con la llegada del entrenador Joan Peñarroya y los capitanes Rokas Giedraitis y Tadas Sedekerskis alrededor de las 13.00 horas.
Los tres repesentantes de la expedición baskonista, recién terminado el entrenamiento matinal en el Palau Olímpic, se dieron un baño de masas entre cánticos, bufandas y todo tipo de halagos, y se encargaron de inaugurar la Araba Etxea junto a autoridades como la Diputada Foral de Cultura y Deporte, Ana del Val, la teniente de Diputado General de Álava, Pilar Garcia de Salazar, y el presidente del Baskonia, Josean Querejeta.
“ Giedraitis, Sedekerskis y Peñarroya se detuvieron durante unos diez minutos a firmar autógrafos y fotografiarse con los aficionados ”
En el acto estuvieron presentes también directivos como Haritz y Luis Querejeta, el presidente del Deportivo Alavés Alfonso Fernández de Trocóniz o el director deportivo Félix Fernández, entre otros.
Tras las fotografías pertinentes, Giedraitis, Sedekerskis y Peñarroya se detuvieron durante unos diez minutos a firmar autógrafos y fotografiarse con los aficionados que consiguieron abrirse paso hasta las primeras filas.
Cánticos como el habitual “alé Baskonia” o el más ambicioso “Peñarroya, contigo ganaré la Copa” alentaron al entrenador y a los jugadores antes de marcharse, momento en el que también recibieron alguno en tono más jocoso como el “Tadas, qué guapo eres”.
UNA CITA IMPERDIBLE
Los tres protagonistas regresaron con el resto de la expedición a comer y prepararse para el encuentro contra el Joventut, pero la fiesta continuó.
Tras servirse algo de vino y repartirse algo de embutido para degustar, los aficionados gasteiztarras siguieron cantando, hablando, compartiendo cervezas y disfrutando. Opciones desde luego no les faltaban. Además de la carpa baskonista, la organización ha preparado diferentes actividades como un torneo de 3x3 para aficionados y medios de comunicación, canastas para que los presentes pongan a prueba su muñeca, concursos de saltos, videojuegos, tiendas con productos de baloncesto...
“ Cánticos como el habitual alé Baskonia o el más ambicioso Peñarroya, por ti ganaré esta Copa alentaron al entrenador y a los jugadores antes de marcharse ”
“La verdad es que está todo muy organizado y con espacio, el ambiente es fantástico”, comentan Charo Carnero y Sonia Pérez de Albéniz, que se definen como “Coperas y Final Foureras”. “Igual tenemos ya 20 o 25 Copas del Rey a nuestras espaldas (risas), es una cita imperdible incluso cuando el Baskonia no está clasificado”, aseguran.
Eso sí, esta será especial para ellas, ya que desde 2020, en Málaga, no vivían una juntas, bien por la pandemia o por la quimioterapia por la que tuvo que pasar Charo y que le impidió estar en la edición del año pasado.
Ellas vienen a animar al Baskonia, pero sobre todo a disfrutar del ambiente y pasar unos días fantásticos junto al resto de baskonistas y de aficionados de otros equipos. “Lo mejor de la Copa es el ambiente, sobre todo el que generan los seguidores del Baskonia, es algo especial”, argumentan.
Con ellas coincide Joseba Puelles, que en su caso es la primera vez que viaja para ver una Copa. “Ya estuve en la de Vitoria, esta es la primera vez que me desplazo. Hay muy buen ambiente, pero creo que la de Vitoria fue otro rollo”, defiende. Joseba ha viajado con algunos “amigos y compañeros de baloncesto”, aunque una vez en la Copa, lo habitual es mezclarse y conocer gente nueva. “Para mí cuando veo alguien con la camiseta del Baskonia ya es un amigo de toda la vida”, bromea.
La edición de 2023 es también una de las primeras experiencias para Natalia Pérez de Mendiguren, que ya estuvo en la Copa del Rey de Madrid y repite en Badalona. “He venido con mi cuadrilla, como siempre. Hoy estamos celebrando mi cumpleaños, así que ojalá el equipo nos regale una victoria”, deseó.
“ Jordi Parés es de origen catalán, vive en Oviedo y ha viajado con su familia para disfrutar del torneo y animar al Baskonia ”
Al ser preguntada por si se disfruta más dentro o fuera del pabellón, Natalia tiene sus dudas: “Yo creo que en los dos sitios por igual. Aquí fuera estamos animando el ambiente y dentro lo que importa es gritar para intentar ayudar el equipo”.
Natalia ha viajado desde Mendoza, pero no todos los que visten los colores azulgranas en Badalona son alaveses. Ese es el caso de Jordi Parés, que, aunque de origen catalán, vive en Oviedo y ha viajado con su familia para disfrutar del torneo y animar al Baskonia.
“El ambiente que se vive en la Copa es precioso, de puro baloncesto, muy diferente al de otros deportes, como por ejemplo el fútbol. La relación entre aficiones es muy sana”, argumenta. Esta es la segunda Copa a la que acude la familia, que ya estuvo en Madrid 2019. Y es que los azulgranas que viven una vez el torneo suelen quedar atrapados por su encanto, razón por lo que el Baskonia nunca estará solo en la Copa del Rey.