El río Ebro entra a Álava desde Burgos por el municipio de Lantarón, en la Cuadrilla de Añana, a través del desfiladero que forman los montes Obaneses y las laderas del Parque Natural de Valderejos. Este estrecho paso comunica el valle de Tobalina con la Cuadrilla de Añana. La carretera va por Álava después de cruzar los túneles excavados en la roca en la orilla izquierda del Ebro y del pantano, pero la orilla opuesta, sigue siendo Burgos. Y esto va a ser así desde la localidad de Sobrón hasta Zubillaga, donde el Ebro deja de ser la muga entre Álava y Burgos, entre Euskadi y Castilla y León, todas poblaciones y concejos del municipio de Lantarón.
El alargado, 10 km de largo, y estrecho embalse de Sobrón se inauguró en 1961 para refrigerar el reactor nuclear de la central de Santa María de Garoña. Desde entonces se ha convertido en un popular lugar de pesca y actividades náuticas. Los aficionados a la pesca pueden intentar capturar carpas, barbos y las percas americanas. Además, se empiezan a ver siluros.
Lo escarpado de sus orillas, al menos en la parte alavesa, hace que lo más cómodo sea pescar desde una embarcación, pero esto cuenta con dos limitaciones de seguridad: no acercarse más de la cuenta a la presa y vigilar estrechamente embarcaciones y otros elementos que entren en el agua, limpiénadolos y desinfectándolos cuidadosamente, para prevenir la expansión del invasor mejillón cebra, una plaga muy visible en las orillas.
Sobrón
Para quienes prefieran pasear y recorrer un paisaje agreste, pueden elegir cualquiera de los caminos y llegar hasta el collado de Hozalares, a la peña el Mazu o al mirador Cantopero, por ejemplo.
Sobrón pueblo se divide en dos barrios, Sobrón Alto en plena la ladera de la sierra de Artzena y con magníficas vistas sobre un paisaje de crestas rocosas, bosque cerrado y gran valor ecológico, y Sobrón Bajo, en la orilla del Ebro y que a su vez se divide en La Playa y La Presa.
Además de por sus vistas, subir a Sobrón Alto tiene como premio la iglesia de la Purísima Concepción, un magnífico ejemplo de iglesia gótica rural. Paseando por sus calles, además de disfrutar de la tranquilidad, el visitante irá descubriendo los pequeños detalles decorativos con los que sus vecinos han dado personalidad y un extra de color. Tiestos convertidos en sonrientes figuras humanoides, coloridas piezas de ganchillo envolviendo árboles, bolardos, inesperados recipientes reconvertidos en jardineras. Un placer visual.
De vuelta a la orilla del Ebro, una vez sobrepasada la presa y la central eléctrica que aprovecha la fuerza del agua, la ermita de San Martín de Lantarón recibe al visitante que llega al barrio de La Presa de Sobrón Bajo. Aislada en un mirador natural sobre la cabecera del pantano, conserva una imagen de la virgen procedente del monasterio de Nuestra Señora de Quijera y que el embalse cubrió.
En esta parte de Sobrón se encontraba el antiguo balneario que tanta fama dio a la localidad alavesa en el siglo XIX y hasta 1936. Hubo un intento de reabrir otro centro termal pero las obras no llegaron a concluirse.
De todas formas, el turismo sigue siendo activo en Sobrón, ya que son numerosas las personas que llegan para disfrutar del entorno y de las actividades al aire libre que se pueden encontrar y que la empresa Aventura Sobrón, en el barrio La Playa, y Natura Sobrón, en Sobrón Alto ofrecen. Interesantes son las diferentes vías ferratas que se pueden recorrer. Un Museo del Agua completa la visita explicando la importancia del agua en el paisaje.
En la orilla del Ebro
El río Ebro marca el camino desde hace siglos, por lo que no es extraño que la carretera A-2122 siga un recorrido similar. Por ella se pueden recorrer los pueblos alaveses que mojan su pies en el gran río que hace de muga.
Puentelarrá es el primero de ellos. Como otras localidades ubicada en puntos estratégicos fronterizos y paso obligado para cruzar el río, su importancia se plasma en los edificios de piedra que forman su núcleo histórico. Pero entre ellas destaca la antigua casa fuerte de los Sarmiento, del siglo XVIII y que en la actualidad es la iglesia de San Nicolás de Bari. Pero el nombre probablemente derive del viejo puente de arco que cruza el río. Un puente que parte de la provincia de Burgos pero que no alcanza Euskadi a pesar del cartel que lo anuncia. Los últimos metros fueron derribados para construir la actual carretera.
Este nuevo trazado aleja al viajero del río para acercarlo más rápidamente hasta Fontecha. En esta localidad destacan dos torres, la de Orgaz, construida entre los siglos XV y XVI y recientemente restaurada a falta de que crezca el jardín exterior. Está abierta al público. La segunda es la del Condestable y de momento no es visitable. Una vez más, el pasado sale al encuentro del excursionista dejando adivinar la importancia militar de Fontecha.
Entre ambas torres se alzan dos iglesias muy distintas, una románica del siglo XII y en las afueras, la de San Nicolás. En el centro del pueblo se alza la iglesia parroquial de moderna construcción, lo que la hace destacar entre los edificios del pueblo.
Sin abandonar la A-2122 y por terrenos industriales se llega a Zubillaga, el pueblo más joven del municipio de Lantarón. Su origen está unido al complejo químico que se levantó en 1948 a orillas del Ebro. La empresa General Química levantó una colonia para sus trabajadores y se le consideraba un barrio de la cercana Comunión. Creció más que su cabecera, por lo que en 1989 se independizó con el nombre de Zubillaga. Carece de edificios históricos, pero cuenta con modernas y coloridas construcciones que no dejan indiferente a nadie, como es el caso de la sede del Ayuntamiento de Lantarón, o el de la Junta Administrativa de Zubillaga, que comparte entrada y espacio con la parroquia del pueblo, que se abrió en 2007 en el centro multiusos, ya que carece de iglesia. Un moderno campanario señala el lugar.
El último pueblo lindante con este Ebro fronterizo es Comunión, que a cierta distancia y desde un altozano parece vigilar este tramo. Las casas de piedra se agrupan de forma irregular alrededor de la iglesia de San Cornelio y San Cipriano, un templo románico con complementos de estilos posteriores pero que cuenta con algunos restos romanos como un altar votivo dedicado al dios Leucina, y otra piedra procedente de un templo romano.
El Ebro fue puerta de entrada de los romanos a la península, por lo que no es extraño encontrar numerosos vestigios de su paso por Lantarón, como el poblado romano de Cabriana, los restos de la vía que unía Astorga con Burdeos.
Los bolatokis
En muchos pueblos alaveses existe afición por el juego de bolos, un pasatiempo social que llegó a tener tanta afición como la pelota y en el que, también, se apostaba con entusiasmo los días de fiesta o de mercado.
Por ello no es raro encontrar bolatokis, boleras al aire libre o bajo techado, en los que los vecinos se reunían para sus desafíos. Así, en Sobrón hay uno pero se encuentra en un terreno particular. Fontecha contaba con uno pero al parecer ha desaparecido hace relativamente poco. En Comunión también hay otro junto al frontón y la Junta Administrativa local. A su vez, la joven Zubillaga cuenta con dos, uno dentro de las instalaciones deportivas municipales y el otro junto a las antiguas viviendas de los trabajadores de la química.