En la fiesta de Blas que puso el fin a los guateques de Aste Nagusia en La Pérgola de Doña Casilda no se bailó hasta que salió el sol ni la gente salió con una copa de más, pero sí fue también la de Imanol, Mikel, Mari Carmen, Itziar y la de varios miles más de bilbainos y vizcainos que disfrutaron con el conciertazo de Fórmula V, clásicos del pop en castellano que, ya setentones pero en gran forma, encandilaron e hicieron sudar a sus veteranos fans con sus himnos de pop fresco, de Cuéntame a Eva María, Tengo tu amor o Vacaciones de verano.
Muy activo en redes sociales y ajeno a la jubilación, Paco Pastor, el vivaracho cantante de Fórmula V, había anunciado que Blas estaba preparando una fiesta el sábado noche en Bilbao. “Sé que irás esta noche y que podremos vernos tú y yo”, decía la canción. Dicho y hecho. La carpa de La Pérgola se quedó pequeña y el gran concierto del veterano quinteto se siguió sin malas caras desde los nutridos laterales de esta. “He venido porque me gustan mucho desde joven, más que Los Diablos”, nos explicaba la tímida Mari Carmen Urkijo, de Portugalete, justo antes de que se iniciara el guateque con Cuéntame. “Yo estoy aquí por ella”, comentaba Modes, su marido.
“Hace 10 años que no nos veíamos, Bilbao; ya era hora”, explicó Paco tras calentar el ambiente con su canción recuperada gracias a la serie de Los Alcántara, mano a mano con otro de los miembros originales, Joaquín ‘Kino’, impactante con su keytar, mezcla de teclado y guitarra que favoreció sus movimientos en algunos temas. “Al terminar aquella fiesta…”, entonó Paco, que era capaz de tirar besos y saludos mientras cantaba Cenicienta con su pañuelo al cuello, gran agilidad y magnífica garganta para sus 73 años.
Allí, por edad, no había nadie que tuviera que abandonar el guateque a medianoche, como en su conocida canción. Y todos mostraron buena forma. Modes se desgañitaba con Tengo tu amor entre los bailes y palmas generalizados. “Para qué quiero más”, respondía el público al unísono. “¿Habéis ensayado en casa antes de venir?”, decía entre risas el vocalista, que se mostró siempre locuaz y divertido en las presentaciones, incluso en los errores, ya que introdujo La playa, el mar, el sol, el cielo y tú cuando tenía que tocar la destacable Dos caminos. Al reintentarlo, tuvieron que parar. “Esta canción está gafada”, comentó entre la risa unánime de los fans.
Recuerdos, amores y salud
A su mitad, el concierto ya era una sesión de recuerdos compartidos: los del Holiday, el Garden, el Arizona o el Hotel Excelsior, donde el grupo se alojaba. Su técnico de sonido de la época acabó casándose con la camarera del restaurante. Ha pasado el tiempo y todo es diferente, pero el grupo sigue siendo el paradigma del pop fresco, sencillo, divertido y veraniego, según reconoció su cantante. “Pero, de vez en cuando, tuvimos una vena rockera”, indicó al presentar y dedicar con ironía “al de Los Diablos” la magnífica Tras de ti, con el teclado progresivo de Kino nuevamente al frente del escenario, en duelo con Aarón, el actual y joven guitarrista, de estética y solos heavy, ambos como si se trataran de John Lord y Ritchie Blackmore, los de Deep Purple.
Se trataba de un guateque estival, así que el quinteto aparcó canciones más “difíciles” como El camino que lleva el viento o El final de una ilusión, y optó por su cara más comercial, como la balada Solo sin ti, para disgusto del rockero y bilbaino Ismael, seguidor de Aerosmith. “Si hay que bailar, se baila”, reconocía a su amigo Mikel, de Romo, seguidor de Pink Floyd. “Estoy aquí por mi mujer”, apostillaba. La cosa iba de amores. “Vive tu vida para el amor”, entonaba el público en respuesta a Busca un amor, que sonó antes de “otra ligera”, según Paco, la famosa Nueve sobre diez, y otra más audaz como Loco, casi loco. “Me la dediqué a mí mismo”, vacilaba Paco.
El cantante no paró. Siempre rozando la perfección vocal y bien de movimiento, entre lanzamiento de cadera a derecha e izquierda y su particular paso casi de puntillas, propuso una tabla de gimnasia con grito y brazo al cielo para compartir Ahora sé que me quieres. Visto lo visto, interpretaron Lo importante es tener salud después de poner en ebullición el guateque con Vacaciones de verano, con su evocación de playa, toallas y arena, y acariciarlo con Ayer y hoy, la balada escondida de aquel single, “mi favorita”, según Paco. Y la del batería, Tu amor, mi amor, también sonó entre los “lalalás” de la audiencia.
Después de glosar las bondades de Juan Pardo y de los compositores José Luis Armenteros y Pablo Herrero, claves en el éxito del quinteto, el guateque enfiló su final con un aluvión de clásicos, entre el pop y el rock, con la fresca y de ecos latinos Carolina, la obligada En la fiesta de Blas, que una veterana bailó como una jota, y Eva María, aquel amor que “se fue” y al que una cuadrilla de jóvenes cuarentones respondió con el célebre verso: “qué voy a hacer”. El broche final del guateque –con una repetición más rockera de Cuéntame– llegó con la evocación de amigos, olores, colores y guateques pasados. “Hay que darse cuenta de que todavía estamos aquí y tenemos mucha ilusión y amor por dar. Somos una generación absolutamente irrepetible”, finalizó Paco entre aplausos. ¡A ver cómo responden hoy las rodillas si hay que cuidar a los nietos!