Cercano a la población de Munguía se encuentra el muy conocido monte Jata, referencia montañera por esos lares y cuyas laderas, robledales y senderos hemos tenido la oportunidad de recorrer en la II Lauhaizeta Trail, una preciosa carrera pese al barro donde lo mejor fueron las personas.
DATOS PRINCIPALES
· Kilómetros: 13,60
· Desnivel positivo: 550+
· Duración: corriendo 1:50h / Caminar - correr: 2:30h / Senderismo 3:00(+40 min niños)
LLEGADA AL PUNTO DE PARTIDA
· Desde Bilbao saliendo por el puente de La Salve, pasamos por los túneles de Artxanda para coger la N-637 dirección Donostia. Tomamos la salida 18 para incorporarnos a la BI-631 dirección Munguía. Cogiendo la salida 19 llegamos a nuestro destino.
· Desde Donostia, cogemos la A-8 y AP-8 dirección Bilbao hasta tomar la salida a la N-637 corredor del Txorierri. Continuamos por el hasta la salida 18, la cual tomamos y seguimos las indicaciones anteriores.
· Desde Vitoria, salimos por Portal de Gamarra hacia la N-240 dirección Durango. Tomamos la AP-1 en la salida 10 dirección Donostia. En la salida 1 cogemos la AP-8 dirección Bilbao y seguimos lo anteriormente indicado.
· Desde Pamplona, salimos por la AP-15 y la A-10 hasta Alsasua donde cogemos la N-1 dirección Donostia. En Beasain tomamos la A-636 hasta Bergara donde nos incorporamos a la AP-1 sentido Donostia y seguimos lo anteriormente indicado
DESCRIPCIÓN
Cerca de la costa Vizcaína, en la comarca de Uribe Kosta, se encuentra la población de Munguía. Hasta aquí nos hemos acercado para tomar parte de una coqueta carrera donde el corredor es lo más importante. Había dos distancias a elegir, la larga de 27 kilómetros con el Tallu y el Jata como platos principales y otra más corta de casi 14 kilómetros donde no se coronaba ningún pico, pero si se atravesaban senderos preciosos, robledales de cuento y caseríos imponentes.
Días antes de venir a correr había quedado con dos de los organizadores de la carrera. Son Eukene, la presidenta del club de atletismo de Munguía y gran jefa de la carrera con su perenne sonrisa y Manu, una de las personas con más corazón que he tenido la oportunidad de conocer y la que ha ideado y trabajado estos dos preciosos recorridos. En esa quedada he tenido la privilegiada suerte de conocer de primerísima mano el recorrido.
CONSEJOS PARA REALIZAR ESTA RUTA
Hidratación. Es un recorrido corto y además tenemos un par de fuentes en puntos intermedios. Sera importante llevar agua, pero no tanto como otras veces.
Calzado. En cuanto al calzado, debido a la presencia de barro, hay que llevar uno adecuado, en época más seca no será necesario. Recomendable bastón de monte.
Dificultad. Ruta muy fácil porque son desniveles sencillos y sin ningún tramo duro. Excelente travesía para hacer con los más pequeños.
Ya nos metemos en harina y asomamos el día de la carrera por allí. Recogida de dorsal perfecta, sin complicaciones, bolsa en la consigna para después duchar y café antes de tomar la salida. Allí, en ese café, se fragua la alianza con las que iban a ser mis compañeras de prueba. Se trata de Nekane, Txaro, Itziar, Nuria y Verónica. En ese café comentamos lo complicado que iba a estar el terreno por las tremendas lluvias caídas durante la última noche. A pesar de que tenía la idea de disfrutar más que competir tanto a ellas como a mí nos aparecen los nervios de antes de la salida.
Ahora sí, situadas en la línea de salida de la distancia corta, esperan junto a mí a que se inicie la prueba. Arrancamos tranquilos por asfalto desde el centro de Munguía para, poco a poco, irnos alejando con el Jata vigilándonos a lo lejos. Tras un sube baja por hormigón tomamos la primera bajada por senda que termina en un pequeño puente de madera el cual nos ayuda a cruzar un pequeño arroyo. Txaro ya se ha quedado atrás, ya no la veríamos hasta meta. El resto nos dirigimos a una de las maravillas que vamos a descubrir hoy.
Se trata de un hermoso y frondoso robledal por el que transitamos gracias a un pequeño sendero que va poco a poco serpenteando mientras gana altura. No es complicado el desnivel que salvamos, lo que hace difícil el correr por él es la cantidad de barro acumulado que presenta. A partir de aquí excepto en algún tramo intermedio y la parte final será lo que encontremos en cantidades industriales.
Una vez coronado esta pequeña cota nos aproximamos a una de las partes divertidas de la prueba. Se trata de la bajada que nos han preparado para acceder al barrio de Larrauri-Markaida. Digo bien con lo de preparar ya que es un acceso que han ido abriendo en el monte para conectar con otra pista y así no pasar siempre por el mismo sitio, otro punto positivo para la organización y sobre todo para Manu, el ideario de todo esto.
Llegan las risas y los gritos de las chicas, también se oyen los míos, pero menos ya que me gusta este terreno. Con mucho cuidado y con muchos resbalones bajamos mientras en nuestros pies y piernas ya solo se ve un color, el marrón chocolate.
Una vez en la carretera de acceso al barrio llega un tramo más tranquilo tanto en terreno como en desnivel, el cual aprovecho para charlar con mis compañeras de aventura. Para todas ellas su idea de carreras es sobre todo disfrutar por encima de competir, eso no quita para que la vena competitiva siempre este ahí, pero lo realmente importante es poder compartir estos momentos y mantenerse lo más activas posibles, que doy fe que lo logran. Cada paso, cada charco, cada pequeño salto es verlas sonreír, comentar, ayudar a la compañera. Así da gusto ir al monte y yo he tenido la gran suerte de poder compartir con ellas esta mañana.
Llegamos al avituallamiento de mitad de carrera en Markaida. A estas alturas de la carrera ya nos empiezan a pasar los de la distancia larga y es por ello que ralentizamos un poco el paso ya que hay que estar pendientes de ellos para dejarles pasar, no en vano se están jugando los primeros puestos de la prueba. Y llega el otro momentazo del día, que son las enormes piscinas, no se pueden llamar de otra forma, que la lluvia ha formado en el camino. Ya como nos da lo mismo, atravesamos por medio de ellas y si bien el barro desaparece, llegamos a mojarnos hasta la rodilla en algunas de ellas. Eso si las risas no desaparecen, al contrario, se acrecientan según vamos pasando de una a otra.
Llegamos a la última subida, a buen seguro la más dura. Nos la tomamos con calma y yo en la medida que puedo les voy animando y descontando metros en su cabeza diciéndoles que poco a poco se va terminando. Coronamos y volvemos a tener un pequeño remanso de paz en cuanto a terreno antes de la última y exigente bajada. Se trata de un kilómetro de bajada repleta de barro que hay que tomarse con tranquilidad ya que es más fácil caerse que mantenerse erguido. Nos siguen pasando corredores de la larga que van haciendo auténticos malabarismos para no darse de bruces en el blando suelo.
Al final terminamos sin caer y afrontamos los últimos metros hasta la línea de meta por asfalto. La llegada en el centro de Munguía con toda la gente volcada en los alrededores de la plaza de los Fueros es muy bonita y mis chicas me regalan una preciosa llegada formando un arco con sus bastones a mi paso por la misma. Al final me han cuidado más ellas a mí que yo a ellas, lo tengo claro.
Queda regodearse con el excelente avituallamiento final que nos regala la organización, con comida de todo tipo y una refrescante cerveza que entra de maravilla. Decir que ha sido una fantástica mañana es quedarse corto, ha sido todo un lujo de prueba.
Por cómo nos han tratado desde la organización, del primer al último corredor, por las ganas que se les nota que han tenido para cuidar cada detalle, porque incluso has dejado el recorrido marcado de forma fija mediante unos carteles que ha trabajado y colocado Manu y su mujer. Porque el ambiente es puro de trail con compañerismo y apoyo entre todos los participantes. Y sobre todo por lo que nos hemos reído y manchado durante todo el recorrido. Hubiera sido divertido con menos barro, pero es un elemento que aporta ese plus de diversión. Solo puedo dar las gracias al club de atletismo Munguía y a Manu y Eukene en especial por tanto y tan bueno. El año que viene tengo que volver, pero a la larga, tengo pendiente pasar por la cima del Jata.
PLANES ALTERNATIVOS
Dos planes vamos a proponer para completar la jornada de hoy.:
· Visita a Munguía. Esta población de Uribe Kosta presenta muchos atractivos para el visitante, como son Landetxo Goikoa un baserri del siglo XVI declarado Bien Cultural, y que ha sido reconvertido en un parque temático sobre la mitología vasca. Debido al gran éxito que tienen las visitas guiadas de navidad en la que se puede visitar a Mari Domingi y Olentzero, el famoso carbonero que reparte regalos por todas las casas de Euskal Herria, este caserío también es conocido como “la casa del Olentzero”.La Iglesia de San Pedro destaca en el aspecto arquitectónico y religioso, también lo hace en la faceta histórica, debido a que en el interior se encuentran enterrados los señores de Butrón, Además, tenemos Andra Mari, antigua iglesia que ocupa un espacio muy especial en el centro de la localidad y en el que los viernes se celebra la azoka, lugar donde los baserritarras de la zona venden sus productos. Torrebillela es una casa torre que es el edificio más antiguo de todo Mungia. Junto a ella encontramos el molino de agua y Katetxea, también imprescindibles. Por último, la Fuente Alkartasuna o fuente de la Concordia, construida en 1883 en honor al primer acuerdo entre los dos ayuntamientos que había en Mungia (el de la anteiglesia y el de la villa).
• Visita al Castillo de Butrón. Se trata de uno de los castillos más bonitos e importantes de Euskadi. Una fortaleza ubicada en la localidad de Gatika, que nos traslada a la Edad Media. Se encuentra situado sobre una pequeña colina, rodeado por bosques centenarios. Un espacio idílico, que antaño fue testigo de algunas de las batallas más violentas de Bizkaia.
Y si queremos dar un gusto al paladar, visita obligada en Mungia es la Pastelería Lekuona, famosa por sus deliciosos bollos de mantequilla entre otras especialidades. Además, tenemos un montón de oferta de bares de pintxos y restaurantes donde poder reponer fuerzas de nuestra excursión.