El padre del bebé que este jueves cayó desde un quinto piso de una vivienda Gasteiz ha sido puesto en libertad después de prestar declaración ante la Ertzaintza. Mientras tanto, el niño de apenas once meses permanece ingresado en estado crítico en el Hospital de Cruces.
El padre, en libertad
El padre del niño del 21 años ha quedado ha quedado en libertad esta madrugada después de prestar declaración ante la Ertzaintza tras haber sido detenido por un posible delito de lesiones por imprudencia. Tendrá que personarse ante la autoridad judicial cuando sea requerido.
En estado crítico
El bebé de solo once meses permanece ingresado en estado crítico en el Hospital de Cruces donde fue trasladado anoche desde Txagorritxu al carecer el centro alavés de UCI pediátrica.
El padre podría estar dormido
Mientras tanto continua la investigación para esclarecer lo sucedido. En un primer momento fue la policía municipal de Gasteiz la que se hizo cargo del suceso, pero poco después el caso pasó a manos de la Ertzaintza, que ahora intenta determinar cómo un bebé tan pequeño pudo encaramarse a una ventana del quinto piso del inmueble del barrio gasteiztarra de Salburua desde donde cayó al vacío.
La vivienda situada en el cruce entre la calle 8 de marzo y Avenida Madrid no tiene ni balcones ni terrazas. Al parecer, en su declaración el padre habría comunicado a los agentes de la Ertzaintza que se quedó dormido en el momento en el que el niño cayó por la ventana.
Los hechos tuvieron lugar sobre las cinco menos cuarto de la tarde de este jueves cuando el bebé se encontraba al cuidado de su padre en la vivienda. La caída le podría haberle provocado una fractura craneal.
Tras ser atendido en la misma calle fue trasladado al Hospital de Txagorritxu desde donde fue derivado al de Cruces donde a esta hora permanece ingresado en estado crítico.
Evolución de la investigación
En principio, la primera valoración policial consideró ayer lo sucedido como “accidental”. Sin embargo, fuentes de la Policía Local explicaban poco después de los hechos a preguntas de este diario que aún se había estado investigando sobre el terreno.
De hecho, desde el exterior, a pie de calle, se podía comprobar cómo desde la ventana del piso los equipos forenses allí desplegados fotografiaban la zona en la que cayó el bebé.
Allí sobresalía la presencia de policías de paisano y de dotaciones de uniformados. En un momento dado, había hasta siete patrullas policiales rotuladas, tanto de la Policía autonómica como de la guardia urbana.
Parte del dispositivo se dedicó a investigar lo sucedido. La otra parte, a facilitar el trabajo de sus compañeros, evitando en la medida de lo posible que la presencia de numerosos curiosos obstaculizase el trabajo de los investigadores y de las unidades científicas.
Testigos de los hechos
Los titulares de la Farmacia Berasategi, cercana a la zona en la que ha tenido lugar el suceso, indicaban a este periódico casi una hora después de la hora de autos, que en la zona había desplegada una ambulancia en la que estaban atendiendo a la madre, presa de un ataque de ansiedad y nervios, y dotaciones de Bomberos.
Desde el Bar Alquimia añadían que las dotaciones policiales han impedido a los clientes salir del establecimiento hostelero, con el fin de facilitar así el trabajo de los servicios de emergencias allí desplazados.
Aparte, los agentes de Policía cortaron la calle, circunstancia que contribuyó a crear un tapón de tráfico considerable.
Sobre las 18.16 horas, al portal llegaba al portal una persona mayor muy afectada, presumiblemente, familiar del bebé, acompañada por la Policía.