Ayudar a las personas desfavorecidas, esa es una de las principales motivaciones que mueven a este hondarribiarra. Miembro de Klink Elkartea desde hace casi 50 años, Josema Nogueras ha participado en la organización de infinidad de iniciativas solidarias y es, precisamente, su amplia experiencia en este sentido lo que le ha llevado a asesorar en la actualidad a la junta directiva de la sociedad. Además, ejerce como secretario en la residencia de ancianos de San Gabriel, donde lleva colaborando más de 40 años. Por si esto fuera poco, se encuentra inmerso en la digitalización del fondo fotográfico compuesto por miles de fotografías antiguas de Hondarribia que ha ido conformando a lo largo de toda una vida.
En pocas palabras, ¿qué es Klink Elkartea?
Klink Elkartea se fundó en el año 1970 como sociedad benéfico-cultural. Desde el comienzo, la sociedad se volcó en impulsar iniciativas dirigidas a jóvenes y niños como el concurso de pintura, que este año ha cumplido su 52ª edición. También solíamos organizar un cross infantil cuando no estaba tan popularizado el deporte infantil, aunque hace años dejamos de celebrarlo. Pero si hay algo que caracteriza a Klink es la inquietud por las causas solidarias.
¿Qué tipo de iniciativas organizan?
La sociedad está muy centrada en las causas solidarias y en los últimos años hemos organizado multitud de comidas y cenas para recaudar fondos para distintas ONG. En los años 90 tuvo bastante repercusión una actividad que se llamaba Hoy cenamos con, y que consistía en que cada mes acudía un ilustre invitado. Después y hasta que llegó la pandemia, estuvimos organizando comidas, también con fines solidarios como la lucha contra el cáncer, el sida o las enfermedades raras. Ahora, la idea es reiniciar las comidas solidarias y los fondos que saquemos en el primero de los encuentros será para apoyar la investigación del ELA.
Y, ¿qué hicieron cuando estalló la pandemia?
Pues no nos quedamos quietos. Obviamente, debido al coronavirus, no podíamos reunirnos en torno a una mesa, por eso decidimos preparar menús solidarios que entregábamos a Cáritas de Hondarribia, a la parroquia de Betharram, a la asociación Munduko Begiak…
¿Cuánto han podido recaudar en este tiempo?
En cada uno de estos encuentros que te comentaba, recaudamos en torno a 5.000 euros. Pero en total, en cinco años habremos entregado alrededor de 160.000 euros.
Echando la vista atrás, ¿de qué se siente más orgulloso?
De haberme dedicado, siempre junto con otras personas, gratis et amore a trabajar en favor de gente necesitada. Me siento a gusto entregándome y ayudando a los demás.
Además de su labor en la asociación, ¿qué otras actividades le aportan satisfacción en su día a día?
Tengo un fondo de miles de fotos antiguas de Hondarribia que he ido recopilando durante más de 40 años y actualmente estoy identificándolas, clasificándolas y digitalizándolas. Es una labor ingente. Además, estoy escribiendo sobre diversos temas que reflejan la evolución de Hondarribia como las murallas, las procesiones de la Virgen del Carmen, o el tranvía Irun-Hondarribia. No pretendo hacer un estudio elaborado, sino recoger curiosidades que tienen un gran valor sentimental para la gente mayor del pueblo.