El atleta paralímpico Paul Makuri afirma sonriente que en otra vida elegiría también tener diversidad funcional y reconoce que ello le ha permitido vivir experiencias únicas y tener una existencia muy enriquecedora, que de otro modo le hubiera sido del todo imposible. “Cuando analizo las oportunidades de las que he disfrutado, me siento muy afortunado”, relata. “Además siempre he vivido con ella; no sé como sería la vida sin padecerla”.
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Pol nació con hemiparesia, una condición neurológica que dificulta el movimiento de una mitad del cuerpo, pero sin llegar a la parálisis, por lo que es un grado menor que la hemiplejia (parálisis total) y afecta a un niño de cada mil nacidos. Uno de ellos es este joven deportista de Sabadell que, a sus 31 años, se siente orgulloso de haber podido correr los Juegos Olímpicos Paralímpicos o competir en algunas de las carreras de montaña más técnicas del mundo.
Makuri fue uno de los invitados para narrar su experiencia de vida y su relación con el deporte en el II Foro de Debate Tejiendo redes para la inclusión a través de la actividad física y el deporte, organizado por la Fundación GaituzSport, en el cual expertos de distintas disciplinas dejaron patente que la práctica de la actividad física es un factor primordial de salud física y una herramienta de inclusión y socialización para todas las personas.
En el encuentro de debate participativo se alertó sobre los alarmantes datos adelantados en un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la actividad física en 2022, publicado el pasado mes de octubre, en el que se subraya que casi 500 millones de personas enfermarán en esta década por la inactividad física: enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y enfermedades no transmisibles. Si los gobiernos no toman medidas eficaces de manera urgente para fomentar la actividad física entre sus poblaciones, las dolencias de la falta de ejercicio les supondrá un coste de 27.500 millones de euros. Además, las personas con discapacidad y patologías son sectores de la población más susceptibles de ser físicamente inactivos.
¿Y por qué no?
Este no es el caso de nuestro protagonista Pol Makuri que, desde pequeño ha realizado todo tipo de deportes: hockey sobre patines, esquí de fondo o trailrunning que le han ayudado a mejorar su coordinación y su calidad de vida. “Mis padres siempre han creído en los beneficios del deporte; ellos eran muy activos y me inculcaron el amor por la actividad física y también la ilusión y la tenacidad para conseguir las metas que me proponía”, explica.
“Siempre he participado en carreras inclusivas con gente sin diversidad –en hockey era el único tenía una discapacidad– hasta llegar a competiciones ordinarias, pero conocer muchas historias de superación de personas que padecen diferentes diversidades funcionales, bien por la guerra, por accidentes, de nacimiento, me ha resultado impresionante. He visto las dos caras del deporte y he tenido la suerte de participar en las dos”, añade Makuri.
En el foro se proyectó su documental ¿Y por qué no?, producido por Salomon bajo la dirección de Biel Ràfois, donde se ha plasmado su inspiradora historia en la que repasa su vida y su intento de ser la primera persona con discapacidad funcional en acabar la dura Zegama-Aizkorri. Durante 15 minutos la cámara se convierte en su sombra. Filma la preparación de Pol, los nervios y la ilusión para llevar a cabo una prueba con la que ha soñado desde largos años. La cámara corre, vibra, sufre con él y no se le separa en todo el reto propuesto.
“Nadie me podrá quitar esos momentos tan felices vividos. Con el documental me gustaría trasladar a la gente, con discapacidad funcional o sin ella, que persigan y que luchen por sus sueños y que cuando los consigan lo compartan y lo disfruten con su gente. Es algo que te acompañará siempre”, reconoce.
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El documental no solo emociona al público en general, sino también al propio Pol, “porque era mi primera maratón de montaña, la primera de mi vida. Era consciente de que la podía hacer, porque después de la pandemia pude entrenarme a fondo y era consciente de cómo reaccionaba mi cuerpo. Me sentí espectacular y disfruté al máximo en Zegama. Fue una experiencia inolvidable”.
Inspiración
Su relación profesional con el deporte comenzó al conocer años atrás a una persona que, “al igual yo, sufría una discapacidad funcional. En la conversación me comentó que venía de competir en una Copa del Mundo. Se me encendió como una lucecita. Y empecé a preguntarme si él lo había logrado ¿por qué no iba a ser capaz de conseguirlo? Fue mi inspiración, un ejemplo a seguir y me ha ido muy bien”.
Pero cuando me adentré en ese mundo “al ver al resto de los paraolímpicos, también se me vino a la cabeza la idea de qué hago yo aquí. Pensé que me había equivocado, que no era mi sitio, pero recordé la conversación que había mantenido y después de compartir charlas y experiencias supe que estaba en el lugar adecuado”.
Desde entonces ha sido un no parar. Pol ha sido el único deportista en el Estado que ha participado en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2022 y ha participado en distintas pruebas de la Copa del Mundo de Skyrunning como Comapedrosa Skyrace, Buff Epic Trail o en Olla de Núria de las Golden Trail World Series.
Tras dejar la competición de esquí de fondo, el atleta catalán quiere centrarse en la montaña. “He cambiado de entrenador para trabajar mejor y sacar más rendimiento. Quiero compartir con la gente que me rodea mi trabajo con mi diversidad funcional en carreras de montaña”, explica Pol.
Pero no todo ha sido un camino de rosas en el transcurrir deportivo de este joven atleta paraolímpico. Aunque le gusta ofrecer la cara amable de la vida, reconoce que también tuvo importantes dificultades al acceder a las carreras convencionales.
Muros paraolímpicos
“Realmente es curioso, pero a nivel inclusivo no he tenido problemas ni con la familia, los amigos, los grupos ni la sociedad en general. Las trabas, los muros más importantes a los que te tenido que hacer frente me los he encontrado en el mundo paraolímpico. El mundo ordinario no me ha puesto impedimentos de ningún tipo”, explica. “En mi caso, la diversidad funcional que padezco, hemiparesia, se ve poco. Sin embargo, a nivel deportivo es de las más complejas. Y tal y como estoy clasificado me ponen unos criterios muy exigentes para las competiciones. Por eso, aunque sea contraproducente, los muros más complicados me los han puesto en el mundo paraolímpico”, apostilla.
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A pesar de todo, siempre ha estado motivado por lograr sus retos. “El tener objetivos y muchas ganas de vivir experiencias es importante en este mundo. Cada persona tiene sus sueños y el mío es deportivo; soy un enamorado de la montaña”.
A Pol se le nota que quiere crecer en el deporte y también como persona. “Al deporte le agradezco todos los días el haberme dado la capacidad de conocer mi discapacidad funcional y ser consciente de que habrá cosas que costará hacerlas. Pero estoy seguro que con ganas y motivación será posible”, comenta sin perder la sonrisa Pol, al tiempo que reconoce que Euskal Herria le encanta, no solo por su bella geografía, “sino por la pasión que sienten por la montaña”.