Gasteiz está hoy sumida en un ambiente deportivamente enrarecido. No todos los días se cesa a un entrenador, y el alavesismo aún está encajando la destitución de Luis García Plaza, ni se ve a Baskonia en una situación tan errática y desconcertante como la presente. Esta temporada, la del aterrizaje de Pablo Laso a su casa, está significando una montaña rusa llevada al límite. Y esta noche (20.30 horas) el desafío es máximo con la llegada del Fenerbahçe al Buesa Arena dentro de la decimotercera jornada en la fase regular de la Euroliga.
La prueba es extrema para un equipo que por momentos anda dando tumbos como los 116 puntos que el Valencia le encajaba, y encima en su cancha. Cierto es que Saras Jasikevicius llega al choque con bajas importantes como Hall, Pierre y Wilbekin, pero con la vitola de ser un equipazo y serias opciones de llegar lejos en esta edición, y así intentar reverdecer los laureles conseguidos hace ya ocho temporadas.
La escuadra turca comanda la clasificación con un balance de 9-3 y empatado con el deslumbrante París de Tiago Splitter. Otros favoritos como Barcelona y Real Madrid están más abajo. Referencias que tienen los azulgranas para, ahora con 5-7 en la tabla, intentar llegar al play-off que queda a dos partidos -a dos queda incluso el sexto puesto- y a uno del play-in, que precisamente ocupan los merengues. También a uno queda el tercero por la cola. Todo está de lo más comprimido.
El rendimiento de este colectivo, muy especialmente en defensa, está puesto en entredicho. Mucho queda por hacer y mejorar cuando este Baskonia es para una gran mayoría irreconocible, con más de 93 puntos de media recibidos en una Liga ACB en la que, desde su creación, jamás había iniciado una temporada con seis derrotas en nueve partidos. La última vez no se entró en la Copa. Este año...
Con Wade Baldwin IV, Guduric, Mahmutoglu, Zagars, Hayes-Davis, Melli, Birch, Marjanovic y Senli, este Fenerbahçe asusta. Lo hace con un dato de lo más elocuente. Los tres partidos que ha perdido lo ha hecho en su pista, ante Estrella Roja, Panathinaikos y Milán, este último la pasada semana. Todos sus viajes han resultado productivos, y ahora le toca Zurbano, frente a un equipo, el de Laso, en mal momento y que necesita, ante un rival de los duros de pelar de verdad, sacar las garras y lavar su imagen con la baja de Timothé Luwawu-Cabarrot debido a una rotura en el gemelo. El triunfo en Kaunas ha sido efímeramente balsámico tras lo del domingo. Hoy toca otra alegría.