La pensión de incapacidad permanente es una de las prestaciones económicas que la Seguridad Social puede dar y a las que una persona que sufre una enfermedad o un accidente que le impide ejercer su trabajo puede acogerse antes de la jubilación.
Una prestación cuyo objetivo no es otro que compensar esa pérdida de ingresos causada por el deterioro de la salud de las personas afectadas. La Seguridad Social cuenta con hasta cuatro grados de incapacidad permanente: total, parcial, absoluta y gran invalidez. Para optar a esa pensión, el trabajador afectado debe someterse a una serie de exámenes médicos llevados a cabo por el equipo de valoración de incapacidades (EVI) que determinarán si está incapacitado en un grado igual o superior al 33% para la profesión habitual.
La Seguridad Social diferencia entre cuatro grados de incapacidad permanente: total, parcial, absoluta y gran invalidez. Con la incapacidad permanente parcial el trabajador puede continuar ejerciendo su profesión, pero lo tendrá que hacer en un puesto diferente con un grado mínimo de un 33%. Con la incapacidad permanente total el trabajador no podrá realizar las tareas indispensables de su puesto, pero sí otras. Con la incapacidad permanente absoluta el trabajador no puede ejercer cualquier trabajo y tiene derecho a recibir una pensión del 100% de la base reguladora. La gran invalidez es un complemento de la pensión por incapacidad permanente absoluta que se le concede a aquellas personas que sufran de graves secuelas y necesitan de una ayuda externa para hacer actividades físicas.
Para optar a la pensión de incapacidad permanente, el trabajador sebe someterse a una serie de exámenes médicos llevados a cabo por el equipo de valoración de incapacidades (EVI) que determinarán si está incapacitado en un grado igual o superior al 33% para la profesión habitual.
¿En qué se fijan los médicos en un Tribunal para conceder la incapacidad permanente?
Con más de 420.000 visualizaciones y más de 6.500 me gustas, la publicación del abogado Andrés Millán, con nombre de usuario @lawtips, que cuenta con dos millones y medio de seguidores en TikTok, no ha dejado a nadie indiferente.
En ella, desvela en qué se fijan los doctores para conceder una incapacidad permanente.
"Tú cuando vas al Tribunal Médico llevas una serie de informes, ¿de dónde salen esos informes?", le plantea Andrés Millán al doctor. Una cuestión a la que el especialista le responde de la siguiente manera: "Esos informes salen del propio informe médico de la Seguridad Social, el informe médico de síntesis donde se recoge todo el historial y toda las pruebas que ellos pueden aportar y, además, se recoge el informe de tu actividad profesional previa. Todo eso, además de los informes de los peritos médicos que tú quieras aportar", comienza explicando el doctor.
"Tú llegas al Tribunal Médico y con los informes que ellos tienen más los que tu quieras aportar para que te concedan la máxima incapacidad permanente entras ahí y el médico que está en el Tribunal Médico va a estudiarte", explica el abogado. "El médico debe ser capaz de objetivar la deficiencia que tú tienes que te va a generar una limitación para realizar el trabajo. Es decir, tiene que convertir tu problema en una incapacidad para trabajar", añade el sanitario.
"Lo importante es la deficiencia que tú tengas conforme el trabajo que realices, y entonces se contrasta con los baremos, se ve cuál sería tu discapacidad y, en función de eso, te dan la incapacidad del grado correspondiente", prosigue explicando @lawtips.
El estado físico y mental debe ser consecuente con la deficiencia que se está alegando
"Es muy importante ver el estado, si tú por ejemplo tienes una baja, una incapacidad por una depresión y de repente llegas al tribunal saltando, pues nadie se va a creer que tienes una depresión. En cierta medida tiene que ser consecuente tu estado físico y mental con la deficiencia que se está alegando, para que haya coherencia y no vean que es un fraude o un engaño", relata el doctor.
"Vestirse normal, no tomarse ibuprofenos ni nada que altere tu estado anímico, ni que rebaje tu dolor y, por ejemplo, los dolores que tú tengas que se vean. Si a ti te duele la espalda, cuando te sientes que se note que se duele la espalda, no lo disimules. Ellos tienen que ve que tú estás mal, lo que no tienes es que disimular", explica el abogado. A lo que el doctor añade: "Tienes que intentar ir de la forma más natural posible y expresando lo que verdaderamente tienes".