Muchos aficionados realistas se preguntan los motivos por los que el Maccabi de Tel Aviv juega sus partidos en Belgrado. Es evidente que el país está en guerra en su cruenta y encarnizada ofensiva en Gaza y Líbano, por lo que no puede jugar en su estadio, pero, al contrario de lo que hizo con los rusos cuando invadieron Ucrania, la UEFA les permitió buscar un escenario neutral para competir donde pueda garantizar la seguridad.
Preguntado un conocido periodista de un medio local serbio que prefiere mantener su anonimato la respuesta es evidente: "La respuesta clave a todas las preguntas es la política. Serbia es un país autocrático donde un hombre decide todo. Es presidente del Estado y su influencia en todas las cuestiones deportivas es enorme. Es un gran admirador del Estrella Roja y el Partizán sufre durante su regencia. Los fanáticos del Partizán boicotearon los partidos del club de fútbol los últimos años debido a eso y a los directivos que gestionaron y arruinaron el club. El lunes, después de diez años del peor período de la historia de Partizán, el presidente y el secretario general fueron finalmente destituidos. Pedja Mijatovic y Danko Lazovic se han convertido en los nuevos gestores temporales del Partizán".
En el baloncesto la situación es diferente: "El motivo tiene nombre y se llama Zeljko Obradovic, que es el ídolo de los aficionados y apoyan al club de baloncesto principalmente gracias a él. Ahora con Mijatovic en el club, todos esperan el regreso de los aficionados al estadio del Partizán. Durante el boicot, hace unas semanas, sus propios aficionados arrojaron ácido y vidrio al campo antes del derbi contra el Estrella Roja. El campo no está en muy buenas condiciones".
El Maccabi de baloncesto juega sus partidos de casa en Belgrado "desde el año pasado. La conexión probablemente sea política porque el presidente tiene poderosos consejeros de Israel. A la mayoría de la gente en Serbia no le gusta la idea de que los clubes israelíes jueguen partidos en casa en Belgrado, pero no le dan mucha relevancia. Debido a las medidas de seguridad, los aficionados serbios no podían ver los partidos de baloncesto y fútbol del Maccabi. Imagino que uno de los motivos para jugar en Belgrado es el técnico del Maccabi, Zarko Lazetic, exjugador y entrenador del Partizán".
La visita de la Real pasa por ahora completamente inadvertida en el país: "La gente no presta atención a los partidos del Maccabi en Europa, por lo que probablemente la mayoría de los serbios ni siquiera saben que la Real jugará en Belgrado esta semana".
El exmadridista Mijatovic pedía tiempo ayer en Mozzart Sport para poder cambiar la historia de su querido Partizán, con el que eliminó a la Real en 1990 en los penaltis: "Somos conscientes de lo que nos espera. No venimos a prometer, sino a trabajar. Sé que todos desearían tener una varita mágica, pero la situación es diferente. Necesitamos energía positiva. Habrá decisiones impopulares. Necesitamos el apoyo de todos los aficionados para que los pitos se conviertan en aplausos. En la casa del Partizán, por mucho que aportemos energía positiva, si hay apoyo de la gente, todo irá bien. La situación es muy difícil y complicada, pero no irresoluble".
El horno no parece estar para hacer demasiado caso a la visita de la Real al Maccabi en Belgrado.