Entre el subidón de su concierto multitudinario en Aste Nagusia, el más multitudinario de las fiestas de Bilbao, unas cortas vacaciones y la grabación de su próximo disco. Así se encuentra Iñigo Etxezarreta, el compositor, guitarrista, cantante y líder de En Tol Sarmiento (E.T.S.), que considera inolvidable su recital en la capital vizcaina, que congregó a más de 15.000 personas en el Parque Europa de Bilbao. “Es ya uno de los más importantes de nuestra vida. Fue el broche final a años de sembrar camino en Bizkaia, todo un regalo”, indica el músico alavés en esta entrevista.
El sábado actuaron en Iparralde, en Milafranga, pero no sé si continúan con el subidón del concierto del viernes en Bilbao, en el Día Grande de sus fiestas.
Sabíamos que sería uno de nuestros conciertos más importantes del año, pero vista la repercusión lograda se podría decir que es de los más importantes de toda nuestra vida. Y no solo por toda la gente que acudió, sino por lo que supuso como broche final a todos estos años de sembrar camino en Bizkaia. Ha sido como un regalo.
En Bizkaia se les ha tratado siempre muy bien.
Sí, siempre ha sido una tierra especial, abonada para el grupo. Fue el primer herrialde en el que nos empezamos a dar a conocer en 2012, hace ya una década. Los anteriores siete años apenas salimos de Rioja Alavesa hasta dar el salto a Bizkaia. Lo que no sé es la razón, si es porque tenéis más movimiento o porque nuestra discográfica, Baga Biga, es de allí. Lo cierto es que siempre nos hemos sentido muy mimados en el herrialde y en nuestros conciertos se baila más que en otros sitios.
Han pasado a la historia al protagonizar el concierto con más público de las fiestas. ¿Orgullosos?
Joé… imagínate. A veces no se es consciente de estas cosas. Sí vemos los números y sabemos que el grupo está muy potente últimamente, tanto en directo como en discos y que la gira en teatros también fue muy bien, pero que te digan que el nuestro fue el concierto más multitudinario de fiestas es una pasada. Ya habíamos tocado en Aste Nagusia antes, pero en txosnas, y en Bilbo no controlamos los espacios. Por ejemplo, no sabíamos si era mejor tocar en Abandoibarra o en el Parque Europa. Este último era una apuesta porque está lejos del centro urbano.
Y el escenario tiene algún problema de visión y sonido por tanto árbol.
Eso vimos, sí. Ese fue el feed back que recibimos. Sabíamos que parte del público igual tenía problemas para ver y oír, que no iba a ser de la mejor manera. Y eso que había inversión en equipo, pero hubo mucha gente. Nosotros no veíamos el final de la muchedumbre.
El Ayuntamiento cifró la asistencia en 14.000 personas, pero la opinión generalizada es que hubo bastante más.
No entiendo mucho de estos baremos, pero tampoco creo que sea lo más importante, sino el sabor de boca que se nos quedó; fue muy bueno y días después las redes sociales siguen echando humo. Ahora nos toca parar y nos vamos a acordar todo el año, diría que toda la vida, de este concierto. Y más después de estos últimos y duros años. Ha sido como un regalo que agradecemos mucho.
De todas formas, la entrega está asegurada con ETS, independientemente del aforo del concierto. Me dijo una vez: “somos un grupo de directo, de pueblo y fiesta”. Y ahora, también de capitales.
Venimos de Rioja Alavesa, de Yekora, aunque algunos miembros vivan en otros lugares, y sí, al principio nos decían que veníamos de un pueblo y que tocábamos en ellos. A día de hoy, parece importante poder tocar en salas y festivales, pero no renegamos del circuito que hemos hecho todos estos años y donde se nos ha tratado muy bien. Nos ha hecho grandes la gente, eso es lo que te hace crecer; en nuestro caso, poco a poco. En Euskal Herria hay un circuito muy importante de fiestas de pueblos y ciudades; son los que hacen que hoy en día podamos vivir de esto. Hay que valorarlo.
¿E.T.S. es ya un grupo totalmente profesional? Antes, tenían otros trabajos diarios.
Solo yo vivo de la música. Soy la persona que coordina, compone y lleva el engranaje del grupo detrás. El resto de componentes siguen con otros trabajos.
¿Qué ve cuando mira 17 años atrás por el retrovisor? El salto es innegable, tanto cualitativa como cuantitativamente. ¿Siente cierto vértigo?
Vértigo no, ha sido una progresión natural. Es cierto que hubo un cambio muy fuerte de 2011 a 2012, con el primer disco. Ahí sí sentí vértigo, pero después todo fue progresivo, lo que nos ha servido para tener los pies en la tierra y crear una estructura fuerte y de calidad, totalmente profesional. Hay una base potente ya. Al contrario, creo que quien sube muy rápido tiene las mismas posibilidades de bajar.
¿Siguen siendo tan autocríticos? Hace poco negaban estar en Primera División
Ahora sí, no lo podemos negar (risas). Jamás esperamos que tanta gente nos escuchara. Y éramos autocríticos porque la mayoría no somos músicos profesionales y de conservatorio, y hay mucho nivel técnico de ejecución en Euskal Herria. Nosotros lo intentamos hacer lo mejor que podemos con responsabilidad y humildad, pero no somos los mejores músicos. Otra cosa es que las canciones que compongo, especialmente las melodías, que son la base fuerte de la banda, lleguen a miles de personas. Son dos mundos diferentes. Algunos nos dicen que hemos dado con la tecla, pero solo hacemos la música que nos gusta a nosotros. Si coincide que gusta a miles de personas, perfecto.
Siempre se les asocia al mundo del ska y el rock, pero también suenan muy pop.
Tienes razón, sobre todo en las líneas melódicas. Y con el disco nuevo que estamos preparando ahora, en el que nos estamos alejando de lo que hemos hecho tantos años, está aflorando esa base más pop al apartar algo las distorsiones de la guitarra y los ritmos rápidos. Hay que decir que somos un grupo muy pop, y sin ningún complejo. Por eso gustamos a tanta gente. Y es una música que oímos, y más con cierta edad y una evolución encima. No hay que tener miedo ni complejos a decir que eres popero. Lo importante es que nosotros y la gente disfrutemos con la música, dan igual los estilos.
¿Qué puede adelantar del disco nuevo? ¿Incorpora menos reggae, ska y rock?
No habrá más baladas, pero sí será un disco más tranquilo y muy cuidado. Será un homenaje a la música popular y a los pueblos, a la vida de calle y a sus fiestas. Será el primer álbum que trataremos, desde el punto de vista de la producción, sin mirar atrás, de dónde venimos y sin pensar tanto si a la gente le gustará o no. Me he centrado mucho en las canciones y si quieres ser sincero, tengo la esperanza de la que gente lo note. Se trata de hacer lo que te salga de dentro y no lo que hemos hecho a veces, llevar canciones que no eran rockeras o ska a esos terrenos porque era nuestro estilo. Hay que ser capaces de hacer las canciones con el estilo y la melodía que te pidan, y el disco incluirá estilos nuevos.
¿Tiene fecha?
Iremos con las canciones de adelanto a partir de septiembre. Tiene título desde hace año y medio, del que di alguna pista en el concierto de Bilbo (risas). Quien no estará es Pello Reparaz a la producción, ya que anda muy liado con ZETAK. Colaboramos con Genis Trani, que ha trabajado con Green Valley y Buhos. La grabación no ha concluido, en absoluto. Debería estar más adelantada porque se editará de cara a la Azoka de Durango. El otro día grabé la voz aquí, se hace parte del trabajo en Barcelona… Va a ser muy heterogéneo en ese sentido.
El último es un álbum muy positivo, marcado por llamamientos a disfrutar de la vida y aprovechar las nuevas oportunidades que surgen en el camino. Hace falta una visión así ante los dramas de todo tipo que nos acosan últimamente ¿no cree?
Creo que sí. De hecho, Zurekin batera, que se editó después del ultimo disco, venía de una emoción bastante negativa como el confinamiento y le buscamos un punto positivo para ofrecer un punto de esperanza. Sobre Aukera berriak, algunos nos han dicho que parecía premonitorio, ya que luego vino la pandemia y todos tuvimos que reinventarnos tras ella. El concepto principal del futuro disco será otro, pero seguirá ahí una luz de esperanza. Te adelanto que hay una canción triste, muy triste, pero el resto tienen un punto positivo.
¿Sus dos últimos éxitos:‘Zurekin batera’ y ‘Sumendiak’, estarán en el disco nuevo?
Buena pregunta (risas). Le llevamos dando vueltas muchos meses a la cuestión. Tendrá entre 8 y 10 temas nuevos, y la duda es si incluir esas dos canciones editadas últimamente. El álbum viene marcado por la realidad más reciente que hemos vivido y aunque no hable de pandemia, sí su germen o primera idea pueda estar en Zurekin batera. Y la gente creo que valoraría que ese tema y Sumendiak, que son dos de los que más se están escuchando, puedan estar en un formato físico. Por lo tanto, en principio sí irán.