Son muchos los detalles de la investigación que se han filtrado a pesar de que hay decretado un secreto de sumario sobre la investigación abierta por la Ertzaintza y que ayer daba un nuevo giro cuando el principal sospechoso, sobre el que pesaba una orden internacional de busca y captura, se entregaba en la comisaría de Irún. A partir de aquí y a la espera de que el Departamento de Seguridad informe oficialmente esta tarde de este caso, son cuatro los procedimientos judiciales abiertos y muchas dudas sobre si hay o no un asesino en serie en Bilbao.
En Onda Vasca-Grupo Noticias hemos hablado con dos expertos en busca de entender el perfil del que, de momento, aparece como principal sospechoso.
El experto en seguridad César Charro destaca en primer lugar que el acusado va a tener que explicar por qué coincide su estancia en el domicilio de estas personas con las fechas en las que murieron, por qué se encontró en su mochila extásis líquido, sustancia que habría aparecido al menos en el cuerpo de una de las víctimas, y por supuesto el intento de estrangulamiento de un hombre que habría provocado el inicio de esta investigación junto a otros indicios.
¿Estamos ante un asesino en serie?
Para la psiquiatra forense Patricia Alcaraz, no hay dudas. "Un asesino en serie es el que cuenta con tres víctimas que tienen características similares", explica. Y ese hecho, el que sea sospechoso de más de tres asesinatos, hace que tengamos que hablar de un asesino en serie. Eso sí, puntualiza, el movil es robar. "Yo creo que no tiene que ver que sean LGTBI. Usaba la red de contactos. No tiene que ver que sea gay o no. Mata y lo hace sin escrupulos", subraya.
Alcaraz explica que en esta investigación lo más difícil es ver si hay extasis liquido en los fallecidos. "La sustancia desaparece muy rápido del cuerpo, sólo dura de 4 a 12 horas", asegura. "Si se han guardado sangre y orina hay un metabolito que puede perdurar 20 o 30 horas y podría ser detectado. Es lo único. Del extásis líquido nada", remarca.
Sin embargo, añade César Charro, son muchos otros los indicios además de la sustancia en sí. "Los asesinos en serie son escasos los que se mueven por motivos económicos pero hay unos cuantos", afirma y de ahí que en su opinión, el modus operandi del sospechoso encaje a la perfección.
Modus operandi
En opinión de Patricia Alcaraz, todo apunta a que daba una cantidad a la víctima para que desvelara las cuentas bancarias. "Sabía lo que hacía. Si le das una cantidad no muy grande, esa persona luego consume alcohol es mortal. Produce una parada cardiorespiratoria", explica.
Charro destaca que el seguimiento por las redes sociales y los contactos va a ser fundamental. "Hay sospechas de otras Comunidades Autónomas y habrá dejado rastro de su presencia, otras personas con las que haya contactado. Se necesita tiempo y paciencia. Irán saliendo datos", subraya. En opinión de Alcaraz "puede haber más que ocho". El problema, añade Charro, es que hay una especie de "estigma social" con las redes de contactos. "Somos reacios a confesarlo. Ahí reside uno de los principales problemas a la hora de detectar otras víctimas", subraya.
El experto en seguridad considera que el modus operandi se ha ido refinando. "La mayoría de las muertes que se están investigando no son violentas". "Muchas veces en el caso del asesino en serie desorganizado el hecho de que le sale bien es lo que le hace seguir. Si se confirmaran los casos no estamos ante una inteligencia privilegiada, sino un señor amparado en red de contactos y que ha tenido suerte", afirma.
"No es lo mismo matar a sangre fría que dar una droga con alcohol y marcharse. Él sabe que va a matar pero no ve morir a sus víctimas", añade Patricia. "Le ha salido bien, lo repite y cree que no le van a pillar", afirma.
¿Por qué se ha entregado?
"Es un caso atípico", reconoce esta psiquiatra forense. "Se ha entregado porque estaba su foto en todas partes. No ha visto escapatoria", explica.
Para César Charro es un gesto más de un asesino en serie. "Creo que piensa que va por delante de la policía y se cree más listo que la policia y que sus víctimas porque muchos casos le han salido bien. Vamos a ver resultados. El dato de negarlo todo me da a pensar que es un asesino en serie desorganizado", asegura.
Otro debate que se ha abierto es sobre la publicación de la foto del sospechoso. "Es polémico" reconoce César Charro si bien considera que sí es efectivo y útil. "Me cuesta definirme pero la de Antonio Anglés se publicó", subraya.
Patricia Alcaraz señala que al ser una persona que ha contactado por las redes sociales, las posibles víctimas "le tienen que ver para saber si han estado con él". Y añade, "yo creo que sabe perfectamente lo que hace al entregarse" y en su opinión, publicar su foto "ayuda más que perjudica" a la ciudadanía.