Eneko Andueza: “El PSE va a decidir cuál va a ser el futuro gobierno de Euskadi y las políticas que va a poner en práctica”

El secretario general de los socialistas vascos ve a su partido como “única referencia de izquierdas” en Euskadi y tiene palabras de reproche para el resto, especialmente EH Bildu, formación que llama a poner frente al espejo del papel que desempeñó durante los años en que ETA estuvo en activo.

Se insiste en la importancia de aislar estas elecciones del ruido generado en el resto del Estado pero no dejan de producirse sobresaltos como el adelanto electoral en Catalunya o la tramitación de la ley de amnistía. ¿Por qué es importante esta cita con las urnas?

—Porque en estas elecciones se decide el futuro de Euskadi entre tres modelos: seguir en la autocomplacencia, transitar por el camino del independentismo o poner en marcha el cambio de guion que ofrecemos los socialistas vascos.

Ha marcado distancias con su actual socio, el PNV, afirmando que los socialistas han realizado una mejor gestión en el Gobierno vasco en la pasada legislatura.

—Lo ponen de manifiesto los datos objetivos de una bajísima tasa de desempleo y de una altísima empleabilidad entre las franjas jóvenes. Lo dictaminan también los más de 7.000 jóvenes que han accedido a ayudas para poder emanciparse, el altísimo índice de uso del transporte público gracias a los descuentos que hemos puesto en marcha, las cifras récord de visitantes de turistas que tenemos en Euskadi… Pero lo dicen también todos los estudios sociológicos. Cuando todos coinciden en que dentro de una coalición de gobierno que está extendida a todas las instituciones el PNV está a la baja y el PSE al alza, quiere decir que la gente sabe distinguir perfectamente. Y valora muy positivamente el papel, el trabajo y la gestión de los socialistas en esos gobiernos.

También arroga al PSE la capacidad de que el Ejecutivo vasco se vuelque en las políticas sociales. ¿Cómo valora la labor del Gobierno en esta materia?

—Es que las políticas sociales hay que creérselas para que sean eficientes. Y nosotros llevamos un programa muy ambicioso sobre todo con el modelo de cuidados Gizakidetza, que responde al reto demográfico, uno de los más importantes de este país. Euskadi es una sociedad muy envejecida en la que la esperanza de vida, afortunadamente, es altísima pero eso tiene unas derivadas en el empleo, en las pensiones y en un modelo de cuidados que en estos momentos no está respondiendo adecuadamente a las demandas que tiene la ciudadanía.

Otra de las principales diferencias entre las dos formaciones se sitúa en torno a la Ley de Vivienda.

—El PSE impulsó la Ley de Vivienda de Euskadi y el PNV votó en contra. Pero es curioso porque luego le escucho al candidato del PNV, al señor Pradales, poner en valor todas esas políticas de vivienda que estamos desarrollando los socialistas en el Gobierno. Y sucede lo mismo con la política de vivienda del Gobierno de España, a la que también votaron en contra. No solo son complementarias, son necesarias porque dotan de un marco legal que nos permite poner en práctica políticas eficaces que refuerzan el papel del alquiler protegido que está beneficiando a tantos jóvenes. Las políticas de vivienda en Euskadi están siendo un ejemplo para todo el Estado.

Hasta la fecha habían sido reticentes a respaldar el establecimiento de una tasa turística en Euskadi pero ya apuestan por ello.

—Es un momento óptimo en el que el sector del turismo se está convirtiendo en un pilar importantísimo de la economía vasca. Aplicar la tasa turística supondría que las instituciones tuvieran más herramientas económicas para poder mejorar determinados aspectos ligados al sector del turismo. Es una buena herramienta sobre todo para tener un turismo sostenible, no como el turismo salvaje de otros lugares de España, y un turismo de calidad, que es lo que nos distingue también.

Ha cargado contra el nuevo estatus por el que abogan PNV y EH Bildu. ¿Toca reformar en esta legislatura el Estatuto de Gernika?

—Ya llevamos unas cuentas legislaturas en las que hubiera tocado renovar el Estatuto de Autonomía. Y si no ha sido posible ha sido precisamente por el PNV y Bildu, que a la hora de la verdad han tirado a su obsesión en vez de a tener un Estatuto que nos permita afrontar con otras garantías el futuro de Euskadi. Siendo el primer Estatuto de Autonomía que se aprobó en España, que todavía no lo hayamos reformado es una anomalía evidente. Toca renovarlo blindando todos los derechos que hemos conquistado durante estos 44 años. Y sobre todo, renovando un acuerdo entre diferentes que nos haga más iguales, en el que se respete la pluralidad de este país y que convierta a Euskadi en un país más competitivo.

¿Existe un problema con el modelo policial de la Ertzaintza, como afirma EH Bildu?

—Creo que no tanto con el modelo, en este sentido EH Bildu tiene un punto de obsesión importante. A la Ertzaintza lo que le hace falta es, primero, firmar un convenio que mejore las condiciones laborales de los agentes, y segundo, dotar de medios humanos y materiales suficientes para hacer frente a una situación en la que la seguridad empieza a ser una preocupación importante en buena parte de la sociedad con nuevos tipos de delincuencia que están irrumpiendo en Euskadi y que hasta la fecha no conocíamos, como bandas internacionales, delitos de ciberseguridad, etc.

En los últimos tiempos desde su partido han insistido en la exigencia democrática a EH Bildu.

—Todo lo que sea una interpelación a su pasado les tiene que provocar vergüenza. Se sienten muy molestos cuando les situamos frente a su espejo para que reconozcan lo que una inmensa mayoría de la sociedad vasca está esperando, que fue su papel activo, su responsabilidad como brazo político de ETA en aquellos años tan terribles.

Ello se ha visto acentuado por algunas consideraciones del candidato de EH Bildu a lehendakari, Pello Otxandiano, respecto a ETA.

—Me parece deleznable que el señor Otxandiano califique a ETA como un “ciclo político”, cuando hubo cientos y cientos de asesinatos, se aplicó la extorsión a empresarios y se secuestró, se amenazó y se acosó a todo aquel que no pensaba igual que ellos. Y que incluso intente despojarse de cualquier responsabilidad diciendo que su generación no pertenece a aquella época. Yo soy de su misma generación y he vivido en mis propias carnes el acoso del terrorismo. Por tanto, que no intenten tomar por tonta a la sociedad vasca, que sabe muy bien dónde estuvo cada cual en esa época.

Sobre los pactos poselectorales, su posición es que no apoyarán a un candidato a lehendakari de EH Bildu pero sí aceptarían los votos de esta formación para acceder a Lehendakaritza.

—Es que no nos queda más remedio. Es decir, cuando un partido decide optar por una opción política, quién es el otro partido para prohibir que le voten. De la misma manera que no sé con quién voy a pactar, sé con quién no voy a pactar, y yo no voy a acordar con EH Bildu ni voy a hacer lehendakari a un candidato de EH Bildu, ni voy a firmar ningún tipo de acuerdo de gobierno con EH Bildu. Por una cuestión ética pero sobre todo porque nuestro modelo de gobernar es totalmente diferente y porque no compartimos un modelo de país que, en su caso, tiene como fin absoluto la independencia.

¿Qué papel pueden desempeñar Podemos y Sumar? No han sido capaces de concurrir juntos...

—Queda claro que la única referencia de izquierdas que queda en Euskadi es el PSE. Yo les veo en sus peleas internas y a EH Bildu le veo en su afán por construir una Euskadi independiente. Por tanto, la izquierda responsable, activa y que da estabilidad a este país y permite que avancemos es el PSE.

Sobre la mesa para este cuatrienio está la Ley Educación, que se aprobó pero no con la mayoría que era deseada en un principio.

—Probablemente no fue la mayoría que desearían algunos. Yo estoy muy satisfecho con el resultado y con la aprobación de esa Ley de Educación porque refuerza el papel de la escuela pública y se centra en la mejora de los resultados de los alumnos. Ahí está el principal reto cuando la próxima legislatura nos toque desarrollar normativamente esa ley.

¿Qué proponen para Osakidetza?

—La pandemia ha enseñado todas las costuras de nuestro sistema sanitario, que en otros momentos fue la envidia de todo el país. Hay retos inmediatos como reducir las listas de espera y reforzar la atención primaria, y hemos propuesto incorporar 2.000 profesionales sanitarios más. Hay que prestarle muchísima más atención a la salud mental, luchar contra la soledad no deseada, reforzar la atención de enfermos crónicos y el nuevo modelo de cuidados que sería Gizakidetza.

Asegura que el PSE obtendrá un mejor resultado del que vaticinan las encuestas.

—Si atendemos a las encuestas y a los resultados que posteriormente se han dado pasa una cosa curiosa y es que siempre nos dan por debajo de lo que realmente sacamos. Y si en esta coyuntura todas nos dan en un sentido ascendente, estoy convencido de que el resultado será bastante mejor. En Euskadi se entiende el proyecto socialista y creo que eso es una gran noticia porque el PSE va a ser quien va a decidir cuál va a ser el futuro de nuestro país, el futuro gobierno y el futuro de las políticas que va a poner en práctica.

¿Se ha degradado el ejercicio de la política en el Estado? Ha derivado en que PSOE y PP se tiren los casos de corrupción a la cabeza.

—El PP se está convirtiendo en un elemento peligroso para la propia democracia porque constantemente pone en duda la calidad democrática de este país, incluso la calidad de nuestras instituciones. A partir de ahí, el PSOE ha actuado con absoluta contundencia frente al único caso de corrupción que ha tenido durante el Gobierno de Pedro Sánchez y automáticamente ha exigido el acta y ha expulsado del partido a quien considera responsable político de esa trama de corrupción.

¿Qué puede suponer el regreso de Carles Puigdemont?

—Que puede ser el líder de la oposición a un gobierno de la Generalitat liderado por Salvador Illa, que es el único que ha dado muestras de responsabilidad y de contribuir a la estabilidad en Catalunya.