El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha llamado al entendimiento al considerar que “el PSE está siendo totalmente desleal” en la gestión del transporte público, en respuesta a las acusaciones que había hecho contra el PNV el líder de los socialistas vascos, Eneko Andueza, y en el debate sobre la prolongación o no para 2023 de la ayuda a los viajeros. Una decisión que las instituciones vascas tienen sobre la mesa y que en el caso de Donostia y Dbus supondría “unos 10 millones de euros” si se prolongan durante 2023, según ha anunciado el primer edil. Una medida para cuya financiación Goia ha exigido certezas a las instituciones superiores al ámbito local, empezando desde el Gobierno español. En el conjunto de la CAV, y sin contar Renfe, elevaría el coste a 89 millones de euros de ingresos menos.
“Está siendo desleal y no es nuevo”, ha descrito Goia la relación del mandato con el área de Movilidad de la Diputación Foral de Gipuzkoa que dirige Rafaela Romero. Según ha afirmado el primer edil en la entrevista en el programa Faktoria de Euskadi Irratia, “no ha habido manera saber datos usuarios de transporte público, cuando se les ha pedido que los autobuses de Lurraldebus evitaran paradas de diez minutos en la Avenida de la Libertad o ya se vio también cuando queríamos peatonalizar la plaza Gipuzkoa qué reacción recibimos. Me parece que la Diputación Foral de Gipuzkoa está actuando contra Donostia en temas de movilidad”.
El primer edil ha circunscrito esos problemas hacia fuera de la institución, ya que dentro del Ayuntamiento ha afirmado que la alianza PNV-PSE está funcionando bien: "En estos tres años y medio la relación ha sido de normalidad y cuando ha habido dificultades y diferencias las hemos superado mediante el diálogo. Mi valoración es buena y la valoración par la ciudad, también, con esa capacidad de sacar adelante los proyectos para la ciudad".
Caos en Atotxa
Cuestionado por el caos del lunes con motivo del traslado de la vieja estación de Atotxa a la provisional con entrada desde Tabakalera, Goia ha señalado que el mismo lunes por la mañana habló “con un responsable de ETS viendo la situación, a ver qué pasaba. Las explicaciones que me dieron fueron las que luego hicieron públicas. Los trabajos que pensaban concluir el fin de semana se retrasaron y hubo perjuicios notables para los usuarios. Han pedido perdón, pero les pediría que anduvieran más finos, sobre todo cuando hay riesgo de perjudicar a tanta gente”.