Durante el confinamiento más estricto anhelábamos volver a perdernos entre el verde escuchando los pájaros, incluso la lluvia que a veces acompaña la ruta, "gracias a la cual podemos disfrutar de estos paisajes", como bien apuntó el alcalde de Karrantza, Raúl Palacio. Medicina para cuerpo y mente que Enkarterri se ha interesado por prescribir ofertando los llamados baños de bosque. Profesionales del sector turístico aprendieron el viernes en el balneario del valle de este tipo de paseos reparadores que ya se programan en otros lugares, también de Euskadi.
"Como animales pensantes, culturales, interactuamos con la naturaleza y esta nos modifica", aseguró Gabriela Rodríguez, presidenta de la asociación La Verveine –situada en el departamento francés de los Pirineos Orientales limítrofe con Catalunya–. Compartió su modelo de gestión respetuosa con el entorno, tanto los parajes como quienes los habitan en lo económico, ambiental, cultural o social que incluye los cada vez más populares baños de bosque.
Se trata de una práctica ancestral en Japón y Corea" que consiste en "una mejora de la salud física y psicológica respirando las sustancias que liberan los árboles, entendiendo su dinámica biológica y utilizándolo como un espejo para relacionarnos con nuestros congéneres". El ritmo de vida actual "nos somete a un bombardeo de estímulos que absorbemos de una manera muy rápida" de las que estas caminatas "nos permiten desconectar al tiempo que activamos con más intensidad la parte inferior del cerebro, que produce una bajada del nivel de estrés y nos invita a estar de una manera diferente en la vida".
Sabiduría de la tierra
Con una doble formación de jurista y psicóloga, Gabriela ha cursado un posgrado de la Universidad de Girona sobre el significado y valores espirituales de la naturaleza. Defiende "recuperar la sabiduría de la tierra, salir de la mirada que sitúa al ser humano en el centro" y abandonar "la idea de que tenemos salud cuando no enfermamos".
En los recorridos recreativos "se ofrecen explicaciones sobre los árboles, cómo se comunican a través de las raíces o qué son los terpenos que respiramos de ellos". Los de bienestar están pensados "de forma más conceptual con un efecto individual o de grupo". Por último, para los terapéuticos se requiere información previa relativa a los participantes porque "no se trabaja igual con un grupo en situación de duelo que estrés postraumático o, por ejemplo, a quienes padecen hipertensión no les convienen los encinares". El guía de montaña Juan Belmonte aconsejó "lentitud exagerada" al ponerse en marcha porque debemos concedernos tiempo, la prisa resulta incompatible con la capacidad de sentir todo lo que nos rodea". Además, el silencio "sienta la base para generar pensamientos nuevos y unirnos más a nosotros mismos". Ligado a la sostenibilidad, "asumimos ciertas renuncias: no llevamos gente al bosque en épocas de sequía, los grupos no exceden las quince personas y no alteramos los elementos vivos". "Rehuimos el turismo masivo porque acaba demostrándose insostenible económica y socialmente", apostilló Gabriela Rodríguez.
Entre los ponentes de la jornada figuraba también la doctora en Biología Mercedes Herrera, profesora en la Universidad del País Vasco, que intervino en una mesa redonda sobre los desafíos presentes y futuros en salud y naturaleza con Bárbara Casas, directora de Ekobideak; Juan González, de Azala Espazioa –dos de los baños de bosque de Euskadi–; Mikel Otaola, ingeniero forestal y Koldo Santiago, gerente de la asociación por la promoción turística y económica Enkartur. "La técnica posee una base científica detrás, se ha medido la presión arterial u el oxígeno en sangre, lo psicológico no sé cómo se evaluará, pero veo claro que la sociedad actual necesita reflexionar y detenerse más en el contacto con la naturaleza. En general, a la gente le gusta relajarse y este proyecto supone una oportunidad", opinó. Pese a que la lluvia impidió que se desarrollara una sesión práctica tal y como estaba previsto, Gabriela y el resto de las personas que se acercaron a Karrantza se maravillaron ante la vegetación del jardín del balneario: "Me parece precioso, con estos árboles y si miras al horizonte se alza la peña de Ranero". Siempre pueden repetir viaje y respirar profundamente.
Esencia
Valores "ecosóficos y salutogénicos". Gabriela Rodríguez, que regenta un alojamiento rural y preside la asociación La Verveine, hizo hincapié en los valores "ecosóficos" de los baños de bosque. Es decir, "recuperar la sabiduría de la tierra". Con el término salutogénico se refirió a "abandonar la idea que tenemos salud cuando no estamos enfermos y abordarla desde un punto de vista biopsicosocial".
Consejos para el paseo
Lentitud tiempo para "sentir LO QUE NOS RODEA"
El guía de montaña Josu Belmonte ofreció en Karrantza unas pautas para adentrarse en la naturaleza. "Lentitud, incluso exagerada para darnos tiempo a sentir lo que nos rodea", comentó a los asistentes.
Silencio Base que genera "nuevos pensamientos"
Describió los baños de bosque como una "experiencia sensitiva" que vivir preferiblemente en silencio porque "es la base que genera nuevos pensamientos".
Paisajes por descubrir
El mayor hayedo de Bizkaia
Enkartur: "Queremos repensar experiencias de éxito". La propuesta de los baños de bosque "encaja aquí", aseguró convencido el alcalde de Karrantza, Raúl Palacio, al dar la bienvenida a los participantes en la jornada técnica. "Todos, especialmente los que hemos crecido correteando por la naturaleza, intuimos el importante potencial turístico y personal como terapia que puede haber en estas iniciativas". La comarca se presenta como "un lugar perfecto, donde se encuentra el mayor bosque de Bizkaia", el hayedo de Balgerri, en Karrantza. Con estas posibilidades, Enkartur aspira a "conocer y repensar experiencias de éxito", según su presidenta, Ángela Eguia.