El presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, ha sido otro de los rostros deportivos que decide no posicionarse sobre el beso no consentido de Luis Rubiales a la futbolista Jenni Hermoso. Según él, no sabe "quién tiene que pedir perdón a quién" tras la polémica surgida por los actos del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en el Mundial de fútbol femenino.
Al decir que no se posiciona, Cerezo, se está posicionando. En unas declaraciones dirigidas a Cope durante las fiestas de la localidad madrileña de Majadahonda, ha expuesto lo siguiente: "Yo no estoy en el cuerpo de Jenni Hermoso ni en el de Rubiales, por lo que no sé quién le tiene que pedir perdón a quién. Si se lo tiene que pedir Rubiales a Jenni, se lo tendrá que pedir. Si no se lo ha pedido ya, se lo pedirá dentro de poco".
Si eso fuera poco, el presidente del Atlético ha añadido que el 'caso Rubiales' "es un tema que personalmente ni me preocupa, ni me importa, ni me gusta", porque, según él, no tiene nada que decir.
Posiciones
Hicieron falta días, e incluso semanas, para escuchar las opiniones de futbolistas, entrenadores y directivos del mundo del deporte sobre los actos ocurridos antes, durante y después del Mundial. Los primeros en mostrar un rechazo contundente, en los primeros días, fueron los futbolistas Borja Iglesias y Héctor Bellerín.
Los jugadores del Cádiz colocaron una pancarta con el lema "Todos somos Jenni", antes de jugar contra el Almería, uno de los actos más directos para mostrar su apoyo a la jugadora.
La selección española masculina tardó dos semanas en posicionarse a favor de la víctima, sin mencionarla siquiera, en un comunicado transmitido por Álvaro Morata que fue calificado como "escueto".
Otros jugadores, como Dani Carvajal, decidieron que la condición de víctima de Hermoso "estaba en duda", y añadió: "No creo que el presidente esté pasando momentos agradables, pero no estoy aquí para juzgar a nadie".