Jagoba Arrasate acaba de igualar su marca de 191 partidos como entrenador del primer equipo de Osasuna, por lo que están empatados en el segundo puesto del ranking histórico del club. ¿Qué le parece?
–Cuando reflexiono un poco, me parece que mola, en el sentido de que no son dos, ni tres, ni siete, ni 20, son 191 partidos en los que ha habido de todo. En cuanto a Jagoba, evidentemente va a conseguir muchos más, de lo cual me alegro; y en cuanto a mí, la verdad es que mola el haber llegado a esto después de haber estado también de futbolista, y todo en el club de mi vida. Estoy súper orgulloso.
Tiene mérito, sobre todo porque es al entrenador al primero que se mira cuando las cosas no van bien.
–Sí, sí. Tal y como está el fútbol hoy en día, que al tercer partido, como pierdas, ya te empiezan a empapelar, la verdad es que todo este trayecto tiene mérito. En el fútbol actual es muy complicado llegar a estas cifras y, por eso, lo de Jagoba, además del mérito que tiene él, evidentemente necesita el respaldo de la gente que lidera el club para que en los momentos jodidos te apoyen y no te ventilen rápido.
Y no le ha faltado ese confianza.
–Sí. Son momentos en los que los dirigentes optan por esa línea y es el margen que te puede dar a ti como entrenador para hacer una carrera más extensa. Lo que ocurre es que, salvo Madrid, Barcelona, Athletic y Osasuna, que son clubes deportivos, los demás equipos son sociedades anónimas en las que los directores deportivos y los entrenadores pintan lo que el máximo accionista esté dispuesto a aguantar. No hay tanta paciencia como quizás había antes y, según va pasando el tiempo, los entrenadores no tienen tanta fuerza como antes.
Por lo que dice, hace falta una mezcla de fortuna y buen hacer.
–No lo sé, no había reparado en esta historia porque la vida va rápido y el fútbol mucho más. Todo lo que está haciendo ahora Osasuna, la plantilla y Jagoba, como el llegar a unas semifinales de Copa y poder alcanzar una final, va a tener más repercusión con el tiempo. Ahora parece que es normal que Jagoba lleve cinco temporadas seguidas en Osasuna y Simeone 12 en el Atlético, pero dentro de unos años tendrá un valor incalculable.
Dice Braulio Vázquez, el director deportivo de Osasuna, que Arrasate va a por el récord de Pedro Mari Zabalza de 340 partidos...
–Yo soy de los que digo vamos a comer hoy y ya veremos qué cenamos esta noche. Creo que será muy complicado que un entrenador bata el récord de Pedro Mari, porque son 340 partidos, tela, telita, tela. Ojalá que Jagoba lo consiga y yo lo vea, pero vamos a dejarlo en que es difícil, aunque no imposible, como todo en la vida.
Usted y Zabalza son navarros, pero Arrasate es vizcaíno. ¿Qué tiene para, pese a no ser de aquí, haber conectado con el osasunismo?
–Viene de fuera, pero no tan de fuera (risas). Digo esto porque conoce nuestra idiosincrasia, entrenó a la Real y pienso, con todo el respeto para todo el mundo, que la gente del Norte tenemos los mismos valores. Creo que a Jagoba no le ha costado conectar con la gente por eso mismo, porque luce unos valores como la gente del Norte, como los que tenemos aquí, y creo que así es más factible. Luego está su trabajo con su cuerpo técnico, porque también hay cosas alrededor que suman, pero me da la sensación de que la conexión que ha tenido es producto de los valores que él tiene en su propio modo de vida.
Y no solo suma partidos, sino que está consiguiendo éxitos, como clasificar a Osasuna para unas semifinales de Copa.
–Efectivamente. Es que estamos hablando de unas semifinales que, como nos equivoquemos en esta eliminatoria, estamos en Arabia. Porque, si pasamos, vamos a Arabia, ¿no?
Así es.
–Osasuna tiene tantas posibilidades como el que más de ir a Arabia. En el Athletic pensarán que tal y que cual, pero ya saben que lo van a tener que trabajar, y mucho. Por eso, el hecho de tener al equipo en esta situación nos gusta a todos y lo que tenemos que hacer es disfrutar del momento, ya no solo de la Copa, sino también de la Liga, en la que Osasuna lo está haciendo de chapeau.
Que la vuelta de la semifinal de Copa se juegue en San Mamés, ¿beneficia o perjudica a Osasuna?
–Antes del sorteo, a mis amigos les dije que yo quería que nos tocara el Athletic, pero, sobre todo, que el primer partido lo jugáramos en Pamplona. El fútbol ha evolucionado y antes sí que estábamos todos más mentalizados de que jugar el partido de vuelta en casa facilitaba más las cosas, pero hoy en día, por experiencia personal y por lo que voy viendo, creo que ocurre al revés. Ya lo vimos en octavos contra el Betis (Osasuna se clasificó por penaltis en Sevilla ante el vigente campeón). El equipo de casa siempre va a tener la responsabilidad. Osasuna tiene una ventaja en este sentido y es que únicamente tiene ilusión, y eso mueve montañas. El Athletic tiene más responsabilidad porque históricamente tiene muchos títulos de Copa, es su torneo por excelencia y, cuando juegas el segundo partido en casa, la responsabilidad a veces agarrota. Y no me cabe ninguna duda de que Osasuna tiene, para mí, tantas posibilidades como el Athletic.
Como en el ascenso a Primera que consiguió Osasuna con usted de entrenador en 2016 disputando la vuelta de los play off a domicilio...
–Es que la responsabilidad es del que juega la vuelta en casa. Es importante hacer un buen resultado aquí. Si no puedes ganar, al menos empatar. Tener la eliminatoria abierta para el partido de vuelta, y ahí puede pasar cualquier cosa. Y pongo un ejemplo. El año pasado estuve viendo el partido de ida la final del play off de ascenso a Primera entre Girona y Eibar. Ganó el Eibar 0-1 y después hablé con César (Palacios, director deportivo del club armero). Él decía que tenían la eliminatoria de cara y yo le dije que cuidadín, que aún quedaba el partido de vuelta, que es el más peligroso. Y efectivamente, al final el Girona fue a Eibar, ganó y subió a Primera, y el otro se quedó en Segunda. Aquí pasa igual. Me imagino que el Athletic estará súper contento de que le haya tocado Osasuna, como Osasuna está súper contento de que le haya tocado el Athletic, y a partir de ahí tenemos tantas posibilidades como ellos.
¿Qué le gusta del actual Osasuna?
–Todo. No hay una línea en la que falte algo. Tenemos dos porteros fabulosos. En defensa no te quiero ni contar. En el centro del campo hemos crecido con la incorporación de chavales como Aimar y Pablo, con Moncayola, que ya estaba, Torró... Y adelante no sé si habrá muchos equipos con tres delanteros del calibre de Kike, Budimir y Chimy. En las bandas hay jugadores con unas posibilidades bárbaras con la incorporación de Abde y sin olvidarme de Kike Barja, que tiene unas cualidades muy interesantes. Y luego están Rubén, Moi... Hay una gran plantilla.
¿Orgulloso del rendimiento de Unai y David García?
–Por supuesto. Cuando estábamos en Segunda intuía que en cinco o seis años serían dos centrales de nivel en Primera División, y el tiempo y ellos se han encargado de darme la razón. Es lo mismo que ha pasado con otros como Mikel Merino y Álex Berenguer, y puede ser el caso ahora de Diego Moreno, que cuando yo andaba por aquí estaba en alevines. Es bonito porque yo soy de los que piensa que el núcleo duro del primer equipo tiene que ser navarro, sí o sí, para que tenga consistencia. A partir de ahí, si queremos tener una perspectiva más alta, hay que fijarse en gente como Moi, Chimy y Budi, pero, para que toda esta gente que venga pueda mamar la esencia de Osasuna, el núcleo duro tiene que ser autóctono.