La riqueza de la fauna y flora de Arguedas ha sido plasmada en una obra de 400 páginas y 2.000 fotografías poco antes de ser arrasada por las llamas de los incendios que han sacudido Navarra en días pasados. En 2019 el Ayuntamiento del municipio aceptó la propuesta de realizar un libro que reflejase la biodiversidad de la que goza el territorio. Proyecto que tras cientos de horas de trabajo de campo y con una pandemia de por medio, tres años después ha visto la luz bajo el título Arguedas, puerta de las Bardenas Reales. Rastros que cuentan historias.
La encargada de llevarlo a cabo fue la empresa Servicio de Rastreo Forestal (SERAFO). La autoría corre a cargo de dos de sus miembros: los profesionales afincados en Navarra Fernando Gómez y Paloma Troya. Cuenta también con los apuntes sobre geología de María Fuencisla Vicente y las acuarelas de la artista Florentina Rodado. Por último, no podía faltar la colaboración de verdaderos arguedanos como son, en este caso, el fotógrafo Antonio Danso y José Emilio Floristán, encargado de la maquetación y el diseño gráfico.
Fernando Gómez, antes de adentrarse en el mundo del rastreo hace 12 años, trabajaba como bombero forestal. Siempre había estado en contacto con la naturaleza pero aún no había aprendido a entenderla. Cuenta que fue el descubrimiento de una egagrópila de búho real lo que despertó su interés. Se trataba de una bola de pelo y contenidos no digeridos por el animal con la capacidad de dar mucha más información sobre el ejemplar de la que se podría pensar. Un fenómeno al que dedica un capítulo entero titulado Bolas con sorpresa. No es el único título ingenioso, ya que Un capítulo de mierda recoge fotografías de todo tipo de excrementos de diferentes especies.
La obra narra a través del rastreo 26 historias que, asegura, “nunca han sido contadas de esta forma”, y cuyos protagonistas son muchas de las especies de animales que habitan el municipio. “Historias de supervivencia, de amor, de adaptación, que nos descubren comportamientos curiosos e incluso inéditos, aportando respuestas a muchas preguntas sobre el comportamiento de la fauna e incluso rompiendo algunos esquemas”. Todas ellas transcurren en “un paisaje que visualmente parece que tiene poca vida, que es un desierto, y es todo lo contrario. Está lleno de vida, más incluso que un paisaje como el de Irati, aunque parezca más bonito y verde”.
UN PUZZLE
“Todo me lo cuenta el suelo. Es como un puzzle. Se trata de sumar indicios y crear hipótesis que con el tiempo vas confirmando”, dice. El rastreo “es un arte ancestral” que funciona como puente entre la vida de los animales y la de los seres humanos. Es la forma que tenemos de entender el día a día de la fauna que nos rodea. Pero como todo idioma, necesita de un traductor. No cualquiera es capaz de leer o interpretar una huella, de seguir un rastro, de juntar las piezas del puzzle. Este libro es una guía para todo aquel que no ha tenido la oportunidad de aprenderlo.
TRAS LAS LLAMAS
Pasa las páginas del libro, mirando las fotografías: “Esto se ha quemado todo”, lamenta. Salió a la venta hace tan solo unos días, sin saber que se convertiría en la prueba de la vida que una vez hubo en Arguedas. “La zona por la que ha pasado el fuego lo ha calcinado prácticamente todo. Se ha perdido un valor ecológico muy grande. No solo por la vegetación, también por los miles de invertebrados que se han perdido. La gente no valora este tipo de territorios, se suele pensar que es un simple secarral”. Era una de las cuestiones por las que hacer este libro, demostrar que está, o estuvo, lleno de vida. “Una historia de lo que podemos perder de un día para otro. Una muestra de por qué debemos cambiar nuestra manera de ver y de tratar la naturaleza, antes de que sea demasiado tarde y ya no quede nada por conservar”.
Anima a la gente a hacerse con el libro para que “valore uno de los entornos más fantásticos que tiene Navarra, incluso Europa”. Se lo recomienda a todo tipo de personas, “amantes de la naturaleza, apasionados de la vida salvaje que quieran profundizar un poco más en el conocimiento de las especies. Sobre todo, cualquiera que quiera disfrutar aprendiendo de la fauna y los rastros. Es un libro que te hace viajar a las puertas de las Bardenas y conectar con su entorno sin necesidad de moverte. No podemos plantear en un futuro conservar ciertas áreas si la gente joven no conoce lo que tiene. No puedes proteger aquello que no conoces. Y este libro te invita a conocerlo”.