Actualizado hace 8 minutos
Aunque las leyes poco a poco van siendo menos restrictivas, todavía es difícil encontrar un supermercado que permita acceder a su interior con perros, acogiéndose a motivos de higiene y salubridad. Eso no impide que con las puertas automáticas con que cuentan muchos de ellos pueda colarse algún animal y dé un susto a más de uno.
Es lo que sucedió hace unos días en un supermercado de la cadena alemana Aldi en Chicago, concretamente en Humboldt Park. En esa ciudad estadounidense pasó algo que captó un cliente con su teléfono móvil y que lleva nada menos que 8,3 millones de visualizaciones y más de 1.000 comentarios en la red social X (antes conocida como Twitter), tras subir el vídeo el usuario Eddie Barstool.
Un coyote entre la verdura
En la grabación se ve a dos agentes de policía en el interior del supermercado y uno de ellos trata de acceder con el palo de una escoba a algo que está escondido detrás de los estantes de una sección de productos refrigerados. “Estaba preparado para verlo sacar una zarigüeya o un mapache. No esperaba eso”, escribe el usuario de X en su post.
La sorpresa llega cuando, después de unos segundos de búsqueda infructuosa, el agente consigue agarrar el rabo de un animal y tira con fuerza de él, hasta que consigue sacarlo. Se trata de un coyote macho adulto, pero no logra retenerlo y el cánido vuelve a saltar entre los productos para esconderse por detrás de los estantes de los vegetales refrigerados.
Rescatado ileso
Ahí se corta el vídeo, pero el Chicago Tribune se hizo eco del suceso y asegura que poco después la organización Animal Care and Control se desplazó hasta la tienda y logró rescatar al coyote de forma segura y sin que en principio sufriera ningún daño. A partir de ahí estaba previsto que se llevara a un centro de rehabilitación de animales salvajes para que fuera evaluado de manera integral y se decidiera si se le liberaba en la naturaleza.
Época de apareamiento
No es habitual que estos cánidos, familia de los lobos, perros y zorros, interactúen con los humanos, para quienes no son en principio peligrosos (comen animales pequeños), ya que suelen salir por la noche, pero sí se han dado algunos casos similares al de Chicago. Además, entre enero y marzo es su época de apareamiento, con lo que hay más posibilidades de encontrarse a uno. Eso sí, a pesar de que han sido un constante objetivo de los cazadores, han conseguido extenderse por toda Norteamérica y Centroamérica, e incluso han llegado a zonas de América del Sur.