Junto a los exámenes y la atención y participación en clase, la realización de trabajos es una de las formas de evaluar a los alumnos de cara a las notas finales que tendrán en una asignatura. Trabajos que, más o menos elaborados, requieren de un esfuerzo que cada uno se toma a su manera, poniendo mucho interés o tratando de salvar los muebles dedicándoles el menor tiempo posible.
Del plagio a la IA
Y entre esas maneras de cumplir sin muchas ganas siempre ha estado la trampa, que adquiere diferentes vías. Antes se recurría mucho a la copia o al plagio, haciendo pasar por propios trabajos ajenos, y ahora se tira de inteligencia artificial, pidiéndole a Chat GPT que te redacte un texto sobre el tema que te ha tocado.
Es cierto que los profesores y profesoras tienen sus armas para detectar cuándo un trabajo lo ha hecho una máquina, pero no siempre es tan fácil y a veces consiguen colárselos. No es el caso de un joven que lo ha intentado sin conseguirlo por un descuido imperdonable, como ha mostrado su profesora en la red social X (antes conocida como Twitter).
La frase delatora
“Me entregaron un trabajo práctico cuya última hoja dice solamente esto. Me descolocó. Es críptico, impertinente, esperanzador, misterioso”, escribe la docente en el post, en el que ha incluido una foto de esa última página, en la que únicamente aparece, escrita a ordenador, la siguiente frase: “Espero que esta versión sea lo que buscas”.
Muchos usuarios de X le han hecho ver que es una frase propia de la inteligencia artificial, que busca conformidad al trabajo que se le ha solicitado, pero la profesora ya lo tenía claro desde el primer momento. “Chicos, ya sé que es Chat GPT. Me estoy riendo igual del efecto que provoca el que haya quedado en la última página”. Y afirma qué responderá al alumno que ha intentado hacer la trampa. “Le voy a poner: ‘No, la verdad que no era lo que buscaba”.
2,7 millones de visualizaciones
La publicación acumula en unos pocos días 2,7 millones de visualizaciones en la red social propiedad de Elon Musk. En los comentarios, la profesora asegura que utilizó esa pillada como excusa para ponerles un Power Point de “uso ético de la inteligencia artificial y las fuentes”, pero que resulta “agotador” el descubrir constantemente cómo alumnos buscan hacer trampas con la IA, incluso cuando ya los ha descubierto previamente y cree que “la solución es buscar otras formas de evaluar pero no siempre se puede, no siempre lo permite la materia. Es muy difícil”.