Entrevista con el lehendakari, Iñigo Urkullu: "Sería garantista un referéndum consultivo sobre el estatus antes de ir al Congreso"

En el nuevo estatus de autogobierno, ¿contempla como lehendakari asumir el liderazgo con una propuesta desde el Gobierno?

—Depositamos el ejercicio del acuerdo en los grupos parlamentarios. En 2017 emitimos un informe sobre la situación de incumplimiento del Estatuto, lo que nos solicitó el Parlamento y, a partir de ahí, nuestra disposición es absoluta, pero creo que corresponde a los grupos debatir.

¿Qué quiso decir el jueves cuando aseguró que la ley se tiene que adaptar a la voluntad popular? ¿Hablaba del derecho a decidir, de una consulta?

—Estoy hablando de lo que tanto el ordenamiento jurídico en el Estado como la propia Constitución permiten: los referéndums consultivos. Hay que identificar claramente que un referéndum consultivo en Euskadi antes de ir al Congreso de los Diputados sería sobre el acuerdo alcanzado en el Parlamento Vasco. Estoy planteando que el acuerdo alcanzado en el Parlamento Vasco sobre un nuevo estatus sea el acuerdo más amplio posible, con participación de diferentes tradiciones políticas. Es una base muy garantista que un acuerdo amplio en el Parlamento Vasco sea sometido a un referéndum consultivo en la sociedad vasca antes de llegar al Congreso de los Diputados.

¿Puede ser válido para Catalunya?

—Sí. Sin adentrarme en otros vericuetos que corresponden a los partidos políticos catalanes, desde la aprobación del Estatut y el recurso del PP al Estatut ya cepillado en el Congreso de los Diputados, podría ser una base el planteamiento de un referéndum consultivo sobre un acuerdo de una institución soberana, como es un Parlamento autonómico, sea el catalán o el vasco, que tenemos nuestras competencias legislativas, y dentro del respeto al ordenamiento jurídico. Una base para que aquello que no fue en su momento respetado por el Congreso ni siquiera con un referéndum, en este caso pudiera serlo.

¿Ha hablado con el president Aragonès?

—No he tenido ocasión aunque hemos coincidido en conferencias telemáticas. La disposición mutua es reunirnos en cualquier momento.

¿Es realista plantear la negociación sobre un referéndum catalán de independencia o habrá que reconducirla hacia el autogobierno?

—Existe una mesa bilateral entre el Gobierno español y el Govern. En ese ejercicio de diálogo, que es absolutamente imprescindible y necesario, veremos qué es lo que sale. No planteo qué tiene que ser para Catalunya.

Han alcanzado un acuerdo con Elkarrekin Podemos-IU sobre la Ley Antipandemia. ¿Ha estado su Gobierno dispuesto a ceder más con Podemos que con Bildu y PP?

—No, en absoluto. La disposición ha sido similar. Y en las reuniones que he mantenido con los portavoces, he ofrecido los temas en los que podríamos alcanzar acuerdos. He recibido una respuesta por parte de Elkarrekin Podemos-IU y EH Bildu, y veremos a lo largo de la legislatura en qué ámbitos nos podemos encontrar con los dos. Vamos a profundizar en la legislatura en un posible entendimiento.

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Las Cuentas de 2021 han superado los 12.000 millones, y dice Azpiazu que en 2022 habrá una inversión sin precedentes. ¿Hasta qué punto?

—En este ejercicio y el anterior estamos liberados del cumplimiento del objetivo del déficit por acuerdo en las instituciones europeas, pero en 2023 vendrá la necesidad de cumplir. El ejercicio próximo será inversor, profundizando en las políticas sociales. Coincido con el consejero; ojalá pueda ser un Presupuesto mayor todavía que el de 2021, pero con la prevención de la mirada a 2023 con el objetivo de déficit y el endeudamiento.

La OCDE ha fijado un mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades. ¿Es el momento de abrir el melón fiscal en Euskadi?

Este año 2021 deberemos abordar, primero, la reflexión. No quiero adelantar acontecimientos.

Arriola ha dado explicaciones en el Consejo de Gobierno sobre las adjudicaciones de Euskal Trenbide Sarea. ¿Mantiene la confianza en él?

—Sí, si no, tendría que haber adoptado otra decisión. Este tipo de denuncias quizás obedecen a un juego político e inciden en primero denunciar y después preguntar. Escuchamos las explicaciones y son absolutamente lógicas. Es una explicación sobre los metadatos, mensajes que están sustentados en comunicaciones previas y que arrastran identidades de comunicaciones de hace muchos años.

Cuando gestionen Prisiones, ¿cabe esperar la libertad inmediata de los mayores de 70 años y enfermos?

—Yo no puedo adelantar nada. Se busca una resocialización, pero también desde el trabajo en los centros.

Entre los presos de ETA está 'Anboto'. ¿Contempla una 'Vía Nanclares' para impulsar la autocrítica?

—Las personas privadas de libertad saben cuáles son las vías de reinserción y progresión de grados. Hay personas en ETA que han optado por una comunicación, y otras no.

Como pide la AVT, ¿hay margen para hacer ver que no cabe un 'ongietorri' al salir en semilibertad?

—No tenemos competencia para impedir. Apelamos a una cuestión de humanidad, evitar una nueva victimización de las personas que han sufrido atentados, y evitar actos de enaltecimiento del terrorismo cuando ETA no existe. La izquierda aber-tzale es consciente y pudiera orientar a las personas privadas de libertad para que tuvieran otro tipo de actitudes.

¿Hay un rebrote de odio por las agresiones a algunos cargos del PP o la campaña contra la Ertzaintza?

—Nos preocupa, aunque pueda ser muy minoritario. Provoca una tensión en la izquierda abertzale que quizás no deja avanzar en el reconocimiento del daño injusto causado. Me preocupa que pueda dejar un poso para generaciones posteriores.

El Gobierno español va a abrir el concurso sobre el coche eléctrico y hay 4.300 millones de los fondos europeos en juego. ¿A cuántos cree que debería optar Euskadi?

—Euskadi Next plantea una estimación de unos 6.000 millones en todos los planes. Todavía está por ver.

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¿Interpreta la firma del soterramiento de las vías en Zorrotza como la antesala de que el TAV se va a tratar de otra manera?

—Ojalá fuera así y sea una señal para un cambio de actitud en el Ministerio. Desde las instituciones europeas se reclama mayor diligencia.