La tregua entre ERC y Junts tras la conformación de un nuevo Govern de coalición independentista parece haber durado apenas un trimestre. Las reticencias públicas de dirigentes posconvergentes hacia la mesa de diálogo entre gobiernos han colmado la paciencia de los republicanos, que ayer jueves salieron a la palestra para entonar su malestar y denunciar que el cuestionamiento permanente hacia ese foro bilateral por parte de JxCat solamente sirve para dinamitar el proceso de negociación. La secretaria general adjunta y portavoz de Esquerra, Marta Vilalta, les acusó de "debilitar a la parte catalana" de la mesa al dudar del resultado que pueda deparar ese órgano que tanto ha costado retomar. La división entre los socios del Ejecutivo catalán respecto a esta herramienta no es nueva pero se agudiza conforme se acerca la fecha de la cumbre. Mientras Junts está convencida de que no servirá para solucionar el conflicto político, en tanto que desde Moncloa ya se ha afirmado que no debatirá sobre la amnistía y el derecho de autodeterminación; desde las filas republicanas no hay intención de levantarse de la mesa, como aseguró recientemente Pere Aragonès.
"Cargarse un instrumento que nos puede ser útil para el camino a la independencia, por no sabemos qué motivos, creemos que es hacernos un flaco favor al proyecto independentista", afeó Vilalta, para quien las declaraciones contrarias a la mesa de diálogo únicamente contribuyen a hacer "un regalo al PSOE, porque dejan de presionarle", por lo que apostó por ir a negociar con el Gobierno español con la máxima preparación y lo más fuertes posibles. Sin embargo, JxCat cree que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no quiere entrar en la esencia de la problemática pese a que tres cuartas partes de la sociedad catalana se muestran partidarias de un referéndum, negándose el Estado español a entablar una negociación como la que se hizo en Reino Unido y Escocia o Canadá. La delegación que representará al Govern se decidirá en los próximos días de forma consensuada, e incluso la CUP puede aportar algún nombre al formar parte de la mayoría independentista aunque ningún miembro de la formación anticapitalista asistirá a la reunión.
Para Vilalta, la delegación catalana debe representar al 80% de la ciudadanía que está a favor de un referéndum y, en una entrevista a Europa Press, subrayó que para ello es importante el pacto por la autodeterminación y la amnistía en el que están trabajando y "que simbolice y evidencie que no solo hay un Govern formado por dos partidos, sino que hay una amplia mayoría de acuerdo con que se pueda votar en un referéndum acordado". De esta manera se podría aglutinar el máximo de agentes económicos, sociales, culturales, institucionales y territoriales de Catalunya.
En este contexto, Esquerra también se dirige al PSC para que elija a qué lado de la mesa quiere estar. "O esta al lado de la Generalitat, que es lo que quizás tendría que hacer, representando y defendiendo este 80% de gente que quiere votar, entre ellos personas afines al socialismo catalán, o escoge estar al otro lado", aseveró Vilalta, quien recomendó a a los socialistas que "escuchen a sus votantes" y no intenten jugar a estar en ambos lados de la mesa, en alusión a la exigencia del PSC de convocar la mesa de partidos catalanes aprobada por el Parlament previa a la mesa de diálogo con el Gobierno para consensuar la posición de la parte catalana y que ERC rechaza.
Asimismo, ERC censura al Ejecutivo de Pedro Sánchez por no exponer su propuesta para solucionar el conflicto y no cederá en sus argumentos hasta conocer el planteamiento del Ejecutivo español. "Antes de ver si se debe ceder o no se debe ceder, que vengan y que hagan su propuesta, y pongámonos a negociar en esta mesa", zanjó Vilalta. La dirigente republicana puntualizó que se debe acabar de negociar la agenda de la reunión de septiembre, y sostuvo que deberá haber una ratificación de los puntos de acuerdo, ya que es una mesa de negociación del conflicto y no para hablar sobre competencias –que es lo que se realiza en la Comisión Bilateral–, porque "a veces algunos ministros del Gobierno cuando pueden se escabullen y se intentan escapar de los compromisos suscritos", reprochó.
Todo ello se desarrolla en un escenario donde la CUP ha llamado ya al orden a Aragonès porque, a juicio de los cupaires, se están "incumpliendo" varios aspectos del acuerdo de investidura, lo que podría dificultar, para empezar, la aprobación de los Presupuestos. El partido que lidera Dolors Sabater observa una especie de "chantaje" por parte del Ejecutivo de Sánchez publicitando acuerdos como el de la ampliación del aeropuerto de El Prat, a la que los antisistema se oponen. En definitiva, temen que se esté produciendo una regresión hacia la vía autonomista a través del cumplimiento tardío de las competencias.
O lo que es igual, el independentismo tiene trabajo por delante para consensuar su estrategia.
"Las declaraciones que se hacen desde Junts, no sabemos por qué motivo, son un regalo al PSOE ya que dejan de presionarle"
"El PSC debería escuchar a sus votantes y no jugar a ambos lados de la mesa"
marta vilalta
Portavoz de ERC