ERC, EH-Bildu, la CUP y el BNG han querido mostrar una imagen de unidad ante el pleno del Congreso en el que el próximo jueves, día 3, se convalidará o se tumbará la reforma laboral pactada por el Gobienro español con sindicatos y patronal.
Los cuatro grupos parlamentarios han firmado un manifiesto en el que incluyen los cambios que consideran necesarios para derogar de forma real la reforma laboral aprobada por el Partido Popular en 2012. Instan al Gobierno español a negociar en el Congreso con sus socios y a aprobar los cambios mediante un proyecto de ley.
A juicio de estas cuatro formaciones, la reforma laboral pactada con los agente sociales "no constituye la derogación de la reforma laboral del 2012" y, aunque valoran de forma positiva algunas las medidas incluidas que intentan acabar con la precariedad y la temporalidad, consideran que "son totalmente insuficientes para alcanzar el objetivo de restituir los derechos laborales básicos arrebatados".
Por eso, los grupos firmantes del manifiesto fían a la voluntad del Gobienro de negociar su voto la próxima semana.
SIN NEGOCIACIÓN VOTARÁN NO
su voto será negativo siempre que no vean voluntad negociadora en el Gobierno
MEDIDAS QUE PROPONE EL MANIFIESTO
Estas formaciones se suman a la exigencia del PNV, e incluyen entre sus prioridades la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales. Además, abogan por recuperar la indemnización de 45 días por despido improcedente y los salarios de tramitación, así como por volver a la autorización administrativa para despidos colectivos. También creen que sería un avance que los convenios del sector primen sobre los de las empresas, entre otras medidas.
ERC CREE QUE L A PARTE SOCIALISTA DEL GOBIERNO VETA A DÍAZ
El portavoz de ERC, Jordi Salvador, no ha querido citar nombres, pero ha asegurado que personas influyentes en la parte socialista del Gobierno de coalición están "vetando" la capacidad de negociar la reforma laboral de la viceporesidenta y ministra de Trabajo. Además, ha reconocido que detecta en Yolanda Díaz "un intento" por acercar posiciones, y tambien ha asegurado que "su tacto es diferente".