Mientras Pedro Sánchez se jacta de dar casi por finiquitado el procés al haber acercado a Esquerra a la renuncia a la unilateralidad, la formación republicana recuerda al Gobierno español que la mera celebración de la mesa de diálogo, y los acuerdos alcanzados, no suponen un “cheque en blanco”. La secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta, condicionó ayer el apoyo de su partido a los próximos Presupuestos y otras leyes a que Moncloa “haga los deberes” y cumpla, por ejemplo, los “compromisos” adquiridos en el ámbito de la desjudicialización y de blindaje del catalán, que deben traducirse en reformas legislativas y acciones antes de acabar este año. La fuerza independentista, pese a las disensiones dentro del soberanismo, se felicita por los “pasos adelante” dados en la última cita de este foro, aunque es consciente de que deberán concretarse en hechos. “Cuando venga el presidente Sánchez a buscar los votos de ERC por los Presupuestos o por lo que sea, deberá venir con los deberes hechos y con compromisos cumplidos en las carpetas abiertas –entre ellas la que afectan a los tribunales y que, directamente, conectan con la represión a dirigentes y exiliados independentistas”, recalcó Vilalta.
ERC siempre estará dispuesta a “negociar lo que haga falta si permite avanzar como sociedad o disponer de más recursos para invertirlos en la ciudadanía” o impulsar “leyes progresistas”. Vilalta señaló a la agencia Efe su confianza en que los acuerdos alcanzados en la mesa cristalicen pronto en hechos concretos que permitan avanzar en la “desjudicialización” . Pero no dejó de lanzar avisos a Sánchez. “Si alguien quiere caer en la tentación de hacer servir la mesa para un uso partidista, para apagar fuegos, si el Gobierno español quiere utilizar la mesa de esta manera, se equivocará mucho y estará engañando, no solo a ERC sino a toda la ciudadanía de Catalunya y del Estado, y serán ellos quienes lo tendrán que explicar”, alertó. La líder republicana puso en valor que Generalitat y Gobierno español hayan podido “reconducir un proceso de negociación que había pasado un momento muy crítico, con diversos incumplimientos, la represión persistente y todo el escándalo del espionaje con el programa Pegasus”. Pero eso no significa, a su juicio, que ya pueda hablarse de “normalización” de relaciones entre ambos gobiernos, porque eso “solo se producirá cuando el conflicto político esté resuelto”.
Respecto a las pulsiones en el mundo soberanista y, sobre todo, tras los reproches de Junts por la suspensión de Laura Borràs y por dejar de entrada fuera de la mesa la amnistía y la autodeterminación, Vilalta aseveró que el proceso de negociación con el Estado “es complejo, difícil, largo”, pero “el camino se hace al andar” y “uno de los primeros pasos es abordar la desjudicialización”. “El objetivo no ha cambiado: resolver el conflicto a través de dos pilares: autodeterminación y amnistía. Pero para llegar hasta ahí hemos de dar pasos que permitan avanzar”, insistió. Advirtió a JxCat y la CUP de que “las quejas y las críticas en este caso lo único que hacen es debilitar” la posición de la Generalitat “ante un Estado que es muy fuerte”. A ERC le gustaría que, “más allá de las quejas, también hubiese propuestas y mano tendida para ir a defender a una y en todas partes los objetivos compartidos, y en todas partes también quiere decir en una mesa de negociación”.