La legislatura de Pedro Sánchez, la gran ventana de oportunidad que se abría para reformar la ley mordaza, terminará sin cambiar esta ley del PP de Mariano Rajoy. ERC y EH Bildu han hecho caer este martes la reforma impulsada por el PNV pese a los 36 acuerdos alcanzados hasta la fecha, que salvaguardaban en mayor medida la libertad de expresión y suponían reducir y adaptar las multas a la capacidad económica del infractor y a la minoría de edad de esa persona, y no penalizar a los medios de comunicación por publicar vídeos de protestas y actuaciones de las fuerzas de seguridad. Esos cambios no serán una realidad y seguirá aplicándose la Ley de Seguridad Ciudadana del PP de 2015 en toda su extensión y su carácter sancionador. ERC y EH Bildu han votado en contra de que el dictamen pueda pasar al pleno del Congreso, lo que ha provocado que decaiga en la comisión de Interior por 19 votos en contra (ERC, EH Bildu, Junts, PP, Vox, C’s y UPN) frente a 18 a favor (PSOE, Unidas Podemos y PNV) y ninguna abstención. El resultado desató un arrebato de júbilo en la derecha española, que estalló en aplausos, mientras un micrófono abierto transmitía las palabras del presidente de la comisión, el socialista José Luis Ábalos: “Estaba claro”.
¿Qué ha sucedido en las últimas horas? El PNV, grupo impulsor de la reforma, había pedido a las partes, a todas, un esfuerzo para acercar posiciones. Como consecuencia de ese llamamiento, PNV, Unidas Podemos y PSOE consensuaron nuevas propuestas en los cuatro aspectos que bloqueaban al acuerdo: por ejemplo, propusieron que las expresiones humillantes deban dirigirse a un policía en concreto, que los agentes que utilicen pelotas de goma sean identificados de forma visual y eficaz y que el Ministerio del Interior redacte un protocolo en doce meses con los supuestos de limitación o “prohibición” de materiales antidisturbios, y regular en un año las devoluciones de migrantes en frontera para que se adapten a los estándares internacionales de derechos humanos. ¿Por qué no fue suficiente? EH Bildu y ERC no querían entrar en una reforma, sino que exigían la prohibición de cuajo de las pelotas de goma y las devoluciones en caliente. La coalición abertzale también criticó las infracciones por desobediencia y faltas. Se demostró que la denuncia del PNV, que acusó a estos grupos de practicar el “todo o nada”, no era una apreciación personal o partidista, sino cierta. El diputado de EH Bildu Jon Iñarritu no ocultó que querían “eliminar” esas cuestiones.
Felicitación de Olona: "Se han ganado el sueldo de diputados nacionales de España"
No se ha dado siquiera la oportunidad de que el debate siga en el pleno del Congreso y se mantenga vivo unas horas más, con opciones de seguir negociando. Para ello, hubieran bastado las abstenciones de ERC y EH Bildu (que tienen dos votos en total en comisión). No hubieran tenido que votar a favor en comisión y que se interpretara como un apoyo explícito o algún tipo de claudicación por su parte. La derecha española remató la ceremonia del desconcierto con la coalición abertzale y los republicanos. “ERC y Bildu tumban en el Congreso la reforma de la ley mordaza. Hoy se han ganado el sueldo de diputados nacionales de España”, remató la ex de Vox, Macarena Olona, en Twitter, en una felicitación insólita a sus bestias negras. Unidas Podemos también había señalado a ERC y Bildu al rogarles que valorasen los acuerdos pero este martes, en un giro que algunos ámbitos atribuyeron al vértigo de ser más conciliadores que estos grupos, se ha partido por la mitad y algunas voces han culpado al PSOE de someterse a los sindicatos policiales. No así el negociador de IU, Enrique Santiago, quien siguió reivindicando lo pactado.
En el debate en comisión, Iñarritu reconoció que “hay numerosos acuerdos” que iban “en una buena línea”, pero recalcó que su grupo ya había anticipado que “si no se desactivaban las partes más lesivas, estaríamos en contra de una ley mordaza light”. Se negó a ser “cómplice” de una reforma que no “elimina” las balas de goma y que “permite” las devoluciones de migrantes. “Ha habido transaccionales, pero no eliminan esos riesgos”, dijo. Citó también la desobediencia y las faltas de respeto. “No hay voluntad política del Gobierno de eliminar estos artículos. No caeremos en el dilema de elegir entre la ley mordaza de Rajoy o la ley mordaza condicionada por Marlaska”, dijo.
En ese sentido, argumentó que el Ministerio compró en septiembre 60.000 proyectiles de goma y se usaron de manera “masiva” en Melilla o en movilizaciones sociales en Iruñea. Avisó de que estos puntos eran “líneas rojas” y que no iban a estar a favor de ninguna iniciativa que no las “eliminara”. Después añadió la posibilidad de “reducir” esos aspectos, aunque el jeltzale Mikel Legarda, quien intervino después, aseguró que Bildu no planteó enmiendas sobre las devoluciones de migrantes ni las pelotas de goma ni ofreció, por tanto, material para negociar. Se da la circunstancia de que estos dos puntos no son los que han dado el sobrenombre de mordaza a esta ley, sino las restricciones a las protestas, la libertad de los medios de comunicación, etc. Este martes, Bildu y ERC presentaron por sorpresa 4 enmiendas.
Esta posición de EH Bildu contrasta con su estrategia posibilista hacia Pedro Sánchez, donde el PNV le ha recriminado en varias ocasiones que deje pasar decretos que invaden competencias vascas o que haga la vista gorda con otras cuestiones con tal de apoyar los Presupuestos. Ahora que el acercamiento de los presos de ETA a Euskadi está prácticamente finiquitado, se abre la incógnita de qué recorrido puede tener esta colaboración de Bildu con el PSOE, como deslizó ayer la jeltzale Itxaso Atutxa en Onda Cero. ERC, por su parte, concluyó que la derecha iba a estar contenta votaran a favor de la reforma o no, porque “es maquillaje”, y destacó que en su momento su grupo sí permitió pasar al menos a comisión. El gesto no ha tenido continuidad.
El PNV defiende los acuerdos
El jeltzale Mikel Legarda fue crítico con el “todo o nada”. Defendió que los agentes policiales deben estar “investidos del principio de autoridad, que es distinto del autoritarismo”. Puso en valor que, con los acuerdos alcanzados, quedaba “mucho más acotado” y equilibrado el principio de la seguridad ciudadana, la seguridad de los propios agentes y la libertad de expresión. Sobre las pelotas de goma, aseguró que la clave no es que se prohíban, sino que se establezca un “uso proporcionado” porque, por la misma regla de tres, tampoco están prohibidas las pistolas, cuya letalidad está fuera de toda duda. Recordó que puede haber circunstancias que recomienden el uso de uno u otro material y que, en la comunidad autónoma vasca, la Ertzaintza no tiene prohibido el uso de las pelotas de goma pero hay protocolos que lo regulan. “Se ha dejado pasar una oportunidad. No siempre el cartero llama dos veces”, lamentó. En una comparecencia posterior, el portavoz Aitor Esteban situó la responsabilidad en EH Bildu y ERC y se mostró “decepcionado”.
“Que hoy el grupo del PP haya gritado bien y haya aplaudido tiene dos responsables, Bildu y ERC. Que hoy Olona les haya alabado en un tuit quiere decir algo”, lanzó Esteban. Avisó de que, si se producen sanciones desproporcionadas o multas a la prensa por grabar imágenes sin solicitar permisos, los afectados tendrán que dirigirse a ERC y EH Bildu.