El último movimiento de Carles Puigdemont acusando a ERC de ser responsable de una eventual detención de Carles Puigdemont si este acude al pleno de investidura de Salvador Illa ha calentado aún más las brasas ya de por sí incandescentes de la relación entre ambas formaciones. El partido republicano ha estallado contra la acusación lanzada este fin de semana por carta por el expresident de la Generalitat y le ha emplazado a una rectificación y una disculpa al considerar que su mensaje fue una “ofensa” además de “azuza el odio” entre los independentistas.
En su misiva, el expresident –sobre quien pesa una orden de detención nacional, tras no aplicársele la amnistía por el delito de malversación– dio por hecho que será arrestado cuando regrese al Estado español, lo que ha prometido que hará cuando tenga lugar el debate de investidura en el Parlament, previsiblemente esta semana.
Ante semejante acusación, la ejecutiva de ERC, reaccionó ayer con un comunicado después de que el sábado Puigdemont publicara una carta en redes sociales en la que afirmó que el ‘sí‘ de este partido independentista al presidenciable del PSC “hace que la detención sea una posibilidad real en muy pocos días”.
La formación republicana responde señalando que “es obvio que el partido y el entorno político de Puigdemont consideran que la decisión tomada por las bases de Esquerra el pasado viernes les es perjudicial para sus intereses electorales y –añade– entendemos que esta decisión pueda ser objeto de crítica política, pero no pueden superarse determinados límites”, indica en su nota de prensa la formación comandada por Marta Rovira.
Sobre la posible detención, Esquerra recuerda que “ha condenado siempre la represión política de todo el movimiento independentista y lo ha combatido desde todos los ámbitos, priorizando siempre la solidaridad antirrepresiva y destinando todas las energías a acabar con la represión del Estado español”.
Por ello, muestra todo el respeto a la decisión de Puigdemont de volver coincidiendo con la investidura: “Tendrá todo nuestro apoyo en la lucha contra las decisiones políticas de los órganos judiciales que lo único que buscan es no aplicar una ley democrática y plenamente legítima como es la de amnistía”, subraya Esquerra en su nota.
Este agrio cruce de acusaciones vuelve a poner de manifiesto la fractura entre los dos partidos principales del independentismo catalán. Está siendo moneda corriente desde que en octubre de 2017 se rompiera su unidad de acción en torno al procés catalán, pero ahora, se vuelve a repetir y con mucha virulencia en vísperas de la investidura de Illa como president de la Generalitat.
De este modo, Junts y Puigdemont ponen más presión sobre Esquerra para que dé marcha atrás en el acuerdo con el PSC y no apoye la investidura de Illa. La presidenta de Junts, Laura Borràs, alertó ayer de que una detención de Puigdemont “reventaría la democracia española” y retó al primer secretario del PSC a aclarar “qué hará” si eso ocurre durante el pleno de su investidura.
Borràs aseguró que su partido “hará piña” al lado de Puigdemont, y añadió que la detención de Puigdemont “no reventaría la investidura sino la democracia española”, porque se demostraría que “el poder judicial actúa al margen del poder legislativo” al no aplicar la ley de amnistía.
Borràs recalcó que Puigdemont “no se dejará detener, porque no reconoce esta capacidad de los jueces españoles” de no aplicarle la ley de amnistía, pero si hay una detención supondrá una “anomalía democrática profunda y severa”.
“La pregunta es: ¿qué hará Salvador Illa si en su debate de investidura el president Puigdemont es detenido porque los jueces españoles no aplican una ley que ha aprobado su partido y su Gobierno?”, apostilló.