Una cosa es consultar cierta información de salud en la red, y otra cosa es creerse todo lo que circula por las redes o páginas de dudosa fuente. Es más, aunque la información sea de rigor nunca debe sustituir el diagnóstico de un profesional.
Y aquí internet sí nos lo pone fácil, porque si somos un poco hipocondríacos es muy fácil alimentar esa hipocondría a golpe de click y autodiagnosticarnos como si hubiéramos estudiado la carrera de medicina.
Se llama hipocondría digital o cibercondría: la preocupación obsesiva por la salud que hace que busques continuamente información sobre síntomas, dolencias o enfermedades para ponerle un nombre a lo que te está pasando, o a lo que tú crees que te está pasando.
¿Hay muchos hipocondríacos digitales en Euskadi? ¿Han aumentado con la pandemia? ¿Lo son más los hombres o las mujeres? El 66% de los vascos busca información médica en la red.