El Athletic visita el domingo al Barcelona en una cita especial para Ernesto Valverde. El técnico rojiblanco regresa al estadio en el que ejerció como entrenador local, rodeado de estrellas y de egos, entre julio de 2017 y enero de 2020, cuando fue destituido con el conjunto culé como líder de LaLiga. Pocos entendieron entonces la decisión de la junta directiva comandada por Josep María Bartomeu, quien entregó las llaves del banquillo del Camp Nou a Quique Setién. La etapa de Valverde en can Barça tocó a su fin con un bagaje de cuatro títulos: dos ligas (2018 y 2019), una Supercopa (2018) y una Copa (2018), aunque el equipo de Txingurri cedió ante el Valencia en la final copera de 2019 y no pudo ganar la Champions League tras dos eliminaciones de complicada digestión ante Roma y Liverpool, en las que los blaugranas cayeron eliminados pese a adquirir sendas rentas de 4-1 y 3-0 en los partidos de ida, respectivamente.
La derrota en la semifinal de la Supercopa de 2020 ante el Atlético (2-3) costó finalmente el puesto a Valverde, quien se despidió con una carta en la que destacaba que “han sido dos temporadas y media muy intensas ya desde el principio. En este tiempo he vivido momentos muy alegres celebrando victorias y títulos, pero también otros duros y difíciles. Pero por encima de todo quiero destacar la experiencia vivida y el cariño que he sentido de los aficionados durante esta etapa”. El trabajo de Valverde, sin embargo, no llegó a ser del todo apreciado por un importante sector de la hinchada blaugrana, si bien las turbulencias en el seno del club fueron una constante desde su llegada, en la que tuvo que hacer frente a la sonada marcha de Neymar al París Saint-Germain. Solo doce días tuvo el técnico para convivir con el brasileño. “Tenemos un problema con Neymar”, le dijeron varios directivos a un Valverde recién aterrizado en el club.
Blindado durante sus dos años y medio por los pesos pesados del vestuario (Leo Messi, Luis Suárez, Gerard Piqué y Jordi Alba), el cese del de Viandar de la Vera puso el punto final a una etapa en la que el Barcelona se reforzó con escaso acierto con futbolistas como Philippe Coutinho (120 millones), Antoine Griezmann (120 millones), Ousmane Dembélé (105 millones), Frenkie de Jong (86 millones), Malcom (41 millones), Paulinho (40 millones), Clément Lenglet (36 millones), Nelson Semedo (35 millones), Arthur Melo (31 millones), Neto Murara (26 millones), Junior Firpo (20 millones), Arturo Vidal (18 millones), Martin Braithwaite (18 millones) y Yerry Mina (12 millones), entre algunos otros.
“ Más que al hecho de que ganara títulos, me quedo con las buenas opiniones y sensaciones que dejó en Barcelona ”
Julio Salinas - Exjugador del Athletic y del Barcelona
De todos los citados, solo Dembélé y De Jong permanecen a día de hoy en el vestuario del Barcelona, que fue “injusto” con Valverde a ojos de Julio Salinas (Bilbao, 1962). “Quedó la impresión de que su destitución fue un error, porque el Barça era líder de LaLiga y estaba jugando muy bien, pero perdió aquel partido contra el Atlético en la Supercopa de manera totalmente inmerecida y se tomó aquella decisión en caliente, probablemente”, analiza el exjugador de Athletic y Barcelona, quien agrega en relación al cese de Valverde que “fue algo que no se entendió muy bien y para mí fue una equivocación, porque fue una decisión tomada en contra de la opinión del vestuario como se comprobó con las manifestaciones de los propios jugadores una vez se marchó Ernesto”.
“Todos los que se pronunciaron públicamente dijeron que no entendieron la destitución”, resume Salinas, sabedor de que “el paso de Ernesto por el club no fue fácil, aunque lo cierto es que los entrenadores que han estado después han tenido más problemas todavía”. Al valorar el paso de Txingurri por el banquillo del Barcelona, equipo con el que el actual entrenador del Athletic sumó 97 victorias, 32 empates y 16 derrotas en un total de 145 partidos con un saldo de 339 goles a favor y 128 en contra, el exdelantero bilbaino subraya que “más que al hecho de que ganara títulos, lo cual es difícil no conseguir con el Barça, me quedo con las buenas opiniones y sensaciones que dejó en Barcelona. A mí, personalmente, todo el mundo me ha hablado muy bien de Ernesto y de cómo trabaja”.
EL RECIBIMIENTO
“Es un grandísimo entrenador y a las pruebas me remito”, resalta asimismo Salinas, convencido de que regresar el domingo al Camp Nou será “especial” para Valverde, dado que “también jugó en el Barça y cuando entrenas a un equipo así significa que has llegado a lo más alto”. “No me cabe la menor duda de que va a ser bien recibido por la afición del Barça. Ernesto salió muy bien del club y dejó muy buen recuerdo tanto en los jugadores, como en la afición”, expone Salinas respecto a la figura de un técnico que no ha cambiado en absoluto tras su paso por can Barça.
“Cada uno tiene su carácter y, al fin y al cabo, sigue siendo la misma persona. No tiene por qué cambiar por más que haya entrenado al Barça y a Messi. Es la misma persona con más experiencia y en el caso de Ernesto, además, conoce el Athletic a la perfección. En ese sentido no me sorprendió en absoluto que quisiera iniciar una tercera etapa aquí, porque qué mejor que estar en casa”, lanza el propio Salinas, convencido de que “apostar por Ernesto ha sido un acierto total del Athletic, porque es un entrenador de diez y me está encantando el equipo esta temporada”.