El ciclista navarro del Movistar se quedó a las puertas de la victoria en Nimes, un triunfo que hubiera roto una sequía de 21 años sin triunfo de etapa navarro en el Tour de Francia
pamplona – Imanol Erviti, pamplonés de 37 años, afrontaba su 12ª participación en el Tour de Francia con la ilusión de conseguir la victoria que tenía como objetivo el Movistar. Rozó la gloria en la etapa con final en Nimes, pero 31 segundos le separaron de terminar primero. Pero Erviti no se va con las manos vacías de Francia: tras cruzar la meta de París se convirtió en el navarro con más participaciones en el Tour, superando a Miguel Induráin y a Chente.
¿Cómo valora el Tour 2021?
–Ha sido un Tour muy bestia y se ha corrido muy intensamente. Sin duda uno de los más complicados de mi carrera. La primera semana fue muy peligrosa, no dejaban de pasar cosas. Las siguientes semanas, cada día que se corría, era difícil incluso leer las etapas y predecir lo que podía ocurrir.
La primera semana el equipo tuvo muchos contratiempos, perdieron a Soler, Verona sufrió una caída, y Supermán y Enric acabaron tocados, ¿tuvo que redoblar esfuerzos?
–Como siempre, intentas arrimar el hombro todo lo que puedes y si tienes compañeros lastrados y fastidiados después de sufrir caídas, todavía más. Hemos pasado buena parte del Tour con el equipo en una situación precaria. Perder a Soler el primer día condiciona el planteamiento de la carrera, y todos los demás problemas que llegaron hicieron que la dificultad creciese.
Después de las caídas de los primeros días, ¿salían con miedo a la carretera?
–Más que miedo, le teníamos respeto. Hay que saber estar en el momento y lugar adecuado, acertar es lo que marca la diferencia entre estar seguro o estar en peligro de caída. Por eso el Tour es así de exigente, pide mucho compromiso para estar concentrado, y crea un clima que predispone a que sucedan todo tipo de inconvenientes.
¿Quién fue el responsable de las caídas que sucedieron la primera semana?
–Más que responsables, veo aspectos que se pueden mejorar. La grandeza del Tour hace que en determinados momentos los corredores empujen con intensidad y se vivan tramos de carrera peligrosos. Es cierto que algunas etapas, sobre todo para ser en los primeros días de una gran vuelta, tuvieron unos finales muy complicados, especialmente el segundo día, cuando se cayeron varios ciclistas. No es lo mismo poner ese final la última semana, cuando el pelotón va más calmado y ordenado, que en uno de los primeros días.
En un Tour tan exigente e impredecible, un día se encontró entre los ciclistas de cabeza, ¿cómo se dio esa fuga?
–Fue un día en el que había muchas variantes posibles. Se salía con bastante viento en la zona de Valence, donde anteriormente se habían liado buenos jaleos por culpa del aire, y estuve atento por si se complicaba la situación y se producía un corte. Vi que se atrevía un ciclista por delante mío y entré en fuga. En vez de ser un día de tensión entre los favoritos, el pelotón tuvo un pequeño relajo y permitió abrir el tiempo. Eso hizo que se cambiaran todos los planteamientos, porque en principio no era un día para que llegara la fuga, parecía un día de esprint y de protegerse del viento.
Al final Politt pareció tener más piernas y se llevó el gato al agua.
–No pareció, tuvo más piernas. Él estaba muy fuerte y además se movió muy bien. Cuando estábamos relevando los cuatro de cabeza, noté que Politt era el más fuerte. En una fuga es muy difícil acertar, hay que saber en qué corte entrar y analizar quiénes son tus rivales para encontrar la forma de batirlos. Cuando el grupo de escapados está relevando a tope, se percibe fácilmente cómo van de piernas los que te acompañan.
¿Se sintió frustrado por no conseguir la victoria u orgulloso por haber sido segundo?
–Una mezcla de las dos. Lo ves cerca y duele no conseguirlo. Sobre todo porque para un corredor de equipo no se presentan muchas veces estas oportunidades y cuando aparecen, hay que agarrarlas con fuerza. Al acabar la carrera estás dolido, pero cuando pasa el tiempo valoras el trabajo realizado.
Al principio del Tour se pusieron como objetivo ganar alguna etapa o estar en el podio, pero al final no lo han conseguido.
–Hemos peleado por ello, pero no ha sido posible. Al final solo 8 equipos han conseguido ganar una etapa y muchos han repetido. Los esprints han sido para Cavendish, Van Aert ha ganado tres etapas y la montaña para Pogacar. Hemos sido segundos un par de veces y si hubiésemos conseguido rematar nos hubiéramos llevado una alegría.
¿Están decepcionados por no cumplir los objetivos marcados?
–No hemos corrido mal, pero esto es deporte, los demás también participan y dan lo máximo. No hemos estado lejos de la pelea, Enric ha acabado siendo sexto y Cortina estuvo cerca de la victoria. Es cierto que en días clave como el Mont Ventoux o el Col de Portet nos faltó ese punto extra, pero Enric ha demostrado que no eran una locura los objetivos que nos habíamos marcado. Tuvo la caída en el último día de los Alpes y eso le lastró, pero la última semana consiguió volver al nivel al que nos tenía acostumbrados.
¿Está contento con su rendimiento?
–La verdad es que sí. Ha sido un Tour de mucho trabajo, y dentro de toda la tensión del pelotón hemos conseguido que Enric evitase los peligros. Hemos podido llevarle a su terreno sin que perdiese tiempo y eso hace que esté contento con mi trabajo.
Imagino que le hubiera gustado estar en el avión que iba a Japón.
–Está claro que me hubiese gustado ir, pero era algo muy difícil y ya lo imaginaba, por eso para mí ha sido algo secundario. Seguro que los que viajan nos van a representar con mucha ilusión y van a disfrutar al máximo.
Ahora a pensar en la Vuelta
–Estoy en ese grupo de corredores que puede estar en la Vuelta, pero hay que esperar algún descarte y variación. Hay que ver cómo nos recuperamos, cómo volvemos al entrenamiento y evaluar el estado de nuestras piernas.
Parece que este año va a haber un gran nivel. Enric Mas y Valverde quieren ir, además de Carapaz, Roglic, Pogacar y Bernal.
–Esto es algo que empieza a ser normal, la Vuelta siempre tiene una gran participación y este año no va a ser menos. Hay gente que no ha ido al Tour para preparar los Juegos y eso les puede venir muy bien para llegar en plena forma a la Vuelta.
¿Cómo definiría a Pogacar después de ganar dos Tours seguidos?
–Lo que ha conseguido hasta ahora ya es muy importante. Ganar uno es la leche, pero ganar el segundo teniendo todos los focos y la presión encima es algo todavía más serio. No va a ser algo fugaz, es un corredor para una época, lo hace todo bien y se impone claramente sobre todos.
"Ha sido un Tour muy bestia y se ha corrido muy intensamente. Sin duda, uno de los más complicados de mi carrera"
"No hemos estado lejos de la pelea; Enric ha acabado siendo sexto y Cortina estuvo cerca de la victoria. Nos ha faltado ese punto extra"