"Es capital anticipar cómo queremos que sea el final de nuestra vida"

Hoy entra en vigor la ley de la eutanasia con la que la ciudadanía puede acogerse a su derecho a morir dignamente. El nuevo reglamento fue aprobado por el Congreso de los Diputados el pasado mes de marzo y se va a implementar en todas las comunidades del estado. Se presenta como una prestación sanitaria más, universal y gratuita mediante un documento firmado. Según el texto, los pacientes que padezcan un sufrimiento insoportable debido a una enfermedad grave e incurable tendrán derecho a solicitar la eutanasia. El paciente podrá recibir la eutanasia unas cinco semanas después de solicitarla, tras ser informado de las alternativas y sobre los cuidados paliativos y después de confirmar su voluntad de morir al menos en cuatro ocasiones. En Onda Vasca, Rafa Sal, miembro de la Asociación Derecho a Morir Dignamente, afirma que a partir de ahora "nos dotamos como sociedad de un nuevo derecho por lo que estaríamos en un momento de aplicación, de seguimiento en el desarrollo y de propuestas de mejora". Sal considera que la muerte y la vida como concepto afecta en tres ámbitos; en el personal, como acompañantes de alguien que está en el proceso del final de la vida y en algunas situaciones, también, afecta profesionalmente. En este sentido cree que "es capital hacer una anticipación de cómo queremos que sea el final de nuestra vida con el documento de voluntades anticipadas". 

Sal afirma tener plena confianza en la sanidad para hacer desde una seguridad jurídica una buen práctica pero teme la influencia negativa de sectores que se oponen a través de la objeción de conciencia o de la comisión de garantías de evaluación. Lo que más le molesta es que en la cúspide de las jerarquías el mensaje sea de oposición y en cambio, las personas que forman parte de esos colectivos, en su mayoría están de acuerdo en acceder a valorarlo. Sostiene que "cuando alguien está en una situación en ese extremo, no tiene la conciencia de matar como nos quieren trasmitir, sino que tiene la conciencia de hacer un acto compasivo, de acompañamiento hasta el final de la vida".