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“Es el momento para las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia”

La Comisión Asesora creada por el Defensor del Pueblo ya ha escuchado el testimonio de 250 supervivientes desde que se creó este órgano hace tres meses para proponer medidas de reparación
Juan Cuatrecasas, víctima de abusos sexuales
Juan Cuatrecasas, víctima de abusos sexuales

Su padre acostumbra a decir que “progresa adecuadamente”, pero el joven de 26 años sigue acusando malestar y cierta zozobra al verse obligado a remover una y otra vez su pasado. Les ocurre a todas las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. Emocionalmente, Juan Cuatrecasas no se encuentra en su mejor momento. Así lo ha podido comprobar su familia durante las últimas semanas, desde que el joven recibió la comunicación del Papa Francisco de su decisión de reabrir el 'caso Gaztelueta'.

A través de una carta manuscrita fechada el pasado 12 de agosto, a la que ha tenido acceso este periódico, Bergoglio le traslada a la víctima que ha finalizado “el estudio de todo el material que había aquí, en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe”. Le confirma que “por lo que parece a primera vista es necesario abrir el proceso”, para lo cual “se hará una reunión para decidirlo”.

El Papa le indica que él mismo nombrará el tribunal que llevará adelante el juicio. "Te tendré informado. Fraternalmente, Francisco”, se despide. Es por ello que Cuatrecasas vuelve a revivir lo ocurrido. Once años después de que el joven denunciara haber sufrido abusos por parte de José María Martínez Sanz - numerario del Opus Dei-, y tras una condena al exprofesor de dos años de prisión ratificada por el Tribunal Supremo, las heridas siguen abiertas. “Al hablar de lo ocurrido se le sigue removiendo todo por dentro, algo muy común en las víctimas. Esto no es un constipado o una gripe. Aquí hay un peso emocional que continúa de por vida, a pesar de la terapia”, señala su padre.

Carta del Papa a Juan Cuatrecasas, víctima de abusos sexuales

Carta del Papa a Juan Cuatrecasas, víctima de abusos sexuales

La vivencia es muy dolorosa. “La gente se tiene que dar cuenta por lo que pasan. Es tremendo, no se lo deseo a nadie. El recorrido es dolorosísimo. Se ven sometidos a un proceso psiquiátrico muy grave, hay que dar visibilidad a esta realidad”. Juan Cuatrecasas sabe bien que las víctimas “tienen picos” en su rendimiento, tanto en los estudios -como es el caso de su hijo, que cursa Derecho en Madrid-, como en el trabajo. Marca tanto lo ocurrido que “en muchos casos el resultado posterior es la exclusión a todos los niveles”, según señala la Asociación de víctimas Infancia Robada.

Unidad de Atención a las Víctimas: 250 testimonios

El Defensor del Pueblo ya ha atendido a 250 supervivientes de abusos en los tres meses que lleva operativa la Unidad de Atención a las Víctimas (UAV), según la información trasladada a este periódico. Los datos recabados son trasladados a la Comisión Asesora creada por el Defensor del Pueblo para elaborar un informe que elevará al Congreso de los Diputados, a partir de la encomienda de la Cámara Baja.

La Comisión Asesora, compuesta por 17 expertos, está interviniendo “con toda la empatía”, consciente de que las heridas siguen abiertas. Cuatrecasas todavía no ha podido prestar su testimonio, a la espera de estabilizar su situación emocional. Tras la sentencia firme del Supremo que condenó a su profesor del centro Gaztelueta, padre e hijo, entablaron una conversación. “Nos dimos cuenta de que el Vaticano, el Opus Dei y el colegio seguían poniendo en tela de juicio el buen nombre de mi hijo, como ocurre con tantas víctimas”, señala el padre.

El último comunicado oficial fue un burofax de la Congregación para la Doctrina de la Fe en el que se subrayaba la necesidad de reponer el buen nombre del profesor. A pesar de la resolución judicial, la familia no podía entender que poco menos se estuviera incidiendo en que había que proteger "a un pederasta condenado en firme. Era bastante grotesco”. A partir de ahí se establece el contacto entre la víctima y el Papa Francisco, que ha mostrado su interés por investigar este caso. “A todo el mundo le debería parecer lo lógico y correcto, salvo a las mentes encubridoras y retorcidas, que todos sabemos que en este caso son las del colegio Gaztelueta y las del Opus Dei”, denuncia Cuatrecasas.

El pederasta de Juan dijo que había pasado diez años dolorosísimos. Pues bien, esos años tan dolorosos los podía haber evitado sin cometer este delito. Si tiene dignidad, lo primero que debería hacer es pedir perdón"

Juan Cuatrecasas - Padre del joven víctima de abusos sexuales en el 'caso Gaztelueta'

“El pederasta de Juan dijo que había pasado diez años dolorosísimos. Pues bien, esos años tan dolorosos los podía haber evitado sin cometer este delito. Si tiene dignidad, lo primero que debería hacer es pedir perdón. Todo el mundo tiene derecho a cometer errores, pero esto no es un error, es un delito. Los delitos tienen también una segunda oportunidad, pero para ello tiene que reconocerlo y pedir perdón porque la justicia ya ha hablado, y el delincuente es él”, sentencia el padre de la víctima.

La familia agradece la respuesta que está dando el Vaticano, al abrir un procedimiento canónico que en su día no se planteó debido a “una investigación tramposa comandada por el cardenal Müller”, alega el entorno de la víctima.

Los tribunales ya han hablado, con hechos probados acreditados por informes periciales solventes. La familia Cuatrecasas espera que el Vaticano y el Opus Dei reconozcan los hechos, le pidan perdón a la víctima, reparen el daño causado y la acompañen en todo lo que necesite. “Lo que precisan todos los supervivientes, en primer lugar, es mucha empatía, algo que mi hijo no ha tenido nunca porque el colegio ha protegido al verdugo y nunca se ha interesado por él”, asegura el padre del joven, muy crítico con la gestión que de este caso ha hecho el centro escolar vizcaino, desde que en mayo de 2011 denunciara el joven que había sido víctima de acoso escolar y abusos sexuales.

Consolidar el silencio y el miedo

La Asociación de víctimas Infancia Robada asegura que esa misma situación se puede extrapolar tantos otros de casos. “Es una conducta generalizada. Cuando una víctima denuncia, se le ponen palos en la rueda para intentar acallarle. Consolidar el silencio y el miedo a la denuncia”, asegura la asociación.

Eso es precisamente lo que trata de evitar la Comisión Asesora creada por el Defensor del Pueblo y compuesta por 17 expertos externos. La tarea de este nuevo órganos, que abrió sus puertas en julio, será “determinar hechos y responsabilidades, proponer procedimientos de reparación a las víctimas e impulsar medidas de prevención y protocolos de actuación para evitar que esto vuelva a suceder”, según informa el Defensor del Pueblo.

Son ya 250 personas las que han pasado por la comisión, una cifra considerable teniendo en cuenta que su actividad comenzó en julio. “Que las víctimas sepan que éste es su momento. Siempre he mantenido que no cuentan lo que han vivido cuando quieren, sino cuando pueden. Eso sí -añade Cuatrecasas-todas tienen que hacer un esfuerzo para comunicar lo que han vivido. El Defensor del Pueblo ha habilitado un espacio de confianza, de respeto, de protección de datos e identidades. Eso no es una comisaría ni un juzgado. Nadie va a poner en duda el testimonio de la víctima”, remarca.

Una vez finalizado el trabajo, Ángel Gabilondo presentará el informe con las conclusiones y recomendaciones ante las Cortes Generales a fin de que se adopten las medidas necesarias. El Defensor del Pueblo no ha concretado ninguna fecha límite para entregar el informe porque quiere escuchar a todas las víctimas. En principio se ha dado un plazo de un año, que puede ser ampliado y que será evaluado según se acerque la fecha.

¿DESEA APORTAR SU TESTIMONIO?

El Defensor del Pueblo ha abierto un proceso de escucha activa de las víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica. Según señalan los promotores de esta iniciativa, se garantiza la confidencialidad a todas las personas afectadas, respetando estrictamente su anonimato.

Se puede aportar testimonio contactando de las siguientes maneras:

Mail: atencionvictimas@defensordelpueblo.es

Teléfono: 900 11 10 25

Dirección postal: Defensor del Pueblo. Calle Zurbano 42. 28010 MADRID

También se puede aportar testimonio rellenando el siguiente formulario de contacto. 

2022-10-09T05:55:04+02:00
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