La sala Jimmy Jazz recibe este viernes a Shinova, en lo que va a ser el penúltimo concierto de la gira que el grupo está realizando con su último disco publicado, La buena suerte. Eso sí, desde hace ya varias semanas no queda ni una sola entrada disponible.
¿Con ganas de terminar ya o con pena de que llegue el final de la gira?
Sabes lo que pasa, que estamos también trabajando en lo que será lo siguiente del grupo. Así que los fines de semana estamos cerrando una gira maravillosa como es esta, pero el resto de días no tenemos casi tiempo para celebrar todas las cosas buenas que nos están pasando porque nos metemos al local para desarrollar las próximas canciones. Vamos día a día sin poder darle muchas vueltas a la cabeza. Aún así, estoy seguro de que tras el último concierto de Barcelona vamos a tener una gran sensación de vacío.
¿Pero seguro que no tienen ganas de perderse de vista por lo menos una semanita?
(Risas) Nos llevamos ya bien de serie, con todo lo que siempre sucede en las familias. Hemos encontrado ese punto de convivencia en el que todos estamos muy cómodos no ya solo entre los miembros de la banda sino con toda la crew, que eso es importante. Todavía no hemos llegado a ese momento de decir: me voy de vacaciones y no quiero saber nada de vosotros.
Que el cartel de ‘completo’ esté en la taquilla casi en cada concierto tiene que ser emocionante.
Sí. Sacamos las fechas a la venta con todo el vértigo, no te creas. Había muchas fechas dobles, con salas importantes, como Jimmy Jazz, que era todo un reto para nosotros porque es la primera vez que vamos. Vitoria nos daba mucho vértigo, de verdad, porque no sabíamos cómo iba a funcionar. Así que cuando te llaman de la oficina y te dicen que está todo vendido, y además con tanta antelación, dices: ¡madre mía!. Es una alegría sobre todo porque no teníamos ni idea de lo que iba a suceder.
‘La buena suerte’ es de esos discos publicados en lo peor de la situación sanitaria que lo tenía todo en contra. Sin embargo, se ha hecho muy fuerte frente a la adversidad. ¿Dónde cree que está el secreto de este álbum para haber resistido así a la pandemia?
No lo sé. Está, por supuesto, el trabajo de las oficinas y de todo el equipo que forma este proyecto. Y a eso se ha unido lo importante, lo fundamental en todo esto, que es la gente, todas esas personas que han recibido el disco y le han dado una oportunidad. Es el público el que ha mantenido el disco durante todo este tiempo, ya no solo escuchándolo en casa sino también viniendo a los conciertos, haciendo que todo esto pueda seguir vivo. Sin la gente, hubiera sido imposible. ¿Qué es lo que ha conectado con cada una de esas personas? No lo sé. Lo que sí te puedo decir es que cada una de las canciones nació de una manera sincera y representa muy bien lo que somos. Quizá eso es lo que ha conectado con la gente.
¿Hubo momentos de duda, de pensar que el álbum no iba a tener oportunidades?
Hubo muchísima incertidumbre y miedo. Nos pasó a nosotros y a cualquier banda o artista. Fue muy complicado. Ves lo que está pasando ahora y casi piensas que es un milagro.
Este año lo empezaron lanzando un tema nuevo el Día de Reyes.
Teníamos Si no es contigo grabado además con Rafa Val desde hacía tiempo. Y al mirar a lo que nos espera en los próximos meses, también con las nuevas canciones, pensamos que era un buen lanzamiento, además en esa jornada concreta. Era un poco como cerrar La buena suerte y empezar a mirar al siguiente trabajo. La verdad es que ha funcionado muy, muy bien.
El siguiente disco, ¿a lo largo de este año o no hay fechas cerradas?
Todavía tardará. Quizá a finales de este año o principios del siguiente, más allá de que iremos lanzando cositas antes. Todavía nos queda la agenda de verano, los festivales. Y lo siguiente será entrar a grabar. No hay prisa.
Será lo próximo en un grupo que, con la tontería, va camino de cumplir tres lustros en esto, que se dice pronto. ¿Da tiempo a echar la vista atrás y ver todo lo recorrido?
Somos más nostálgicos al escribir una canción que con nuestro día a día. No somos muy de mirar hacia atrás si no es para sacar algo positivo. Pero sí es verdad que cuando llegas a un escenario repleto, a veces comentas: ¿os acordáis cuando estábamos pensando en el nombre del grupo y pensamos en llamarle Shinova?. Te ves viviendo lo que estamos pasando ahora y te sale una lagrimilla de emoción y de alegría. Era improbable, pero se está dando. Sí que a veces volvemos al pasado para sonreír al ver lo que nos ha sucedido en estos años, pero volvemos rápido al presente.