Hace unos meses, allá por junio, se hizo viral un vídeo de TikTok en el que una madre regalaba a su hija dentro de un coche un bolso de lujo. Bueno, más bien le mostraba una foto en el móvil de lo que le había encargado por haber acabado los exámenes de la Ebau, la antigua Selectividad, y la hija se echaba a llorar. “Su primer Luisvi” (apócope de la marca Louis Vuitton) se convirtió en una frase muy repetida y la grabación corrió como la pólvora tildando, no sin razón, a la madre y a la hija de pijas.
Pues se ve que las grabaciones de pijos haciéndose regalos en el coche (que nunca es un utilitario, por supuesto) se están poniendo de moda, y otro vídeo similar lleva desde el domingo arrasando en Twitter. En las imágenes se ve a dos adolescentes con el título: “Sorpresita a mi prima Martina”. Y ahí aparece él, Luca, con su polo de Emporio Armani y el jersey anudado al cuello, dispuesto a regalar algo a Martina.
Tras el “¡Holi!” de la prima, que no puede faltar, Luca explica a qué se debe el obsequio. “En mi familia hay una tradición, que en todos los santos regalamos chorraditas, algo que le gusta pero baratito”. Entonces Martina le pide que le confirme que no es algo “heavy” y cuando Luca le dice que va a grabar su reacción al ver el regalo (como si no estuviera grabando lo anterior), Martina suelta el clásico “Qué fuerte”. Y lo suelta varias veces, previo a un “Estoy supernerviosa, eh”.
Hasta ahí todo más o menos normal, dejando a un lado que en lugar de mirarse entre ellos miren a la cámara del teléfono móvil. A partir de ahí, le da el regalo, que es un bolso de Chanel,y se suceden expresiones como “tía”, “no te creo”, “te lo juro”, “estoy flipando, tío” y así, entre grititos un tanto sobreactuados de ambos.
El vídeo, más allá de mofarse del pijerío que desprende, ha sido muy criticado por llamar “chorradita” o “baratito” a un bolso de Chanel, que no está al alcance de cualquiera. Además, a raíz de esta grabación, se ha recordado otra de hace pocas semanas protagonizada también por Luca y su madre (dentro del coche, obviamente), en el que ésta regala “un detallito” a su hijo por aprobar Matemáticas. El detallito era un iPhone de última generación, que provocó que Luca se pusiera a llorar.