Las redes sociales han hecho eco del descontento de muchos clientes que han comprobado que su banco les había cobrado decenas de euros durante el mes de junio por el mantenimiento de sus cuentas.Ante esta situación, es probable que los consumidores se planteen alternativas para dejar de pagar comisiones como, por ejemplo, guardar el dinero en casa. Pero, ¿hay algún impedimento legal?
Contrariamente a lo que se cree, sí que es legal. Ninguna ley prohíbe guardar dinero en efectivo en casa, siempre y cuando los fondos tengan una procedencia legítima y hayan sido declarados. Aun así, almacenar los ahorros en casa conlleva ciertos riesgos. Te los contamos en este artículo:
Inconvenientes
Los desastres naturales -como los incendios o las inundaciones- pueden acabar de un plumazo con todos nuestros ahorros. No se trata de la única desventaja, ya que los robos son otro de los principales peligros a los que nos exponemos. De hecho, solo en el año 2020 se produjeron más de 70 mil robos con fuerza en domicilios, tal y como recogen las estadísticas del Ministerio del Interior.
A modo de precaución, puedes optar por esconder el dinero en lugares poco habituales: debajo de una baldosa, en un armario con doble fondo, enterrado en una maceta, detrás de un enchufe falso, etc.
En caso de robo, se recomienda comprobar si el seguro del hogar cubre solo el continente o también el contenido, concretamente el dinero en metálico sustraído. "En cualquier caso, la compensación de la compañía dependerá de las coberturas del seguro contratado y de los límites establecidos", explican los expertos de HelpMyCash.
Otro peligro que amenaza a los ahorradores es la inflación. Guardar el dinero en casa puede significar la pérdida de poder adquisitivo. "Si nuestro dinero no crece al mismo ritmo que la inflación, nos empobreceremos y no podremos hacerle frente al Índice de Precios de Consumo o IPC", puntualizan.
Por último, nos podrían surgir algunos problemas cuando queramos ingresar ese dinero en una cuenta. En este punto, Hacienda podría solicitar la acreditación del origen de los fondos. En el peor de los escenarios, la Agencia podría llegar a considerarlos una ganancia no justificada y obligarnos a tributar por ella. Por ello, asegúrate de tener en regla toda la documentación oportuna.
Aparte, no debemos olvidar que no se pueden pagar en efectivo transacciones por un importe igual o superior a 2.500 euros cuando una de las partes sea un profesional, un límite que próximamente podría reducirse a mil euros. Si se pretende hacer una compra por ese importe y los fondos están guardados en casa, será necesario ingresarlos en una cuenta.
¿Una medida evitable o necesaria?
Si tu idea es meter los ahorros debajo del colchón para no tener que abonar las comisiones del banco, estás de suerte. Actualmente hay varias entidades bancarias que ofrecen sin coste alguno el mantenimiento de las cuentas, así como operativas básicas.
"Incluso los consumidores que no tienen una nómina pueden librarse de pagar comisiones si abren una cuenta sin gastos y sin vinculación obligatoria", añaden estos especialistas. En general, este tipo de cuentas son idóneas para usuarios con un perfil digital que operen a través de la banca a distancia.