La asociación continúa apoyando a las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad 18 años después de su creación en el año 2004, y como reconocimiento a su labor, ayer procedieron al encendido del cohete de fiestas de Bera. Mayte Sanz y Ramón Errandonea, responsables de la asociación, fueron los encargados de encender el cohete, mientras que Jose Mari Lasaga Matxako, el voluntario más mayor de la asociación lanzó el segundo cohete. Pero les acompañaron muchos de los demás integrantes del grupo. De hecho, detacan que “son un grupo y que trabajan en equipo. En la actualidad, el grupo está formado por unas 50 personas voluntarias de entre 50 y 80 años, “aunque estamos trabajando para intentar rejuvenecer el grupo”, se0ñalan. La asociación fue fundada en el año 2004 por el ayuntamiento de Bera y fue presidida por Marian Biurrarena. Colaboran con la Mancomunidad de Servicios Sociales de Bortziriak, que identifica las necesidades y las atiende a través de la asociación Elkarrizan Nagusilan. Mayte Sanz explica que les pagan la formación, la seguridad y el gasto de kilometraje para “profesionalizar” el trabajo del voluntario. Además, todos los voluntarios firman una cláusula de confidencialidad.
Soplo de aire fresco
Destacan especialmente el trabajo que realizan en las residencias, ya que las personas voluntarias “les dan un soplo de aire fresco. Ramontxo Errandonea cuenta que los usuarios reciben con satisfacción las visitas: “Están encantados con los familiares, pero al estar con nosotros se crea otro tipo de relación y ambiente, nosotros somos más amigos que familia y muchas veces nos cuentan cosas que a ellos no les cuentan”. Consideran que los paseos que realizan no son simples excursiones, “ya que los residentes siempre que se juntan con los voluntarios pueden charlar con la gente“. Se plantea la necesidad de más voluntarios para seguir trabajando como hasta ahora. “Uno de nuestros trabajos más importantes es salir a pasear, y para ello hace falta mucha fuerza porque están en una silla de ruedas”, explica Jose Mari Lasaga Matxako. Por ello, afirman que “tenemos las puertas abiertas a un grupo alegre, con buen ambiente y que, más allá del trabajo con los voluntarios, son un gran grupo de amigos”.
Se mostraron entusiasmados con el lanzamiento del chupinazo y subrayaron que es “motivo de alegría” saber que el pueblo se acuerda de ellos. Antes de encender el cohete se reunieron, junto a representantes de Nagusilan y algún voluntario de Lesaka en el Ayuntamiento con los representantes municipales, para celebrar conjuntamente el inicio de las fiestas. El día anterior fue el turno de la residencia San José. Teresa Etxebeste, que este año cumple 100 años, lanzó su chupinazo particular. No pudieron celebrarlo con la tradicional comida familiar (tercer año sin poder celebrarla), pero si con un pequeño lunch.
En estas jornadas festivas no habrá día en que en la residencia no tengan alguna visita, ya que al estar en el centro de la localidad, pasan multitud de actos (txarangas, gigantes, gaiteros…), por lo que las personas residentes serán parte activa de las fiestas. A pesar de estar en pleno verano, Elkarrizan Nagusilan continuará su actividad habitual, dedicando parte de su tiempo a los demás, beneficiando a la sociedad y, como dicen, “recibiendo más de lo que dan”.