En la recta final de la legislatura se han observado algunos roces con el PNV, en asuntos como la financiación de las ayudas al transporte público o el caso del ya exdiputado de Cultura Harkaitz Millán.
Creo que son cuestiones que tienen que ver más con la sensibilidad y los posicionamientos políticos de los partidos. Efectivamente, está el tema del transporte, pero podríamos hablar de otros asuntos como la educación, la sanidad, etcétera, porque la sensibilidad es distinta, tenemos un acento diferente respecto de las problemáticas sociales y, cuando cuando tú estás en política, estás para algo.
El Gobierno español todavía no ha confirmado la ayuda al transporte público que sí dio en verano.
Pero la competencia es nuestra y, si creemos que eso es una medida prioritaria, hagámoslo cumplir. Eso es lo que ha puesto el Partido Socialista encima la mesa. Con una gestión en manos del PNV no se hubiera planteado nunca una política de descuentos. Para nosotros era una línea roja a la hora de negociar los presupuestos forales. Creo que si no hubiera estado el Partido Socialista, los descuentos no habrían salido adelante
¿Cree que, finalmente, el Gobierno de Pedro Sánchez pondrá su parte?
Yo estoy seguro que el Gobierno de Pedro Sánchez será sensible al tema, pero independientemente de que sea sensible o no, los que sí tenemos que serlo somos nosotros. Y si tenemos instituciones en las que somos competentes, seamos sensibles. Pero ha quedado claro que no es la misma sensibilidad la de los socialistas que la de los nacionalistas.
¿Qué balance hace del funcionamiento de la coalición con el PNV en el gobierno foral?
Ha sido una legislatura complicada. Hemos sufrido dos años de pandemia muy intensos y, cuando parecía que habíamos remontado la crisis económica, ha llegado la invasión de Ucrania y la inflación. De los cuatro años de legislatura, casi tres y medio han sido complicados por estos motivos. Hemos hecho un esfuerzo para mantener las políticas sociales, un requisito fundamental para nosotros, con ajustes desde el punto de vista fiscal como del endeudamiento de la propia institución. Los presupuestos han sido los más altos de la historia de la Diputación, gracias al empuje del Partido Socialista y a las políticas socialdemócratas, pensando siempre en defender a las capas más vulnerables. Ha sido un Gobierno que ha tenido entendimiento y que ha cumplido su programa electoral, casi al 100%. Por lo tanto, la nota debe es de notable alto.
Por lo tanto, es partidario de seguir con la fórmula.
Esta fórmula tendrá continuidad si se da este grado de cumplimiento de los pactos a los que lleguemos con los partidos. Tendremos que marcar prioridades, ver qué fuerza tenemos... Pero lo primero que tenemos que hacer es buscar ese liderazgo de esa sociedad plural que es Gipuzkoa.
¿Está descartado el acuerdo con EH Bildu?
La sociedad guipuzcoana, y la vasca, es lo suficientemente plural como para que tengamos que tener acuerdos en distintos ámbitos con distintos partidos. De hecho, es lo que se está dando. No obstante, creo que es pronto para llegar a un acuerdo estable con EH Bildu. La deuda que tienen no es con el resto de partidos, sino con la sociedad vasca y guipuzcoana. Creo que a Bildu todavía le queda un cierto recorrido.
El PNV va a acudir a las elecciones con una nueva candidata. ¿Cómo es su relación con Eider Mendoza?
Nos conocemos hace mucho tiempo. Es una persona que ha estado más en la representación institucional que no en el ámbito de la gestión y quizás sea esa la gran diferencia entre nosotros dos. La relación es cordial, pero creo que todavía tenemos que madurar más esa relación.
EH Bildu ha elegido a su portavoz parlamentaria Maddalen Iriarte. Se anticipa una lucha cerrada entre PNV y EH Bildu.
La sociedad guipuzcoana es lo suficientemente plural para que no tenga que elegir entre un nacionalismo y un nacionalismo exacerbado. Son dos candidatas muy independentistas. Yo creo que llevan a gala su acervo nacionalista y su independentismo. Maddalen Iriarte es una absoluta incógnita en el ámbito de la gestión y Eider Mendoza representa el ala más egibariana del PNV.
¿Al PSE le queda el papel de decantar la balanza?
A lo que aspira el PSE es a representar a esa sociedad plural, moderada y progresista que es la sociedad guipuzcoana. No hacemos distinciones en temas identitarios y lo que buscamos son objetivos más universales, como la igualdad, la sanidad de calidad, una educación plural, etcétera. En esto momentos, el Partido Socialista representa claramente la eficacia en la gestión mientras que los que hacen gala de ser los paladines de la gestión, a veces la soberbia les puede y surgen los conflictos.
¿Le ha sorprendido la movilización de los jefes médicos?
Sinceramente, me ha sorprendido la unanimidad de los jefes de servicio. 47 son casi el 90% de los jefes de servicio del Hospital Donostia, lo cual revela que ahí tenemos un problema en el modelo y de continuidad y de futuro, hay que escucharles, hay que dialogar, de forma sincera y transparente. Ha faltado muchísima sensibilidad por parte de la consejera de Sanidad. Lo que está ocurriendo es una enmienda a la totalidad de su gestión. Lo que hay que hacer es escucharles, sentarse a hablar con ellos y garantizar que Osakidetza sea el servicio de salud vasco de calidad que necesita la población. El sistema ya venía dando señales de agotamiento
Los jefes médicos denuncian un intento deliberado de vaciar el Hospital Donostia de servicios y llevarlos a Bilbao. ¿Comparte esa denuncia?
No lo sé exactamente, pero se ha puesto de manifiesto en algunos servicios oncológicos y algún otro tipo de servicios. Por tanto, parece ser que eso sí estaba por ahí, y luego ha habido ciertos desmentidos que no han sido excesivamente categóricos. En cualquier caso, esto no puede ser una disputa territorial pero Gipuzkoa una vez más no puede salir malparada. Los socialistas no lo vamos a permitir.
¿El complejo medioambiental de Zubieta, que incluye la planta incineradora, ha cumplido con las expectativas?
Se acaban de cumplir dos años de la puesta en marcha definitiva de la Plata de Valorización Energética y las expectativas se han cubierto claramente. Ya no utilizamos vertederos para la gestión de los residuos urbanos, estamos recuperando en torno a 200.000 toneladas de materiales, precisamente, para impulso de la economía circular y la recogida selectiva está por encima del 60%. Ahora contamos con infraestructuras para el tratamiento. Hoy es el día en que la planta de valorización energética genera 160.000 megavatios/hora al año. A veces la memoria es frágil, pero hace dos legislaturas el tema fundamental de discusión era la gestión de residuos. Hoy estamos hablamos de cambio climático y transición energética impulsando las energías renovables, la economía circular, y la descarbonización de la economía.
¿Qué sintió cuando le comunicaron que el diputado de Cultura Harkaitz Millán estaba detenido por un presunto delito de atentado contra la autoridad?
Aquí hay dos aspectos. Lo primero que hay que decir es que lo ocurrido no tiene nada que ver con la actividad política ni institucional. Y dos, que en lo personal sí que lo sentí y lo sentí profundamente porque creo que es una persona que estaba pasando una situación complicada, difícil; le deseo la mayor de las suertes. La verdad es que él fue muy consciente de la situación y dimitió inmediatamente. Fue ejemplarizante, dicho sea de paso. Ya me gustaría que otros también actuaran de la misma manera.
Mostró su enfado por el comunicado del diputado general Markel Olano.
Me parecía absolutamente innecesario porque yo le informé de todo lo que iba a pasar en el mismo momento. Y sí, creo que fue absolutamente innecesario y me pareció que fue una sobreexposición. De hecho, no lo ha hecho nadie más.
¿Pero al PSE no le faltó contundencia en su primera reacción? Se refirieron a lo ocurrido como “motivos personales”.
La conducta fue absolutamente inadecuada y, desde el punto de vista del comportamiento de un cargo público, es inadmisible. Pero dicho eso, fuimos contundentes desde el principio. Lo que tiene que hacer un cargo público es poner su cargo a disposición o dimitir y fue lo que sucedió desde el minuto uno. No cabe decir más. Y si hay algún tipo de responsabilidad, que estoy seguro que no va a haber ninguna, eso es otra historia.
La polémica está permanentemente instalada en Madrid. ¿Qué opina de la decisión de Tribunal Constitucional frenando el debate en el Congreso y el Senado?
La deriva antidemocrática de la derecha española, de la derecha política, económica y mediática, es evidente y muy preocupante. Y el PP tiene la máxima responsabilidad y Nuñez Fijeoo demuestra que no es un líder moderado.
Algunos dirigentes de su partido critican abiertamente a Sánchez.
Lo decía el otro día Patxi López, que a veces en política hay que tomar determinados riesgos y hay que estar a resolver problemas. Algunos hacen gala de conceptos como el constitucionalismo pero aquí lo que hay que hacer valer es que la política está para resolver esos problemas. Yo creo que lo que hay que hacer es construir convivencia, y para eso la política es fundamental. l