¿Es seguro comer un huevo con manchas marrones en la clara? Esto dicen los expertos

El huevo es uno de los alimentos más consumidos en todo el mundo por su versatilidad y alto valor nutricional. Sin embargo, en ocasiones podemos encontrarnos con pequeñas manchas o motas marrones en la clara del huevo que pueden generar dudas sobre su frescura o si es seguro consumirlo.

¿Qué significan estas manchas? ¿Es seguro comer un huevo que las contiene? En este artículo se explicará el origen de estas motas marrones y qué debemos hacer si las encontramos, además de algunos consejos útiles para comprar huevos de buena calidad y cómo asegurarnos de que un huevo esté en buen estado antes de consumirlo.

¿Qué significan las motas marrones en la clara del huevo?

Las motas marrones que a veces aparecen en la clara de un huevo, conocidas como "manchas de sangre" o "manchas de carne", son un fenómeno bastante común y generalmente no representan ningún riesgo para la salud. Según la American Egg Board (AEB), alrededor del 1% de los huevos comerciales pueden presentar este tipo de manchas, aunque en los sistemas de clasificación y control de calidad actuales, muchos de estos huevos se detectan y se eliminan antes de llegar al mercado.

Estas manchas son el resultado de pequeños desprendimientos de tejido en el proceso natural de formación del huevo dentro de la gallina. No son indicativas de un huevo fertilizado ni de contaminación. De acuerdo con los expertos, estas manchas son inofensivas y no afectan el valor nutricional ni la seguridad del huevo. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) también ha aclarado que las manchas de sangre o carne no son motivo para rechazar el consumo del huevo, ya que son parte del proceso biológico natural de las aves ponedoras.

¿Qué debemos hacer si encontramos estas manchas?

Si encuentras una mancha marrón en la clara de un huevo, puedes retirarla fácilmente con la punta de un cuchillo o una cuchara antes de cocinar el huevo. Las manchas no afectan ni el sabor ni la seguridad del alimento, pero si prefieres no consumirlo, puedes optar por desechar el huevo. Sin embargo, su consumo sigue siendo seguro, siempre que el huevo se haya almacenado de manera adecuada.

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de comprar huevos?

A la hora de comprar huevos, hay varios factores a considerar para asegurarnos de que estamos eligiendo un producto fresco y de buena calidad. En muchos países, los huevos están clasificados según diferentes códigos que indican el tipo de producción (gallinas en jaula, criadas al aire libre, en suelo o ecológicas) y el origen del producto. Estos códigos suelen estar impresos en la cáscara del huevo, lo que permite al consumidor saber con precisión de dónde proviene.

• Fecha de caducidad o consumo preferente: Es importante revisar siempre la fecha de caducidad o consumo preferente en el envase. Aunque los huevos pueden ser comestibles unos días después de esta fecha, es recomendable consumirlos antes de que caduquen para evitar riesgos.
• Código del huevo: El primer dígito del código impreso en el huevo indica el tipo de crianza de las gallinas. Optar por huevos con un código "0" o "1" suele ser una buena elección para quienes buscan productos más éticos o de mejor calidad. Los códigos son los siguientes:
• 0: Producción ecológica.
• 1: Gallinas camperas (criadas al aire libre).
• 2: Gallinas criadas en suelo.
• 3: Gallinas criadas en jaulas.
• Inspeccionar el envase: Verifica que los huevos no estén rotos o agrietados. Los huevos con cáscara rota pueden estar contaminados por bacterias, por lo que es importante asegurarse de que están intactos antes de comprarlos.
• Refrigeración: Si bien en algunos países los huevos se almacenan a temperatura ambiente en los supermercados, lo ideal es mantenerlos refrigerados en casa para garantizar su frescura y evitar la proliferación de bacterias como la salmonella.

El truco definitivo para saber si un huevo está en mal estado

Un huevo puede parecer fresco a simple vista, pero hay un truco muy sencillo que nos permite confirmar si sigue siendo apto para el consumo: la prueba del agua. Este método casero es extremadamente eficaz para detectar si un huevo está en mal estado.

¿Cómo se hace la prueba?

Solo necesitas un recipiente con agua fría y el huevo que deseas comprobar. Luego, sigue estos pasos:

1. Llena un recipiente con agua lo suficientemente profundo como para sumergir completamente el huevo.
2. Coloca el huevo en el agua con cuidado y observa lo que sucede.

Los resultados pueden variar de la siguiente manera:

• Si el huevo se hunde y queda completamente horizontal en el fondo: Es un huevo fresco y está apto para su consumo.
• Si el huevo se hunde pero se queda ligeramente inclinado o en posición vertical: Todavía es seguro comerlo, aunque no está tan fresco como el primero. Se recomienda consumirlo pronto.
• Si el huevo flota en la superficie: Esto es un signo de que el huevo está en mal estado y no debe consumirse. Los huevos que flotan tienen una cámara de aire interna grande, lo que indica que han perdido su frescura y que las bacterias pueden haber comenzado a proliferar en su interior.

Este sencillo truco puede ahorrarnos la duda de consumir un huevo en mal estado y evitar posibles intoxicaciones alimentarias.