Hay un nombre propio que se ha ganado con todo merecimiento el derecho a abrir nuestro informativo. Sofía Otero Labrador, una niña de 9 años, de Basauri, que se ha llevado uno de los premios más importantes del cine, el Oso de Plata del Festival de Berlín. Su interpretación en 20.000 especies de abejas ha cautivado al jurado, presidido por Kristen Stewart y a todo el público que ya ha podido ver la película dirigida por Estíbaliz Urresola. Un relato y un retrato de la transexualidad infantil con un personaje principal que estaba destinado a tener la voz y el rostro de Sofía.
Es un hito sin precedentes lo que esta niña ha conseguido, llevándose a casa un premio que está al alcance de muy pocos, en uno de los tres festivales de cine, junto a Cannes y Venecia, más importantes del mundo. Y, por si esto fuera poco, qué podemos decir del aplomo con el que recibió el galardón, con un discurso lleno de agradecimiento, también a su familia. Una familia de gente trabajadora, de currelas de Basauri que todavía a esta hora, seguramente, seguirán pellizcándose. No sabemos qué le deparará el futuro en el cine a Sofía pero, pase lo que pase, Sofía Otero Labrador, quédense con este nombre, ya ha hecho historia.