“Es una medida social buena y no creo que vaya a perjudicar en nada a las ópticas”

¿Qué opinión le merece al sector esta medida de que lentillas y gafas formen parte de las prestaciones sanitarias?

—Algunos estaban en plan apocalíptico diciendo que esto era el final de las ópticas. Yo no lo veo así, no creo que vaya a perjudicar. Creo que es una buena medida social, y además ya se está haciendo en algunos países europeos que subvencionan el gasto en estos productos. Pero suele ir en función de la renta de los ciudadanos.

Ustedes creen que se va a subvencionar hasta una cantidad y a partir de ahí, el consumidor que elija la gafa que quiera o le convenga.

—Sí, seguramente se consignará una cantidad determinada. Pero claro no es lo mismo una gafa monofocal de cerca que se puede hacer por 70 u 80 euros que otro tipo de gafa con lentes para patologías concretas.

¿70 u 80 euros? Perdone. Cuando vas a hacerte unas gafas salen bastante más... que si el filtro azul para la pantalla, que si la lente con no sé qué especificidades.

—Eso es porque se acude a grandes cadenas que se anuncian como las más baratas y luego no es así. La protección del filtro azul, por ejemplo, es una falacia que se ha acreditado ya de forma científica y que algunos se han inventado para facturar más.

Pero son un artículo cada vez más necesario. Siete de cada diez personas dependen de gafas o lentillas.

—Sí, ese dato es correcto, un 70% de la población las necesita. Ten en cuenta que prácticamente todos los mayores de 45 años necesitamos unas gafas para ver de cerca. Por debajo, también hay un montón de chavales con miopía, astigmatismo y otros problemas visuales. Aunque la palabra depende no me gusta demasiado, yo más bien diría que se apoya en gafas o lentillas.

¿Ustedes saben algo concreto sobre quiénes serían los posibles beneficiarios de esta medida?

—No, todavía no. Sabemos que iban a hablar con el Consejo General de Ópticos pero todavía no hay nada concreto. Lo que se subvenciona a día de hoy son las prótesis oculares.

¿Qué son exactamente?

—Son para la gente que ha perdido un ojo. En Euskadi, en concreto, el Gobierno vasco paga hasta 1.050 euros. Aunque muchos ayuntamientos también tienen una bolsa para que personas vulnerables y con pocos recursos puedan venir a las ópticas. l