Solo los periódicos deportivos catalanes dejaron fuera de sus portadas de ayer los presuntos cobros millonarios que José María Enríquez Negreira habría recibido por parte del Barcelona cuando era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Concretamente, de 1,4 millones de euros entre 2016 y 2018. El resto del mundo, no solo relacionado con el fútbol, puso el grito en el cielo por una práctica, que de ser confirmada, pondría en tela de juicio el modus operandi de la entidad azulgrana. Uno de los que no dudó en valorar el caso fue un excompañero de profesión del excolegiado catalán, que también fue número dos en el CTA. Ilbon Urizar Azpitarte, apesadumbrado por la noticia, dio su opinión en Onda Vasca:
“Me han llamado unos 18 árbitros de mi época, porque esto ha manchado mucho nuestra imagen. Ahora nos salpica esto. Parece que nadie tiene la culpa de nada, ni el Barcelona, y eso que pagaba las facturas. Ahora qué va a pensar la gente de los árbitros de esa época. Está claro que es una oveja negra”, destacó Urizar, que recordó que el hijo de Enríquez, al parecer también relacionado con la trama, era psicólogo y su padre convenció al CTA para que diera charlas a los árbitros. “Luego tenía cierta confianza con ellos porque les conocía. Es una vergüenza. Ha dado información de la organización fuera de ella, y nosotros eso no lo hacíamos”, enfatizó el exárbitro, antes de asegurar que “seguro que Enríquez Negreira nunca le ha dicho a un árbitro lo que tiene que hacer”.
El Departamento de Integridad de la Federación Española, por su parte, ha iniciado un requerimiento de información reservada tanto a los responsables del CTA como del Barcelona. En un comunicado, el organismo presidido por Rubiales señaló que tras las elecciones a la presidencia de la FEF a finales de mayo de 2018, “con la llegada del actual equipo de gobierno, se renovó la cúpula del CTA, cesando a los anteriores directivos entre los que se encontraba Enríquez Negreira”.
El caso habría prescrito
El presidente de LaLiga, Javier Tebas, aseguró que no es posible que existan sanciones disciplinarias deportivas porque ya han prescrito las posibles infracciones cometidas (lo hacen a los tres años). “Otra cosa es en el ámbito de la jurisdicción penal que ahora está la Fiscalía investigando. Desde LaLiga vamos a esperar y a respetar la investigación y si la Fiscalía decide interponer la oportuna denuncia o querella, nos tendremos que personar como acusación particular. Si no hay querella el asunto quedará archivado”.