La temporada del Baskonia está dejando mucho que desear a todos los niveles. Las malas dinámicas a nivel colectivo siempre amenazan con engullir a cualquiera, incluso jugadores en manos de Neven Spahija que ya demostraron el pasado curso su valía en Vitoria u otros que en verano aterrizaron en el Buesa Arena precedidos de una notable fama.
Jamás se había visto en una situación así un club como el afincado en el Buesa Arena, célebre por su voraz carácter competitivo y también capaz de mantenerse en la cresta de la ola durante décadas pese a sus limitaciones económicas en comparación con otros gigantes del Viejo Continente.