Berganzo abre hoy el telón. Desde hace ya unos cuantos años, el Festival de Teatro de Humor de Araia no se vive solo en esta localidad. Su programación de espectáculos de calle, reforzada con más propuestas, se despliega durante todo este mes por distintos puntos de Álava, que se convierte así en un gran escenario bajo el techo del cielo, un lugar de encuentro de públicos de diferentes edades, intereses, gustos y, también, risas. Esta vez, además, el cartel se va a alargar hasta principios de septiembre.
En total, en muchos casos coincidiendo con las respectivas fiestas patronales, el certamen va a llegar este año a 24 localidades: Amurrio, Artziniega, Berganzo, Bernedo, Domaikia, Elciego, Espejo, Izarra, Labastida, Lanciego, Llodio, Luiaondo, Maeztu, Manzanos, Okondo, Oteo, Payueta, Pobes, Ribabellosa, Salcedo, Vírgala Mayor, Yécora, Zaitegi y Zuhatzu Kuartango. A pesar de la situación sanitaria, en los dos últimos años varias de las mismas calles y plazas han querido seguir participando de esta propuesta. Ahora, aunque el covid sigue presente, las representaciones se va a poder compartir de otra manera gracias, casi como antes de que la pandemia hiciese acto de presencia.
En Berganzo, los primeros que esta tarde van a hacer acto de presencia, a partir d las 19.00 horas, en la plaza del pueblo van a ser los componentes de la compañía vasca Barsanti Teatroa, que representará Somos la ley. Esta misma obra, tanto en castellano como en euskera, se podrá ver en otros lugares, así como en Araia, donde también estarán, a pie de calle, Maite Guevara (¡Qué buen día!), Hortzmuga Teatroa (Bidearen amaieran), Trocos Lucos (Tartana), y Orain Bi (Mute).
Estos espectáculos estarán girando durante todas estas semanas hasta el 3 de septiembre, aunque para poder atender a toda la demanda existente, el cartel se va a reforzar con Zirkozaurre (Kobr3), Trapu Zaharra (Por hacer un favor), Ganso & Cia (Panoli kabareta) y Wilbur (Piensa en Wilbur). Solo queda esperar que el cielo respete, o mejor dicho la lluvia, y que las diferentes actuaciones -todas ellas gratuitas- se puedan desarrollar como está previsto, lo que después de estos dos últimos años ya es mucho decir.